Las formaciones políticas que respaldan la reelección del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, obtuvieron resultados contundentes en las elecciones legislativas que se realizaron el domingo 12 de marzo.

Los seis movimientos que forman el Partido Social de Unidad Nacional, conocido como "La U", ocuparán el 62 por ciento de los 102 escaños del Senado y el 56 por ciento de los 166 de la Cámara de Representantes, con lo que el gobernante colombiano tiene garantizado el dominio de sus seguidores en el nuevo poder legislativo.

Con estas elecciones quedó resuelta la incógnita sobre si la popularidad del presidente Uribe era endosable a los candidatos que lo apoyaban. El resultado de los comicios ha sido una señal de que su reelección avanza sin ningún contratiempo. Ante ese hecho, ratificado en las urnas, el escenario político comienza a girar en torno a nuevos actores y fuerzas, que tendrán sobre sí una enorme responsabilidad en la solidificación de la democracia colombiana.

El surgimiento del Partido de La U como fuerza mayoritaria plantea además a sus dirigentes el reto de fortalecer sus estructuras, de manera que lo que hoy es una victoria "transferida" del apoyo popular al presidente, pueda irse convirtiendo en un movimiento programático e ideológico sólido que ayude a la fortaleza institucional de Colombia.

Crisis en la oposición

El Partido Liberal (PL) fue el gran derrotado en la contienda. Es evidente que los esfuerzos del ex presidente César Gaviria por revivir esa fuerza política se diluyeron en la terca posición belicosa frente al gobierno. El PL llegó a las elecciones sin proponer opciones y el pueblo le cobró tamaña irresponsabilidad.

Crecen ahora las voces que piden, con base en el resultado, entregarle de una vez por todas las llaves del Partido Liberal al presidente Uribe, quien se formó en sus filas. Difícil decisión, y tardía, pues el mandatario hoy ya no las necesita y a lo que se enfrentan los liberales es a la dispersión paulatina hacia la mayoría uribista.

Diferente es la situación del otro perdedor, el Polo Democrático Alternativo, pues si bien no obtuvo el respaldo que esperaba, no cabe duda de que avanzó con firmeza en la consolidación de una fuerza de izquierda democrática, que va ganando espacio en el panorama político colombiano.

El Partido Liberal sufrió una derrota histórica al dejar de ser la primera fuerza del Congreso por primera vez en 50 años, y sumar un 15,29 por ciento, con 17 senadores. Los conservadores son la segunda fuerza del Senado, pero sólo han logrado un 15 por ciento de los votos, pese a haberse pasado a las filas de Uribe. No pueden cantar victoria, ya que en anteriores comicios obtenían cerca del 35 por ciento.

Una fuente cercana al presidente Uribe explicó a Encuentro en la Red que en estas elecciones legislativas "por primera vez se produjo el voto de opinión en las grandes ciudades", porque antes el clientelismo era el factor determinante en las legislativas.

Agregó que "los jóvenes deseaban escuchar argumentos" y que se rompió el clásico caciquismo en las zonas rurales "para votar por tal senador o tal representante".
Así las cosas, surge la pregunta inevitable: ¿Cómo es posible que Álvaro Uribe mantenga la popularidad después de casi cuatro años en el poder?

Resulta necesario citar algunos indicadores acerca de la endémica violencia que ha vivido este país en las últimas décadas y que Uribe, con mano firme, ha logrado superar en lucha frontal con las narcoguerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y neutralizando, en alguna medida, a las fuerzas paramilitares de la derecha.

La misma fuente consultada por Encuentro en la Red opinó que "la victoria de los partidos que apoyan a Uribe muestra que el pueblo está cansado de aquellos que siguieron una política de apaciguamiento frente a la guerrilla marxista".

Seguridad democrática

Algunos antecedentes de la victoria de La U se encuentran en el 14 de febrero de 2005, cuando el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos Calderón (por cierto, un periodista de reconocido prestigio), anunció la disminución de los principales índices de violencia, en porcentajes sin antecedentes en la historia reciente del país.

Al entregar el reporte preliminar del informe de Derechos Humanos del Gobierno, el vicepresidente destacó al respecto, la reducción de los asesinatos durante 2004, en 3.496, hasta alcanzar la tasa más baja de los últimos 18 años (44 asesinatos por cada cien mil habitantes), la reducción del número de masacres en un 52 por ciento, el de sus víctimas en un 49 por ciento, los secuestros en un 35 por ciento y el desplazamiento forzado en un 37 por ciento.

Santos señaló que junto con los resultados de la seguridad democrática, el otro gran logro del gobierno en los derechos humanos se relaciona con la reactivación social, que a su turno se refleja en mejores indicadores.

"En 2003, se obtuvo un crecimiento del PIB de 3,95%, la cifra más alta de los últimos 5 años, y de 3,7% en los primeros once meses de 2004. Esto representa un avance consistente para disminuir la brecha de inequidad, enfrentar la extrema pobreza, garantizar mayor acceso a la salud y a la educación, disminuir los índices de analfabetismo y desocupación y, en general, para mejorar las condiciones de vida de los más necesitados", precisó el vicepresidente.

Las elecciones presidenciales se realizarán en Colombia el próximo 28 de mayo. Uribe parte como favorito, con más del 65 por ciento de las intenciones de voto. Su programa se basa en los resultados de la política de seguridad democrática y también ha prometido la creación del banco de los pobres y borrar a los deudores de los bancos de datos.

La fuente consultada por este diario estimó de "segura" la victoria de Uribe en la primera vuelta de los comicios y que el ex presidente Gaviria, quien apoya a los liberales, sufrirá "una derrota aparatosa, porque ha cometido un craso error en los ataques contra el actual gobernante".

Entre los principales opositores de Uribe se perfilan Horacio Serpa, un curtido político de 63 años, quien aspirará por tercera vez a la presidencia, al ganar la consulta interna del Partido Liberal, y Carlos Gaviria Díaz, de 69 años, ex presidente de la Corte Constitucional y actual líder del Polo Democrático Alternativo, formado por independientes y políticos de izquierda.

Todo apunta hacia una victoria de Uribe en la primera vuelta, porque ha sabido combinar la mano dura contra la guerrilla y otras bandas armadas ilegales, con el respeto de los principios democráticos.

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