Ir al menú | Ir al contenido

Actualizado: 25/04/2024 19:17

Rusia

Periodismo de luto

El asesinato de Anna Politkóvskaya y la represión oficial contra la prensa rusa.

Mientras Rusia llora a su periodista más valiente, Anna Politkóvskaya, asesinada en la vía pública por un sicario a sueldo, sus colegas aseguran que su violenta muerte es un intento de sus enemigos para acallar sus demoledoras críticas al Kremlin por las violaciones de los derechos humanos en Chechenia y a la política oficial en general.

En los días que siguieron al crimen perpetrado el pasado 7 de octubre, todos los boletines de noticias de la radio y la televisión rusas señalaron como "el principal motivo de su muerte" los reportajes donde Politkóvskaya denunció una y otra vez la situación en Chechenia y criticaba abiertamente la política del gobierno.

Oleg Panfilov, del Canal Uno de televisión, la describió como "la conciencia del periodismo ruso" y agregó: "fue su nombre el que siempre venía a mi mente cuando me preguntaban si en Rusia existía el periodismo honesto". Por su parte, el secretario general de la Unión de Periodistas Rusos, Igor Yakovenko, describió la muerte de Anna Politkóvskaya como "un duro golpe en el corazón del periodismo ruso".

"Ella no sólo era una periodista justa, sino una activista de los derechos humanos que siempre se puso al lado de los débiles", dijo por su parte Yuliya Latynina, en su programa semanal de Radio Ekho.

Vitaly Yaroshevsky, su jefe en el diario Novaya Gazeta, donde Anna solía publicar sus trabajos, informó: "Politkóvskaya estaba terminando un artículo sobre la tortura en Chechenia que debía haberse publicado el lunes después de su muerte". Y vaticinó: "ellos (el gobierno) no encontrarán a los asesinos".

¿Quién era Anna Politkóvskaya?

Esta periodista rusa obtuvo reconocimiento internacional por sus apasionados reportajes sobre el conflicto de Chechenia, en los que denunciaba los abusos a los derechos humanos, y se hizo famosa por su libro titulado La Guerra Sucia, en el cual recogió sus experiencias como corresponsal durante el conflicto en el Cáucaso, que comenzó en 1999.

En 2004, Politkóvskaya ganó el Premio Olof Palme dedicado a los trabajos a favor de los derechos humanos "y su coraje y valor al trabajar en circunstancias difíciles y peligrosas".

Nacida en 1958 y graduada como periodista en la Universidad de Moscú en 1980, trabajó en el periódico soviético Izvestiya por más de una década. En 1999 se unió a Novaya Gazeta, uno de los pocos periódicos nacionales rusos que tomaron una línea editorial crítica con el Kremlin.

En julio del año 2000 escribió uno de sus más conocidos artículos, titulado "En el Infierno", donde describe la capital chechena, Grozny: "Las ruinas de la ciudad son como una nueva montaña en el Cáucaso, hambre al estilo africano, niños casi en los huesos… las calles vivientes llenas de ojos muertos. Gente loca y medio loca. Calles donde se tropieza con las armas, minas donde quiera, explosiones permanentes, desesperanza".

Fue una de las pocas personas que entraron al teatro en Moscú en octubre de 2002, cuando los rebeldes chechenos tomaron cientos de rehenes para negociar. En 2004 trató de llegar a Beslan cuando los chechenos tomaron la escuela, pero durante el vuelo alguien le dio comida envenenada y cayó gravemente enferma.

Ese mismo año publicó su libro La Rusia de Putin: La vida en una fallida democracia, en el que describe a Rusia como un país donde los derechos humanos son rutinariamente bloqueados. Su último artículo publicado en Novaya Gazeta, el 28 de septiembre, es una condena a las milicias pro-Kremlin que operan en Chechenia, como parte de la política de chechenización de Moscú.

