Actualizado: 28/03/2024 20:07
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Cuba

Sociedad

El drama de la vivienda

Una de las causas del éxodo masivo, conflictos familiares y matrimoniales y fuente de desesperanza y descontento.

Enviar Imprimir

Factores de la crisis

A la insuficiencia de las construcciones se unen el envejecimiento natural del fondo de viviendas, la falta de mantenimiento, y los crecientes y peligrosos derrumbes. La Habana, con su magistral, reluciente y bella capital, es fiel exponente de la crítica situación habitacional. La caducidad de los edificios y la ausencia de mantenimiento han generado un proceso de derrumbes que, además de abultar las estadísticas del déficit, ha ocasionado cuantiosas pérdidas de vidas humanas. Dos ejemplos de los últimos cinco años son suficientes para ilustrar esta afirmación.

El añejo edificio de cinco plantas, signado con el número 558 en la calle Águila entre Barcelona y Zanja, fue víctima de la quinta y última etapa de un prolongado proceso de derrumbes que duró 18 años hasta desplomarse definitivamente el 5 de diciembre de 2001, con el doloroso saldo de seis muertos y varios heridos. La afectación sufrida por el edificio colindante hizo que sus ocupantes lo abandonaran inmediatamente. Uno de los cuales, diez años atrás, había sufrido un proceso similar al derrumbarse un inmueble de la calle Amistad.

El miércoles 29 de junio de 2005, en otro edificio de tres plantas situado en la calle Manrique número 622, entre Reina y Salud, se desplomaron partes del techo y de la escalera que comunicaba los 22 apartamentos. Aunque no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas, sus ocupantes quedaron aislados del mundo exterior debido a los escombros acumulados en el área de la escalera.

Esta edificación, que data de la segunda década del pasado siglo, estaba apuntalada por dentro y, como la anterior, declarada inhabitable desde hacía varios años sin que se hubiera procedido a su reparación. Esos derrumbes, que de forma permanente dejan sin vivienda a nuevos vecinos, constituyen un acontecimiento cotidiano en la capital del país.

Una tercera agravante han sido los peligrosos huracanes que desde 1996 entraron en una etapa de alta actividad, con un efecto devastador sobre el fondo habitacional. En la Isla de la Juventud y en la provincia de Pinar del Río hasta hace poco tiempo estaban pendientes de recuperación un número indeterminado de casas destruidas por los huracanes Isidore y Lili, que azotaron el occidente del país en el año 2002. El Charley, en el 2004, afectó unas 70.000 viviendas, de las cuales 31.000 corresponden a la capital, con 469 derrumbes totales.

Unos días después, Iván "El Terrible", calificado así por la crueldad del zar ruso, azotó nuevamente el occidente de la Isla, dejando una considerable cantidad de hogares destruidos total o parcialmente. Sólo en la provincia de Pinar del Río, entre 2002 y 2004, se calculan "98.000 inmuebles dañados". El más reciente de ellos, el huracán Dennis, en julio de 2005 destruyó la mayor parte de las casas existentes en algunos lugares de la provincia Granma, como Niquero y Cabo Cruz, y en general dejó un saldo de 120.000 viviendas con daños parciales o totales. Es decir, cientos de miles de viviendas destruidas que se agregan a las dejadas de construir y a las que desaparecen a causa de los derrumbes.

El crecimiento poblacional, el envejecimiento del fondo de viviendas, el aumento del deterioro por la falta de mantenimiento, los continuos derrumbes, el efecto de los ciclones y la disminuida capacidad constructiva del Estado conforman el trágico cuadro del problema habitacional. Cuadro que con el efecto del huracán Dennis devino tragedia.

Sorprendentemente, en junio de 2005 La Habana fue sede del V Encuentro Mundial de los Programas Ciudades Sostenibles y Agenda 21 Local. En el evento se dio a conocer que en el año 2004 se pudieron construir solamente algo más de 15.000 viviendas, cuando el crecimiento demográfico demanda no menos de 50.000 anuales. También se supo que el 43 por ciento del fondo habitacional "se encuentra en regular y mal estado" y que hasta abril de 2005 la "falta de liquidez" impidió resolver 15.889 derrumbes totales y 12.563 parciales.


Derrumbe en la esquina de las calles Águila y Colón, en la Habana ViejaFoto

Derrumbe en la esquina de las calles Águila y Colón, en la Habana Vieja.