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Actualizado: 17/05/2024 12:58

Sudamérica

Política y bambalinas

¿Cuál es el significado real de los acuerdos gasíferos entre Brasil y Bolivia? ¿Trabaja Lula para relanzar el papel regional de su país?

Según un experto en energía, el boliviano Carlos Delius, el presidente Evo Morales logró en sus recientes negociaciones con su homólogo Inácio Lula da Silva menos de la quinta parte del monto que se trazó. Sólo 1,2 millones de metros cúbicos de gas que envía diariamente a la termoeléctrica de Cuiabá —de un total de 27 millones a Brasil— subieron de precio.

El gobierno boliviano creyó que lograría 5 dólares por cada millón de BTU (Unidad Térmica Británica), similar a la cotización que paga Argentina. Sin embargo, la diplomacia de La Paz sólo obtuvo 4,20 dólares por los suministros a la termoeléctrica, mientras el resto continuará pagando esta misma cifra.

De acuerdo con el ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Villegas, a los 44 millones de dólares anuales de Cuiabá, se añadirán 100 millones promedio que generará el combustible asociado al gas (etano, propano y butano), que hasta ahora el gigante sudamericano aprovechaba gratuitamente.

Rechazar esta suerte de nivelación hubiera sido inaceptable dentro de la izquierda que Lula representa. Y sobre Cuiabá, los propios funcionarios cariocas aseguraban que lo que cancelaban —1,09 dólar— era demasiado bajo. En 2006, Bolivia exportó a Brasil 1.260 millones de dólares.

Con razón sostiene Delius que, en lo que a gas respecta, "no quedaba otra que hacer un arreglo". En Bolivia, instituciones vinculadas a los hidrocarburos refieren que si bien lo alcanzado fortalece las relaciones bilaterales, "tiene que conducir a mejores negociaciones en el futuro".

En declaraciones a Encuentro en la Red, el periodista boliviano Guillermo Capobianco destaca la previa y excelente negociación gasífera con Argentina, vigente por veinte años. Sin embargo, en relación con Brasil habla de una solución "inteligente" que, por cierto, aparece sólidamente más allá del gas.

El articulista del periódico El Deber, de Santa Cruz de la Sierra, resalta que La Paz "tensionó a la hora de la última negociación", "amenazando con suspender la visita de Estado".

Detrás del telón

Como suele abundar en política, el movimiento de alfiles en torno al gas no cubre toda la liza. Si para Brasilia la concesión resultaba inevitable, ésta se estructuró como "antesala de una contrapartida política", muy ligada a la "aspiración [brasileña] de convertirse en un líder regional", dijo Paulo Baia, catedrático en la Universidad Católica de Sao Paulo, a La Nación, de Buenos Aires.

Escuchar a Baia significa que el Palacio de Planalto parece decidido —al fin— a rescatar su condición de potencia regional y atraerse definitivamente al díscolo Morales. Si en materia de gas no fue dadivoso, en otros planos recompensó con creces a La Paz.

Lula quiere una zona de socialismo sin estridencias que él mismo encabezará, pero en lucha sorda contra el populismo duro de Hugo Chávez y en sui géneris dinámica con sus petrodólares.

Varios factores indican que la lucha se desplegará en la semipenumbra y con pasos muy medidos, si pensamos en los territorios de afinidad ideológica Lula-Morales-Chávez y en la necesidad que a la vez tiene el gigante sudamericano de involucrase en los programas energéticos venezolanos.

Por lo pronto, Brasil se comprometió a reducir a cero sus aranceles de importación de productos bolivianos, y anunció que propondrá a socios del MERCOSUR como Argentina, Paraguay, Uruguay y la propia Venezuela, a que sigan su ejemplo.

Luego de firmar en Brasilia un comunicado conjunto, Lula afirmó que como parte de la integración se contemplan áreas productivas "que garanticen empleo para muchos bolivianos". Capobianco enfatizó a Encuentro en la Red sobre la planta petroquímica que se programa, la cual "revolucionaría la agropecuaria y la industria boliviana", manifestó.

Sabedora además de que el incremento de ingresos más inmediatos se traduce en una ventaja frente a las prometidas inversiones de Caracas, la diplomacia en Itamaraty no olvida el estruendoso fracaso de Chávez al intentar un puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, lo cual reforzó los ya viejos anhelos brasileros de ocupar una silla definitiva en dicha instancia.

Contexto del acuerdo

Los tratados Bolivia-Brasil tienen lugar cuando en Sao Paulo se espera para el 9 de marzo próximo el arribo del presidente George W. Bush, quien tendrá en Brasilia el sitio más importante de su gira latinoamericana, facturada también para asordinar las voces de quienes aseguran postergación u olvido de la zona por parte de Washington.

Más que interlocutor ante EE UU, Lula quisiera convertirse en vocero-líder capaz de destrabar los probables obstáculos que provoque la presencia de Venezuela en MERCOSUR frente a propuestas negociadoras de Washington.

Si en opinión del canciller Celso Amorím, el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio para las Américas, auspiciado por la Casa Blanca) sería difícil de resucitar, se podrían intentar, en el marco de la entidad comercial, acuerdos que tengan como modelo el esperanzador tratado sobre etanol, combustible que su país utiliza a gran escala en los automóviles.

Sin duda que dicha fuente impactará positivamente tanto en la economía regional como en los graves problemas ambientales que acosan a la humanidad. Brasil y EE UU producen el 70% de etanol en el planeta. Una exitosa alianza EE UU-Brasil en este tema lesionaría a futuro el poder regional de Venezuela y generaría una ancha gama de consecuencias que, a propósito, incluiría a Cuba.

De vuelta al gas: un detalle

Definitivamente hay que aceptar que si la nivelación del precio fue precaria, lo que rodeó al gas muestra honduras "geopolíticas" en "favor del gobierno de Evo Morales", como reconoció el ministro de Minas y Energía de Brasil, Silas Rondeau.

Advertido del propósito en conjunto de su vecino, que sin duda lo beneficia, el propio Morales dejó claro: "Reconocemos el liderazgo de Brasil en la región".

Con el tiempo y recobradas las confianzas, se ha entrevisto la posibilidad de que Brasil se comprometa a comprar el doble de gas que adquiere en la actualidad. Pero "todo el proyecto dependería de la existencia de reservas probadas de gas en Bolivia", cuestionó el presidente de la estatal Petrobrás, José Sergio Gabrielli.

El asunto de las reservas bolivianas, que pocas veces se trae a colación, quizá sea mucho más que un detalle. Recientemente el profesor universitario y consultor de la ONU para temas energéticos, el argentino Ricardo de Dicco, exhortó a "no pensar" que "Bolivia es el Kuwait de Sudamérica en materia gasífera".

Subrayó el experto que la nación andina posee un "poco más de gas natural que Argentina", pero lo que "pasa es que el aparato productivo boliviano no consume gas, y por eso las reservas todavía duran", precisó.

© cubaencuentro

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