El imperio de la prensa rusa

En su primer año de gobierno (2000), el presidente ruso Vladimir Putin dejó las cosas bien claras: "el Kremlin quiere tomar el control de las principales cadenas de televisión y con este apoyo favorecer la nueva ideología". Esa "ideología" la expuso a su vez la empresa de publicidad monopólica estatal Video International, que decía: "hágase rico, pero nunca olvide su deber de apoyar los intereses del Estado".

En aquel año, la prensa recibió además una poderosa advertencia en la voz del portavoz del Kremlin, Sergei Yastrzhembsky: "sólo la prensa que apoye los intereses del Estado será tolerada". Esta fue la consigna durante la guerra de Chechenia, ratificada por el entonces ministro de Prensa Mihkail Lesin, quien dijo: "durante largo tiempo la prensa estatal se dirigió de manera caótica. Ahora el Estado trata de unificar todos los recursos y controlar su desarrollo".

En este camino, el mismo presidente Putin dio la sentencia definitiva cuando advirtió a quienes se oponían a esta política: "la prensa no debe convertirse en un instrumento de desinformación y lucha contra el Estado", y lamentó que las estaciones de televisión y los periódicos promovieran los intereses políticos de sus dueños a fin de reforzar su influencia. También predijo: "se avecinan tiempos difíciles para los oligarcas de la era Yeltsin".

De esta manera, el Kremlin cambió de un plumazo las reglas del juego de la prensa rusa; pero ¿en qué consistían las nuevas reglas de juego?

Antecedentes

En 1996, la prensa formó un frente común a favor de la campaña de reelección de Boris Yeltsin, quien conservó su puesto y los medios que le respaldaron ganaron enormes beneficios. Pero en 1999 estaba claro que una alianza similar era imposible. Entonces la prensa comenzó a tomar posiciones. De un lado, Berezovsky (ORT) se puso al lado de "la familia" (Kremlin), mientras que Gusinsky (NTV) optó por el dúo Luzhkov-Primakov. Es el momento en que Yeltsin anuncia a su "heredero", el chequista Vladimir Putin, joven, fuerte y decidido a aniquilar la corrupción, poner orden y restablecer la Gran Rusia.

En este contexto aparecen los ataques de las guerrillas chechenas y con ello se desencadena una operación militar que tuvo como telón de fondo explosiones en edificios de apartamentos en Moscú. El público pidió "respuesta enérgica" a la violencia. El héroe de estas jornadas fue Vladimir Putin, cuya popularidad subió como la espuma en una carrera que lo llevó al sillón presidencial el 26 de mayo de 2000.

Pero la campaña de Chechenia fue también el primer test de lealtad para la prensa rusa. Las autoridades utilizaron ampliamente la retórica patriótica y señalaron a los periodistas "su deber". El secretario del Consejo de Seguridad, Sergei Ivanov, dijo: los periodistas deben ser "patriotas" y "tomar parte en la guerra contra los terroristas chechenos", y advirtió que se tomarían medidas contra quien procediera de otra manera. Y aquí comenzó la guerra entre Putin y la prensa que se le oponía.

Los canales RTR (estatal) y ORT, de Berezovsky, enseguida presentaron la guerra como una "operación victoriosa", pintando un escenario positivo para la campaña. Los medios que no suscribieron este cuadro fueron presentados como enemigos de Rusia.

¿Cómo es ahora la prensa rusa?

En los últimos años, el Kremlin se ha asegurado un mayor control sobre las redes de prensa nacionales más importantes: Canal Uno, RTR y NTV, y las organizaciones internacionales han denunciado que como consecuencia los reportajes independientes en estos medios han desaparecido prácticamente.

Para lograr este virtual monopolio, el Kremlin abrió sendos procesos judiciales contra dos de los mayores magnates de la prensa, Boris Berezovsky y Vladimir Gusinsky, y actuando a través de dos de sus gigantes grupos petroleros, Gazprom y Lukoil, el poder central tomó control sobre NTV en 2001 y ordenó la clausura de TV6 en 2002.

