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Jineteras, Amir Valle

Amir Valle: 'Estoy exigiendo mi derecho a entrar y salir de Cuba cuando yo lo decida'

El narrador radica actualmente en Berlín con su esposa y su hijo de 5 años.

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El escritor Amir Valle, autor del libro Jineteras, afirmó que no ha desertado en Alemania, pero que no sabe cuándo podrá regresar a Cuba, informó AP.

"Pese a que llevo ya varios años manifestando mi pensamiento contrario al pensamiento oficial", dijo Valle por correo electrónico desde Berlín a la oficina de AP en La Habana, "tenía decidido permanecer en Cuba, porque creo que allá es donde mi modo de pensar y actuar es más válido".

El narrador, quien radica actualmente en Berlín con su esposa y su hijo de 5 años, explicó que pensaba regresar a la Isla pocos meses después de salir a una gira europea para promocionar su libro.

"Muchos intelectuales cubanos que llevamos años pidiendo que se anule esa absurda regulación de entrada y salida al país, no hemos recibido ni una respuesta, excepto la clásica 'se está discutiendo'", añadió.

Valle accedió a ser entrevistado para aclarar su posición y rebatir versiones recientes de que hubiese desertado. Dijo que algunos comentarios que formuló este mes en la Feria del Libro de Francfort fueron citados erróneamente, lo que llevó a algunos a creer que estaba buscando exiliarse.

"Mi intención no es la de 'quedarse' en el sentido clásico", expresó y agregó que exige su "derecho a regresar a Cuba cuando lo estime conveniente" de acuerdo con sus "actuales compromisos internacionales".

Valle afirmó que solicitó con tiempo la renovación de su permiso de salida, pero que las autoridades cubanas nunca respondieron. Cree que sus dificultades son resultado del descontento oficial por su libro sobre la prostitución en Cuba, recientemente publicado por la editorial española Planeta con el título de Jineteras.

Aunque el gobierno no se ha referido oficialmente al caso de Valle, una mujer en el departamento de Relaciones Exteriores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), que manejó la documentación para su viaje, cuestionó esta semana la versión del escritor.

La funcionaria insistió en que el permiso de salida de Valle fue extendido en marzo y que los documentos fueron entregados a la embajada cubana en Madrid, pero no dio detalles ni dijo por cuánto tiempo era la extensión.

Por su parte, el escritor dijo que se enteró de la extensión el mes pasado —seis meses después de que supuestamente fuera emitida—, cuando visitó el consulado cubano en Berlín para tratar la situación migratoria de su esposa. Valle afirmó que el funcionario consular que se lo comunicó nunca volvió a llamarlo para darle los detalles.

Según contó el autor, en octubre de 2005 planeó un viaje de tres meses para promover su nueva novela en el festival Semana Negra de Gijón, en España. Cuando terminó la gira, la editorial española Almuzara lo invitó a formar parte de un jurado literario y el autor solicitó una extensión de su permiso de salida a fines de diciembre.

Cuando expiró su visa española, viajó a Alemania para tomar una beca de seis meses, a la que sucedió la actual de un año con el programa de Escritores en el Exilio, del PEN Club en Alemania.

"No le estoy pidiendo al gobierno cubano que me deje entrar al país; le estoy exigiendo mi derecho a entrar y salir cuando yo lo decida y esté en condiciones de hacerlo, como hace cualquier otro ciudadano del mundo", concluyó el autor, quien se reunió recientemente con su hijito después que el gobierno accedió a que este viajara a Berlín.

Valle comentó que, además del libro, su amistad con varios opositores conocidos probablemente tampoco ha caído muy bien a las autoridades. "Aunque ha criticado públicamente al gobierno, él siempre me ha dicho que quiere quedarse en Cuba", dijo el opositor Manuel Cuesta Morúa, quien calificó a Valle como uno de los escritores cubanos más importantes de su generación.

Manuel Vázquez Portal, escritor y ex preso político que salió de la Isla el año pasado y reside en Estados Unidos, comentó: "Es casi una tradición que el gobierno cubano trate primero de amordazar a sus pensadores, castigarlos luego, y más tarde —casi siempre cuando han muerto en el exilio— rescatarlos como figuras de la cultura nacional. Son innumerables los casos".

"Amir Valle tiene todo el derecho, si así lo desea, de regresar a Cuba, entrar y salir cuando se le antoje, y escribir con toda la grandeza y la cubanía que lo caracteriza; para ello ha fraguado ese carácter honesto que lo distingue", agregó Vázquez Portal.