Dos miradas a la identidad

En Return to Seoul, Freddie, una joven post-adolescente hija de coreanos y adoptada por una familia francesa que la crio desde muy niña, decide aterrizar en Seúl, durante un viaje en el cual se suponía que iba de paseo a Japón. Las razones de este desvío se van dando a conocer a medida que avanza el filme y la trama se va complicando.

Al principio, todo parece una curiosidad por su país de origen. Freddie no habla coreano y en su visita se reúne y sale con la encargada del hostal donde se hospeda, que habla francés, así como con un amigo de esta, quien es un francófilo. En un principio, Freddie parece sentirse superior, restregando su autenticidad gala a quienes genéticamente son sus iguales. Ve con paternalismo la actitud de reserva coreana y encanta a unos cuantos que confunden su actitud.

Un poco más adelante nos damos cuenta que sufre de una crisis de identidad. Se le da la oportunidad de encontrarse con sus padres biológicos y aunque al principio rechaza la idea, termina por ser víctima de la curiosidad y hace esfuerzos indecibles por conocerlos. Empieza conociendo a la familia del padre, un alcohólico que le repugna, pero que parece que la quiere. La familia paterna se siente avergonzada de haberla entregado. Pero la madre no le responde.

Freddie continúa dando viajes a Seúl en diversas capacidades. Pero lo que busca allí es lo mismo que tiene en Francia, gente que se comporte como ella y tras un flirteo con un mercader de armas francés, se convierte ella en una agente del mismo y esto la sigue llevando de regreso a Seúl. Finalmente, la madre accede a encontrarse con ella. Ahí se desarrolla una trama que llevará al desenlace final.

Este es un filme sobre el despertar de una identidad tanto étnica como emocional. Freddie parece ser amada por sus padres, bien integrada a la cultura francesa y con parejas francesas. Pero algo la muerde por dentro. Es también la búsqueda de la aceptación de los padres biológicos y quizá también de su país de origen, el cual tuvo que abandonar sin tener ella voz en el asunto. Va en busca del afecto perdido. De encontrar paz consigo misma.

El filme se desenvuelve a paso lento, a veces quizá excesivamente lento, para ir dando toda la transformación emocional de Freddie a partir de situaciones, gestos y actitudes. No hay explicaciones innecesarias, el director no editorializa ni suelta arenga.

Quizá el filme refleje el conflicto del propio realizador, Davy Chou (Francia, 1983), un hombre de origen camboyano, cuyos padres llegaron a Francia poco antes que el Khmer Rouge arrasara con ese país. Este es el tercer largometraje de Chou y en los dos anteriores Diamond Island (2016) y Golden Slumbers (2011) trata sobre temas de la Camboya que nunca conoció. Dirige bien, se toma su tiempo, a veces demasiado, pero no utiliza recursos baratos.

Park Ji-min debuta como Freddie y actúa con naturalidad un papel difícil, ya que Freddie es a veces un personaje muy desagradable y otras veces es alguien que inspira lástima, sin embargo mantiene un expresión dramática muy acertada todo el tiempo. Hace al personaje creíble y nos enfrenta a su drama.

Leo y Remi son dos jóvenes que apenas entran en la adolescencia. Viven en una zona rural del norte de Bélgica, en la frontera con Holanda. Tienen una larga amistad que se refuerza por la soledad del lugar. Acuden a la misma escuela, Leo a veces ayuda a sus padres en las labores del campo, son cultivadores de flores, y el resto del tiempo se lo pasa en casa de Remi.

Sus juegos inocentes tienen, sin duda, un subtexto sexual del que no parecen estar completamente enterados. Un día en la escuela unas niñas les insinúan que ellos son “pareja” y Leo se paraliza y comienza a alejarse de Remi y se apunta en el equipo de hockey local para reafirmar su masculinidad. Remi, un muchacho sensible que toca el oboe, se siente rechazado y le duele la actitud de su amigo, quien bruscamente deja de visitarlo en la casa.

Tienen un altercado en la escuela, iniciado por una rabieta de Remi y más adelante ocurre un hecho lamentable que separa definitivamente a los jóvenes. A partir de ahí, el filme entra en una exploración de la personalidad de Leo, quien lucha con un inmenso sentido de culpa y comienza a tratar de encontrar su propia identidad, a definirse como adolescente, a buscar sus intereses y sin proponérselo, a realizar una introspección seria de su personalidad.

Close es un estudio sobre la búsqueda de la identidad de un adolescente a quien sus propios instintos le sorprenden. El filme lo hace también tomándose su tiempo, sin tratar de dar respuestas convencionales y fáciles, explora con profundidad y evita el didactismo. No busca mostrar conflictos extremos, tanto la familia de Remi como la de Leo son entidades estables, los padres son comprensivos y afectuosos, lo cual acentúa la individualidad del conflicto. Está el subtexto de la homosexualidad, pero sin acusaciones ni monsergas sociales ni mucho menos socialeras.

Lukas Dhont (Ghent, Bélgica, 1991), se enfocó en su primer filme Girl (2018), en la historia real de Nora Monsercour, una muchacha transgénero que quiere hacer carrera como bailarina. Este le valió el premio Caméra d’Or en Cannes por la mejor ópera prima. En Close, un filme más maduro y mejor realizado dirige con un estilo directo y sin muchos afeites y alcanza una excelente narrativa dramática carente de excesos. Se le nota un poco una deuda con el estilo de los hermanos Dardenne, sus coterráneos, incluso utiliza a la excelente Emile Dequenne, quien actuó en Rosetta, dirigida por ellos. Aquí hace un papel breve pero intenso, como la madre de Remi. Close le valió a Dhont el Gran Premio del Jurado de Cannes, compartido con Claire Denis, así como una nominación al Oscar para mejor película extranjera.

La narrativa descansa mucho en la imagen y no en el diálogo, haciendo un uso excelente de los recursos puramente cinematográficos. Las actuaciones de Eden Dambrine como Leo, en su primer papel cinematográfico y de Gustav De Waele, quien ya se había revelado como actor en la televisión belga, como Remi, son excelentes, obviamente muy bien conducidos por Dhont.

Close es un filme sin pretensiones, que descansa en el sobrio tratamiento de una temática que, en otras manos, pudo haber sido una insoportable bomba lacrimógena.

Return to Seoul (Francia/Alemania/Bélgica/Corea del Sur/Rumania/Camboya/Qatar, 2022). Dirección: Davy Chou. Guion: Laure badufle y Davy Chou. Dirección de fotografía: Thomas Favel. Con: Park Ji-min, Oh Kwang-rok, Guka Han y Louis-Do de Lencquesaing. De estreno limitado en ciudades selectas.

Close (Bélgica/Holanda/Francia, 2022). Dirección: Lukas Dhont. Guion: Lukas Dhont y Angelo Tijssens. Dirección de fotografía: Frank van den Eeden. On: Eden Dambrine, Gustav De Waele y Emile Dequenne. Disponible en la plataforma de Amazon. Todavía en algunas pantallas de ciudades selectas.

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