Muchos cubanos reciben el discurso de Raúl Castro como un 'cubo de agua fría'

La advertencia de que vendrán tiempos más difíciles para la economía, y los avisos de ajustes e impuestos lanzados por Raúl Castro en su discurso del viernes han sido recibidos en la Isla con decepción.

Algunos esperan, no obstante, que pese al apretón el gobierno tenga previstas aún medidas que mejoren la vida cotidiana

"Ahora habrá que esperar al discurso del 26 de julio para ver", dijo Miguel, un taxista de 57 años, a la AFP.

"Esperaba algo nuevo, algún salto, lo que veo es que la cosa se pondrá bien dura", añadió, y consideró que el gobernante echó a la población un "cubo de agua fría".

Ramiro, un joven albañil que conduce un bicitaxi porque le es "más rentable", dijo haber visto frustradas sus expectativas cuando Raúl Castro pidió austeridad, rigor y trabajar más.

"Esperaba que tirara algo nuevo. Pero nada", dijo, aunque consideró que "el verbo del general se ajusta a la realidad".

Muchos tenían la esperanza de que en su discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular el gobernante anunciara medidas relacionadas con expectativas surgidas entre los últimos meses. Entre ellas, la eliminación de la doble moneda, la autorización de los negocios privados, el levantamiento de las restricciones sobre los viajes al exterior y la compra-venta de autos y casas.

Sin embargo, Raúl Castro avisó de tiempos más complicados para la economía nacional, de la posible eliminación de gratuidades y subsidios, y el establecimiento de impuestos.

La crisis internacional "puede empeorar" y llevar al gobierno a hacer ajustes, advirtió el gobernante, en referencia a la subida de precios de alimentos y combustibles en el mercado internacional. "Es inevitable que sufriremos cierto impacto en determinados productos y servicios", dijo, sin hacer precisiones.

Asimismo, criticó el derroche, la ineficiencia, el robo entronizado y el igualitarismo, y dejó claro que está lejos la posibilidad de una mejoría salarial, aunque dijo que su gobierno estudia autorizar el pluriempleo.

"Para mí lo interesante es que permitirán el pluriempleo, es creo la única posibilidad que le va quedando al cubano para vivir un poquito mejor", dijo un joven que prefirió no identificarse.

Pero Ramiro consideró que la "clave del problema no radica en tener más de un trabajo", sino "en que el gobierno pague al trabajador como Dios manda".

Para enfrentar la falta de maestros y el grave deterioro en la educación, Raúl Castro llamó a los docentes jubilados a las aulas. Y, ante la falta de fuerza laboral y el envejecimiento de la población, anunció un proyecto para aumentar en cinco años la edad de jubilación —60 a 65 los hombres y 55 a 60 las mujeres—, que será sometido a consulta en los centros de trabajo y debe entrar en vigor progresivamente entre 2009 y 2012.

"Creó que con eso se le cayó el caché a Raúl, porque sales casi del trabajo para la tumba", comentó a la AFP Luisa Fernández, de 54 años, trabajadora de una cafetería.

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