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Actualizado: 07/05/2024 1:47

Venezuela

Turismo ideológico

La última gira de Hugo Chávez se ha centrado en el terreno de la política simbólica: forjar una nueva alianza antiimperialista.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha dado otra gira por medio mundo, visitando por dos semanas países escogidos por afinidades ideológicas, o con el objetivo de la compra de armamentos ante las "amenazas" de una invasión estadounidense, según él mismo ha dicho.

Antes de comenzar su periplo, el mandatario declaró en Caracas, el pasado 15 de julio, que se trataba de una gira internacional en "un esfuerzo por salvar al mundo, ayudar a salvar al mundo de tantas amenazas y guerras, de tanta hambre y miseria".

Algunas fuentes comentaron primero que el viaje incluiría una visita a Corea del Norte y hasta que Kim Yong Il saludaría su estancia lanzando un misil intercontinental. Pero lo cierto fue que, sin ofrecer explicaciones, el jefe de Estado de Venezuela suspendió ese destino.

Después de visitar Argentina, su primera escala fue Lisboa, donde no salió del aeropuerto. El primer ministro luso, José Sócrates, tuvo la gentileza de trasladarse hasta allí para conversar con Chávez. Según un portavoz del Ejecutivo portugués, fue un "encuentro de cortesía" y no hubo tiempo de avisar a la prensa nacional y extranjera.

Ya en Bielorrusia cambió el panorama, porque Chávez tuvo como interlocutor a su homólogo, Alexander Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, aunque él cataloga su régimen de "democracia autoritaria".

En Minsk, capital de Bielorrusia, Chávez hizo una declaración que pasó algo inadvertida: "Estoy muy contento de estar acá, porque en esta tierra ya está en marcha el modelo de sociedad que nosotros queremos para Venezuela".

El periodista venezolano Adolfo P. Salgueiro no perdió oportunidad de citarla en su columna de opinión y aprovechó para recordar la doctrina Lukashenko: "Cualquier intento de desestabilización del país será contrarrestado con drásticas acciones; les torceremos el cuello a aquellos que lo hagan y a sus instigadores. Las embajadas deberían estar claras en esto, porque sabemos en qué andan y sus diplomáticos serían expulsados en veinticuatro horas".

Chávez lanzó en Bielorrusia su consigna principal: "la unión" de los países que comparten ideales en la lucha contra "los imperialistas estadounidenses".

En Moscú, tocó el turno de sacar la estilográfica para firmar cheques para la compra de armamentos: 24 cazabombarderos Sukhoi 30, más de 50 helicópteros y una fábrica para producir en Venezuela los fusiles Kalashnikov. Ya Chávez recibió 100.000 del modelo AK-103.

Después de su reunión con el presidente Vladimir Putin, el mandatario venezolano proclamó: "Hemos desmoronado el intento del imperio de los Estados Unidos por desarmar a Venezuela".

En tanto, Putin declaró que Moscú será un "aliado de confianza" y que la cooperación bilateral no "tiene por objeto ponerse en contra de un tercer país", en clara alusión a Estados Unidos.

En una transmisión televisiva desde Qatar, Chávez fue más específico en sus intenciones armamentistas, y dijo que se proponía suministrar armas al presidente boliviano, Evo Morales. "A lo mejor en el futuro Venezuela se convierte en un país exportador de armas", anunció.

El objetivo de la visita a Qatar no estuvo relacionado solamente con la producción petrolífera, porque Chávez también visitó los estudios de la cadena árabe de televisión Al Yazira.

Dos días después de esta visita, se anunció en Sao Paulo una reunión de representantes de Telesur, Cubavisión y Al Yazira para planificar la expansión de la red en Brasil, a través de operadores de la televisión por cable. Para no olvidar el papel que pueden jugar los medios de comunicación en la difusión de la ideología que el mandatario venezolano ha calificado como "el socialismo del siglo XXI".

De platos fuertes

Uno de los platos fuertes de la gira de Chávez fue servido en Teherán. "Este señor es mi hermano y ojalá sea mi compañero de lucha", fue el recibimiento del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.

En Irán, el mandatario venezolano conversó también con el líder supremo de la revolución iraní, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.

Chávez hizo gala de su populismo cuando recibió la más alta condecoración de la República Islámica en la Universidad de Teherán, y dijo que George W. Bush debe estar en contacto con el diablo, ya que "ningún país ha puesto tanto en peligro a la humanidad como lo ha hecho Estados Unidos". Asimismo, calificó a Irán de "tierra de los profetas celestiales, de luchadores, y un lugar histórico donde se cruzan África, Asia y Europa".

Ahmadineyad, por su parte, afirmó que "el archivo de 60 años de crímenes de Israel y su aliado estadounidense está sobre la mesa de los pueblos", y dentro de poco habrá que pedirles cuentas.

Las amenazas más directas las pronunció el ministro de Energía de Venezuela, Rafael Ramírez, quien después de reunirse con su homólogo iraní, Kazem Vaziri Hamane, aseguró que su país estudia la posibilidad de detener el suministro de petróleo a Estados Unidos si este mantiene su actual política hostil hacia Caracas. Esta amenaza, aunque dicha anteriormente por Chávez, alcanzó un significado especial en Teherán, por su confrontación con la comunidad internacional a causa del uranio enriquecido.

A su paso por Hanoi, Chávez ensalzó la victoria sobre el "imperialismo" y comparó al héroe nacional, Ho Chi Minh, con el latinoamericano Simón Bolívar. "Vietnam, con su bravura, derrotó al imperialismo no sólo en el campo de batalla. Vietnam también ha mantenido el socialismo en el campo ideológico", manifestó.

El presidente vietnamita, Nguyen Minh Triet, cuyo país lleva más de una década tratando de mejorar las relaciones con Estados Unidos, se limitó a destacar en tono diplomático "la gran amistad" entre las dos naciones que "comparten muchas similitudes".

En África, el mandatario venezolano visitó Malí. Cuando a principios de este año el Foro Social Mundial convocó una marcha "Contra la guerra y el imperio", una de las actividades principales tuvo lugar en Caracas, y jornadas similares se realizaron en Bamako y Karachi.

Es lógico suponer que durante esta gira Chávez habló también sobre la próxima Cumbre de los No Alineados, a realizarse del 11 al 13 de septiembre en La Habana. La megalomanía del mandatario venezolano es de tal envergadura, que le resulta muy pequeña y limitada la influencia sólo en América Latina.

© cubaencuentro

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