Esta última cadena televisiva (TV6) fue reemplazada por TVS, que fue el único canal nacional independiente que quedó en Rusia hasta que el Kremlin la sacó del aire en 2003 aduciendo razones financieras.

El mercado de difusión de radio y televisión en Rusia es muy competitivo y las cadenas propiedad del Estado, o influenciadas por éste, atraen la mayor audiencia. Cientos de estaciones de radio abarrotan el dial y las redes estatales tradicionales compiten con las estaciones de música basadas en razones comerciales.

Por si fuera poco, el Estado lanzó en 2005 un canal satélite en idioma inglés (Rusia Today), cuyo objetivo es presentar "una perspectiva rusa en las noticias globales".

En años recientes, el conflicto en Chechenia ha sido el motivo que ha esgrimido el Estado para atacar la libertad de prensa. Muchos periodistas han sido asesinados y otros han desaparecido, o han sido secuestrados, acosados o físicamente amedrentados. Los reporteros que informan de manera independiente sobre Chechenia o sobre las corporaciones de élite que intervienen en la política han corrido peor suerte.

La organización Reporteros Sin Fronteras ha denunciado "la creciente violación de la libertad de prensa en Rusia" y ha acusado al presidente Putin de mantener una política de "ausencia de pluralismo en la información y de intensificar las amenazas contra los periodistas".

Características de la prensa rusa

En Rusia hay unos 600 canales de televisión, pero sólo unos pocos tienen licencia para transmitir a toda la nación, entre ellos sólo tres —Canal TV (RTR), Canal UNO y NTV— están considerados "importantes" por las élites políticas y financieras rusas.

El Canal TV es muy importante por tres razones. Era la cadena del partido comunista, conocido como "el primer botón", y presentaba la versión oficial de las noticias. Los rusos tienen el hábito de ver sus noticias aquí. En segundo lugar, sus transmisiones cubren el 98% del territorio nacional e incluso llega a muchas ex repúblicas soviéticas. Y por último, estos canales encabezan el rating de programas de entretenimiento y analíticos.

NTV alcanza a casi toda la nación y es el más profesional de Rusia. Punto de referencia para los jóvenes y la parte más activa de la sociedad, su team de profesionales y su avanzada tecnología le hacen una de las más modernas de Europa. Sus transmisiones cubren sólo el 70% del territorio ruso, pero cientos de canales regionales reproducen su señal y junto con otros socios llega a más de 600 ciudades rusas. También fue el primer canal que lanzó su propio satélite, Bonum-1.

El holding VGTRK, creado por decreto presidencial en 1998, incluye el canal RTR, cuya transmisión se completa con la de NTV y juntos llegan a toda Rusia. También posee el canal Kultura y controla 68 estaciones regionales estatales y 100 centros de retransmisión para televisión y radio.

Los expertos estiman que VGTRK es centro de un poderoso y unificado holding estatal donde en el futuro podría estar agrupada toda la prensa; o sea, una especie de sucesor de la Televisión Central de la era soviética.

© cubaencuentro

Relacionados

Muerte en el ascensor

Manuel Díaz Martínez , Gran Canaria | 13/10/2006

Subir


En esta sección

Dilemas de la guerra

Rafael del Pino , EEUU | 13/04/2022

Comentarios



Una oferta muy peculiar

Waldo Acebo Meireles , Miami | 06/04/2022

Comentarios


Rusia, la URSS y el petróleo

Alejandro Armengol , Miami | 04/04/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (III)

Ariel Hidalgo , Miami | 31/03/2022

Comentarios


Sobre la guerra en Ucrania

Rafael del Pino , EEUU | 28/03/2022

Comentarios


Una opinión experta

Waldo Acebo Meireles , Miami | 23/03/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (II)

Ariel Hidalgo , Miami | 21/03/2022

Comentarios


La calle del espía

Alejandro Armengol , Miami | 18/03/2022

Comentarios


La madre de todas las conspiraciones (I)

Ariel Hidalgo , Miami | 16/03/2022

Comentarios



Subir