Lina de Feria regresa a Cuba y acusa a la prensa de 'tergiversación'
'Para poder cruzar la frontera hubo que hacer unos trámites, pero lo que ellos no pensaron nunca es que yo me fuera tan rápidamente', dijo la escritora.
La escritora Lina de Feria, quien el pasado mes de octubre pidió asilo político en Estados Unidos tras cruzar la frontera con México, está de regreso en La Habana y ha dicho que "fue una tergiversación" la noticia sobre su exilio.
En una entrevista concedida a la revista digital oficialista La Jiribilla, y publicada con el título Yo no puedo vivir sin Cuba, la autora dijo que "para poder cruzar la frontera hubo que hacer unos trámites".
"Pero evidentemente lo que ellos no pensaron nunca es que yo me fuera tan rápidamente. En ningún momento pensé quedarme en EE UU", indicó De Feria.
Preguntada sobre lo que había de cierto entonces en "la noticia acerca de que había renunciado a su país para irse a vivir a los EE UU", la escritora, de 60 años, dijo no tener "miedo a hablar de este tema".
"El problema fue que me sentí muy presionada. Cuando fui a México a la presentación de un libro mío con la editorial La Cuadrilla de la Langosta que dirige Leticia Luna, se me dio la posibilidad de viajar a EE UU para ver a mi hijo que estaba esperando el nacimiento de su hija. Me dije, eso no me lo puedo perder (…) Allí permanecí dos meses hasta el nacimiento de la niña (…) pero le dije a mi hijo: 'Me voy para Cuba, porque yo no puedo vivir sin Cuba'. Regresé a la velocidad de un tiro".
De las entrevistas que dio a algunos medios, De Feria dijo que "fueron más bien ligeras". "Comencé a rechazarlas cuando empezaron a tergiversar lo que decía, a tener que hacer concesiones, inmediatamente me comuniqué con Cuba y dije: 'Yo quiero volver a mi patria'", señaló.
Citó como ejemplo a la revista Encuentro de la Cultura Cubana: "destacaron lo que yo dije a la ligera. Lo que decía fue utilizado de cierta manera".
En octubre pasado, a pocos días de haber llegado a Miami, Lina de Feria comentó a Encuentro en la Red el porqué de su decisión de abandonar la Isla: "fundamentalmente porque el libro último que escribí, El ángulo de los ocasos, era prácticamente impublicable en mi país. Ya estaba teniendo una objetividad frente a determinados problemas que impedían que mi lenguaje fuera exactamente como era antes: ahora es un poco más agresivo".
"No querer tener guardados estos materiales, junto a la presión de la reunificación familiar con mi hijo, del que estaba separada, hicieron que tomara la decisión de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos".
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