Ir al menú | Ir al contenido

Actualizado: 01/05/2024 21:49

Cuba en la prensa

Montaner: Castro intenta 'organizar el postcastrismo a marcha forzada'

Selección diaria de la prensa internacional

"Caracas se estremecerá con la muerte de Castro"

"…El escritor, periodista y político cubano Carlos Alberto Montaner se atreve a señalar que en Cuba se impondrá, 'cuando llegue la hora de la libertad, una democracia sosegada y próspera que en el curso de una generación puede situarse, junto con Chile, a la cabeza de la América Latina…'".

"Reconoce su deseo de participar activamente en la reconstrucción del país y no cree que bajo la oferta de ayuda para la transición, formulada por el gobierno de George Bush, se oculten designios imperialistas: 'La peor pesadilla de un presidente norteamericano es la anexión de Cuba: a los tres días el 90% de la población cubana estaría instalada en Estados Unidos…'".

"…Periódicamente se anuncia la muerte de Fidel Castro porque es una noticia ansiosamente esperada por todo el mundo (incluidos sus partidarios, que son los que más ansiedad padecen) y surgen indicios que apuntan en esa dirección…".

"…Evidentemente el propio Fidel es culpable de los rumores sobre su salud. Es obvio que está intentando organizar el postcastrismo a marcha forzada y actúa así porque presiente su muerte. Aplasta a los reformistas, expulsa empresas extranjeras, persigue con más saña que nunca a los demócratas de la oposición y obliga a su hermano Raúl a decir públicamente, en un discurso leído, que tras la muerte del máximo líder también desaparecerá el liderazgo caudillista y el partido será el que gobierne…".

"…Con el proceso de reestalinización del Partido, Castro quiere evitar cualquier veleidad reformista dentro de sus filas. Hoy sus peores enemigos no son los disidentes, pues los tiene férreamente controlados, sino los revolucionarios que desean cambios (…) cuando muera (…) comenzará un dificilísimo reajuste en la cúpula de poder".

"…Raúl Castro heredará la autoridad, pero probablemente de forma dividida (…) Un personaje como el canciller Felipe Pérez Roque, que se presenta como un clon del comandante y jura que no tiene otras ideas que las de su jefe, jugará el papel de cabeza política, Carlos Lage seguirá siendo el atribulado administrador del manicomio y Raúl Castro mantendrá el control de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior por medio del general Colomé Ibarra, un compinche tan íntimo de Raúl que hasta han pactado que los entierren juntos muy cerca de la tumba de Antonio Maceo (…)".

"…Esa dirección colegiada durará poco (…) La cúpula dirigente está desmoralizada y la sociedad se siente abrumadoramente desencantada con el colectivismo y la dictadura. Después de medio siglo de fracasos, miseria y racionamiento, hay que ser un idiota profundo para creer que algún día mejorará la situación".

"…Los coletazos de la muerte de Castro no sólo se sentirán en La Habana. Caracas también se estremecerá. Chávez quedará en el mayor desamparo político y se convertirá en un factor de división entre los dos países. Castro y Chávez sueñan con federar a los dos países, pero tienen miedo a la reacción en ambas naciones".

"…Los cubanos de a pie tampoco quieren a Chávez porque sienten un gran resentimiento ante el trato que obtienen los venezolanos que van a la isla para recibir atención médica o adiestramiento político y paramilitar. Esos venezolanos, gracias a sus privilegios, colaboran con el humillante apartheid que sufren los cubanos de base, aquellos apartados de la vida muelle que disfruta la clase dirigente".

"…Con toda razón los venezolanos ven al Gobierno cubano como una insaciable sanguijuela, empeñado en mantener un sistema totalmente improductivo (…) Ser una colonia es siempre incómodo, pero ser una colonia de una fracasada dictadura bananera del Tercer Mundo es un insulto. Los venezolanos, incluso los chavistas, no entienden por qué tienen que pagar esa enorme factura cuando el 60% de su sociedad es terriblemente pobre".

Roberto Giusti, entrevista, El Universal, Venezuela

16 de julio de 2006

El Gobierno español mira ya al poscastrismo

"'Para España, el que tiene que decidir es el pueblo cubano', responde un diplomático con competencias sobre las relaciones con Cuba, cuando se le pregunta por lo que está haciendo el Gobierno frente al 'desenlace fisiológico' del régimen de Castro…".

"Pero de ahí a decir que España sea un observador pasivo de la transición cubana va un gran trecho. En Madrid se considera que la sucesión de Castro ya está abierta..."

"Todo el esfuerzo asumido en la Unión Europea para flexibilizar una posición común que sólo condujo a neutralizar a los embajadores en La Habana se ha explicado de modo oficial, precisamente, por la necesidad de mantener abiertos los canales de comunicación con las autoridades cubanas, sin perder los de la oposición, cuando existe la posibilidad de que los acontecimientos se aceleren en cualquier momento".

"La diplomacia española cultiva especialmente a (…) dos personalidades (…), que son vistas como centrales, y quizá alternativas, en el proceso que se abrirá tras la desaparición del viejo líder cubano. Pérez Roque podría ser el timonel de la nueva etapa si Raúl Castro, el hombre del aparato militar, falleciera antes del tránsito o fuera apartado del proceso por su propio hermano".

"Las visitas de altos cargos del régimen cubano a España son más frecuentes de lo que informan los medios, y cada escala suele implicar una entrevista con representantes del gobierno. El mensaje que se le transmite ha sido explicado al Parlamento por el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos: España quiere para Cuba un futuro de democracia y pluralismo, pero también de reformas, sin convulsiones ni estallidos de violencia…".

"El gobierno estudia (…) los medios y alternativas para realizar la política de apoyo a la democracia, a través de sus relaciones con el régimen y de sus contactos con la oposición".

"Al menos en este segundo campo, hay una línea de continuidad con la actuación del gobierno precedente, que se concreta en el rechazo explícito de que el proceso sea protagonizado por el exilio…".

"Una tercera pata se apoya en las relaciones con EE UU…".

"Cuba sigue siendo (…) un punto claro de divergencia, ya que Washington impone la presión donde Madrid trata de mantener abierto el diálogo (…) Pero la diplomacia española es consciente de que la transición cubana necesitará de un apoyo internacional, en el que EE UU tendrá un papel relevante, junto a los grandes países de la región, como México".

"En coherencia con sus propios postulados, el gobierno español tendrá que esforzarse por moderar la intervención estadounidense en el proceso, y para ello puede contar con los oficios de personalidades como Mel Martínez, el ex ministro de Urbanismo de Bush que hoy copreside el Consejo España-EE UU. Martínez ha mostrado cierta apertura al enfoque español de no cortar los puentes".

Peru Egurbide, El País, España

16 de julio de 2006

© cubaencuentro

En esta sección












Subir