Actualizado: 13/05/2024 23:57
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Publican libro sobre el último obispo de La Habana antes de la independencia

Manuel Santander escribió 'unas encendidas pastorales en las que animaba a los católicos cubanos a pelear' contra las tropas norteamericanas.

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De Rueda a Cuba lleva por título el libro sobre Manuel Santander, el último obispo antes de la independencia de Cuba, en 1898, que ha publicado en España la historiadora María Isabel González, informó EFE.

El volumen, presentado este martes por su autora y el presidente de la Diputación de Valladolid, Ramiro Ruiz Medrano, recrea la vida y el ministerio que ejerció Santander (1835-1907) como obispo de la ciudad de La Habana entre 1887 y 1898.

Nacido en Rueda (Valladolid), Santander fue ordenado a los 24 años y nombrado en 1887 obispo de La Habana, a donde arribó con 52 años.

Según EFE, la historiadora destacó que de la preocupación del sacerdote por la población de la Isla dan buena cuenta los dispensarios para niños pobres que abrió y costeó, incluso de su propio bolsillo, en Matanzas (1894) y Santa Clara (1895), antes de hacerlo en La Habana (1896), donde cedió los bajos del Palacio Episcopal.

Agrupados en forma de apéndice al final del volumen, numerosos documentos civiles y sobre todo religiosos atestiguan la labor del obispo, quien compaginó su apostolado con su condición de senador del Reino de España en representación del arzobispado de Santiago de Cuba.

En 1895, el obispo se puso del lado de España frente a Cuba, por entender que el movimiento independentista era rechazado por la religión católica.

La profesora González señaló que tres años después, en la última fase del conflicto, Santander escribió "unas encendidas pastorales en las que animaba a los católicos cubanos a pelear" contra las tropas norteamericanas, "el injusto invasor".

Tras la independencia, comentó la autora, el obispo envió una carta al nuevo gobierno de la Isla, el 3 de septiembre de 1898, para reclamar sin éxito el libre ejercicio del culto católico, el respeto a la autoridad obispal y al tribunal eclesiástico en cuestiones canónicas y espirituales, y el reconocimiento de las propiedades de la Iglesia.

Santander regresó a España a mediados de 1900, tras 13 años de estancia en Cuba. Murió a los 72 años en Madrid.