Almodóvar no suena bien en inglés

Parece que, sin salirse de España, el realizador Pedro Almodóvar ha intentado tantear el mercado anglófono y a la vez desquitarse y rehacer dos obras anteriores. Una nunca la hizo. Cuando se le ofreció dirigir Brokeback Mountain, el español renunció al proyecto pues pensaba que no iba a tener suficiente libertad creativa en Hollywood, ya que pensaba añadirle mucho más sexo de lo que sale en la película dirigida por Ang Lee. Por otra parte, su filme Mujeres al borde de un ataque de nervios está muy libremente basada en la obra teatral de Jean Cocteau La voz humana. Con su reciente mediometraje homónimo, le rinde homenaje directo a Cocteau.

Solamente Almodóvar puede salirse con la suya iniciando un western con un cowboy afeminado doblando una canción de Caetano Veloso. En Extraña forma de vida (exhibida en Estados Unidos con el título Strange Way of Life), Silva atraviesa a caballo el desierto para rencontrarse con Jake, quien fuera su amante y ahora es alcalde del pueblo donde vive. Su visita es romántica a conveniencia, pues el hijo de Silva está acusado de haber asesinado a una mujer y en los pueblos del viejo oeste no se necesitan muchas pruebas para condenarlos. Su principal perseguidor es el propio Jake.

Cuando se rencuentran, Jake se muestra hostil y suspicaz respecto a las verdaderas intenciones de su antiguo amante. Vuelven a tener sexo, pero ello no disuade a Jake de lo que cree que es cumplir con su deber. Ambos salen por su cuenta en busca del hijo de Silva y llegan a un enfrentamiento que luego da lugar a un final muy melodramático y algo ridículo.

Es solamente un cortometraje en el cual el sexo homosexual no abunda tanto como el realizador advirtiera. Las relaciones juveniles de los personajes, cuando vivían en México, son presentadas en flashbacks, con otros actores y de una forma bien convencional. Pero esto es un cortometraje y no se necesita dar densidad a los personajes, sino solamente concentrarse en la acción.

Visualmente hay muchos elementos almodovarianos, la elegancia en el montaje de las secuencias, siempre apoyados en la excelente fotografía de José Luis Alcaine, la introducción de anacronismos como cuadros de Georgia O’Keefe que funcionan como una restructuración visual del western y el diseño en general. Pero lo que si no funciona son los diálogos. Los créditos solamente indican a Almodóvar como guionista y no se menciona a ningún traductor. Lo cierto es que no tienen fuerza dramática alguna, no fluyen y se sienten como retazos escritos por un mal estudiante de los diálogos del western, llenos de lugares comunes.

Pedro Pascal está bien en su papel como Silva, o sea, se ajusta a lo que el personaje necesita. Pero Ethan Hawke, a quien considero uno de los peores actores de Hollywood, interpreta su papel con ese aire de angustia kierkegaardiana que le da a cuanto rol asume, venga a cuento o no. El cortometraje dura solamente media hora, pero se siente pesado.

Junto con este, se exhibe La voz humana (The Human Voice), que el director realizó en 2020, pero nunca tuve la oportunidad de ver comercialmente. Este es otro logro de Almodóvar, nunca he visto en los circuitos comerciales americanos que se exhiban dos cortometrajes de un mismo autor.

Aunque dice basarse libremente en la obra homónima de Cocteau, este cortometraje parece más bien una actualización de la misma, ya que el montaje es exactamente igual y solo cambian los diálogos (más bien el monólogo), hechos a la medida tecnológica de nuestros tiempos.

En el filme, una mujer espera el posible regreso de su amante de cuatro años, que la ha dejado por otra, y se resiste a la idea. Gran parte de la obra gira alrededor de un monólogo en el cual la mujer habla por teléfono con el hombre, a quien nunca oímos ni vemos. El problema que de la forma que está presentado el drama, parece una pataleta histérica de una alucinada dolida. Solo salva la película la extraordinaria actuación de Tilda Swinton y el diseño de los escenarios en que todo sucede, ya que el apartamento parece ser un estudio de teatro. De nuevo, el monólogo carece de originalidad. La cinta parece más bien un ensayo de una posible obra que una obra en sí. Se nota indecisa y disipada. También dura solamente media hora, pero se siente mucho más larga,

Yo entiendo que casi ningún creador puede mantener su pulso con el paso de los años. Algunas cosas se pierden, otras se ganan. Almodóvar, hace ya unos años que ha ido perdiendo su sarcasmo y ha ido ganando en melodramatismo, con una intención de hacer un cine que recree algo de Douglas Sirk. Pero para mí, lo mejor de su cine es su ironía, su sentido del humor negro, su atrevimiento y su manera de crear un estilo muy particular que ha originado muchos hijos putativos, todos los cuales fallan, porque Almodóvar es irrepetible. Pero en estos dos cortos, ha perdido casi todo lo que distingue su cine, sobre todo sus elementos más importantes. No sé si volver al español lo salve.

Extraña forma de vida (España/Francia, 2023). Guion y dirección: Pedro Almodóvar. Dirección de fotografía: José Luis Alcaine. Con: Pedro Pascal y Ethan Hawke.

La voz humana (España, 2020). Guion y dirección: Pedro Almodóvar, basado en la obra homónima de Jean Cocteau. Dirección de fotografía: José Luis Alcaine. Con Tilda Swinton.

Ambos cortometrajes se exhiben juntos de forma limitada en varias ciudades de Estados Unidos.

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