Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Béisbol: Grandes Ligas

Un vuelco brutal

Si en la temporada de 2005, Contreras era el rostro del fracaso y Liván el del éxito, ahora los papeles se han invertido.

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De un año a otro la vida puede dar un vuelco brutal, al menos en el béisbol de Grandes Ligas.

Por estos mismos días, pero en la temporada de 2005, las carreras de Liván Hernández y José Ariel Contreras tomaban rumbos completamente opuestos a los que exhiben en la actualidad.

Hernández había comenzado a todo tren y su primera mitad de campaña fue tan exitosa que se ganó un puesto en el equipo que representó a la Liga Nacional en el Juego de las Estrellas.

En resumen, el lanzador de los Nacionales de Washington terminó con balance de 15-10 y 3,20 de efectividad, para completar uno de sus mejores desempeños en el mejor béisbol del planeta.

Contreras, por su parte, continuaba arrastrando los males que obligaron a los Yankees de Nueva York a deshacerse de él y enviarlo a los Medias Blancas de Chicago, que no sabían qué esperar del pinareño.

Un momento de oro

Una primavera más tarde, los papeles se han invertido con igual precisión. Hernández atraviesa por uno de sus peores comienzos de año y al momento de redactarse este artículo presentaba balance de 1-4 con pésima efectividad de 6,29, mientras que Contreras vive un momento de oro.

La ex estrella del equipo Cuba está en una racha soberbia al ganar su partido consecutivo número 13 desde la campaña pasada y se ha convertido en el primer lanzador de la Liga Americana que alcanza los cinco triunfos sin la sombra de un fracaso.

Luego de un comienzo incierto en 2005, Contreras fue el hombre que salvó a los Medias Blancas de una posible debacle en la segunda mitad y, sin duda, la figura grande del equipo en los play-offs.

"José está inspirado en este momento", señaló el piloto venezolano de los Medias Blancas, Ozzie Guillén. "Cuando su recta está funcionando, es sensacional y hace un trabajo tremendo".

Sin hacer mucho ruido, Contreras —elegido como el mejor pitcher de abril en el joven circuito— alcanzó los 40 triunfos en su carrera profesional y ha sido un pilar para que los Medias Blancas comanden sin apuros la cima de su división.

Si Chicago clasifica de nuevo a la postemporada, mucho de ello será gracias a Contreras.

Por el contrario, si los Nacionales no llegan a ninguna parte —como parece ser—, significará que el hermano de El Duque no pudo darle un giro positivo a su campaña con el equipo de la capital estadounidense.

A pesar de todo, Hernández ha demostrado tener un brazo de acero y una durabilidad enorme. Todavía la temporada es muy joven y queda tiempo para enmendar errores, pero generalmente los clubes que llegan a junio y julio en mejores condiciones son los que se distribuirán los puestos en octubre.

Y como dice un viejo proverbio del béisbol: los equipos se comportan según lo hagan sus ases.