La maldición de Casandra

En la secuencia inicial de Promising Young Woman, vemos a una joven sentada sola, en un club nocturno, rodeada del reflejo de luces estroboscópicas, de parejas que bailan y de varios grupos de hombres que conversan y la miran intrigados y con intenciones de fácil conquista, porque Cassandra (Cassie), que así sabremos que se llama, está completamente ebria o drogada.

Finalmente, uno de los jóvenes de un grupo, la aborda y la lleva a su casa, “a tomar algo más”. No muy poco a poco procede a intentar tener sexo con ella a pesar de sus débiles negativas hasta que ella de pronto se muestra sobria y en control de si misma y de la situación, poniéndose en ventaja en la lucha. Tras un corte, la vemos caminando al amanecer mientras se come un donut de chocolate, toda desaliñada y con manchas (¿de sangre, o de chocolate?) en su blusa.

Luego se nos va informando que Cassie dejó la carrera de medicina tras un “incidente” y trabaja en una casa de café pequeña, en donde gana tan poco dinero que aun vive con sus padres.

Lo cierto es que Cassie ha decidido permanecer en su pueblo, cerca de la universidad donde estudió, para llevar a cabo sus planes que se originan con el “incidente”, que no fue más que la violación de una amiga íntima, por parte de un grupo de jóvenes estudiantes de medicina. La mayoría fueron observadores activos y uno de ellos el perpetrador.

Cassie lleva un registro de sus venganzas. Es obsesiva. No sabemos si ha matado a alguno de los participantes, pero luego vemos que solo quiere maldecirlos devolviéndoles la humillación y dejando que la sufran en vida, o que, al menos, les invite a reflexionar. Su objetivo mayor es el perpetrador, que había abandonado el pueblo para hacer una especialidad, pero que ha regresado a ejercer la medicina en el hospital cercano y, además, a casarse.

Tras conocer a Ryan, un cirujano pediatra de su mismo curso, Cassie a pesar de su rechazo a comprometerse emocionalmente, se va aflojando y enamorando de este y parece empezar a desistir de continuar con su venganza, pero tras un hecho sorpresivo las cosas vuelven a cambiar (esto es un poco predecible, porque el cambio positivo ocurre a mitad del filme y sabemos que las cosas no pueden arreglarse así como así), Cassie vuelve a su compulsiva tarea, decidida a desafiar y a cobrárselas al patriarcado.

Contar más arruinaría todo, porque este filme, aparte de ser un alegato en contra de la mujer como objeto sexual, de la falta de conciencia de los hombres respecto a sus ultrajes y de la falta de credibilidad que el sistema concede a las mujeres, es una narración en tono de thriller, con una tensión muy bien mantenida.

Enerald Fennell (Londres, 1980), es una actriz (The Crown, The Danish Girl) que hace su debut como directora de largometraje con este filme, en el cual dirige su propio guion y hace una pequeña e irónica presencia ante la pantalla. Desarrolla el argumento dentro de los cánones convencionales del thriller, lo cual reduce significativamente lo que pudo haber sido un gran sermón sobre la fragilidad social de la mujer respecto al acoso sexual, pero a la vez, hace su denuncia más efectiva, al ser menos machacona. El guion es lo mejor de la película, porque a pesar de que en varias ocasiones reta la suspensión de la credibilidad con situaciones poco plausibles, está tan perfectamente diseñado que funciona a bien a pesar de todo. Mantiene el elemento de sorpresa incluso cuando pensamos que sabemos lo que va a pasar. Tiene filo.

El nombre de Cassie no está escogido en vano. Como Casandra, la sacerdotisa troyana condenada a profetizar la verdad para no ser creída por nadie, el mensaje de Cassie cae muchas veces en oídos sordos y mentes cerradas, pero a diferencia de la griega, esta misionera de la venganza va a hacerse oír de manera violenta.

La película se apoya en la extraordinaria actuación de Carey Mulligan que aparece en casi todos los planos del filme. Mulligan tiene el don de proyectar una ingenuidad perversa, como una Lolita maldita, que pasa de la ofuscación, a la seducción y a la indignación de una manera natural. Ya lo había demostrado en An Education y en Never Let Me Go. Es mucho más que una joven y prometedora actriz. Bo Burnham es el otro actor que se destaca en el papel de Ryan, el cirujano pediatra que enamora a Cassie.

La fotografía de Benjamin Kracun (Monsoon), es convencional en sus tonalidades, pero eficiente y dentro de los límites del thriller. No hay necesidad de efectos especiales.

Sin ser un filme extraordinario, Promising Young Woman resulta una obra fresca y bien lograda dentro del lúgubre panorama del cine comercial actual y en particular, el del thriller.

Promising Young Woman (EEUU/Gran Bretaña, 2020). Guion y dirección: Emerald Fennell. Director de fotografía: Benjamin Kracun. Con: Carey Mulligan Bo Burnham, Adam Brody, Clancy Brown y Allison Brie. De estreno en las salas abiertas y virtualmente. Disponible además en Amazon Prime y On Demand.

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