Actualizado: 18/04/2024 23:36
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«Blutrache»

In the Fade es un filme ágil, bien estructurado y de duración adecuada, que se sostiene casi todo el tiempo

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En el derecho germánico antiguo existía una ley llamada Blutrache por medio de la cual se le permitía a una familia que había perdido un miembro por ser asesinado o maltratado por un miembro de otra familia, a infligir el mismo castigo en el agresor o en cualquier otro miembro de esa otra familia. También se conocía como venganza de sangre. Es algo parecido a la Ley del Talión pero concentrada en el aspecto violento. Aunque la ley fue derogada hace mucho tiempo, su espíritu todavía reside dentro del ser humano.

En In the Fade, la alemana Katja pierde a Nuri, su esposo turco y a su hijo, tras ser víctimas de un atentado. Una bomba explotó delante de la oficina de Nuri, donde acababa de dejar a Rocco, su hijo, un poco después que ella se había marchado a visitar a su hermana. Nuri tuvo un pasado como vendedor de drogas, por lo que estuvo preso, se casó con Katja cuando todavía guardaba prisión, por lo cual las sospechas sobre quienes fueron los causantes del atentado son muchas y muy difusas.

En la primera parte del filme, el argumento se centra en la explosión, sus consecuencias emocionales, los resentimientos guardados que salen a flote en medio de la familia y la investigación policial para encontrar a los culpables. En la segunda parte, una vez encontrados los culpables, la acción se centra en el juicio y sus vericuetos legales. Estas dos partes, que componen la primera hora de la película, tienen cierto parecido con los episodios de Law and Order tan populares en la televisión americana, aunque con más profundidad y ahondando en aspectos psicológicos que no caben dentro del esquema y la duración de los episodios televisivos. También se ofrece una visión de la sociedad alemana actual y del sistema jurídico, pero sin ningún interés pedagógico. La narrativa fluye.

En la tercera parte del filme, su última media hora, la trama se convierte en un thriller. Katja quiere vengarse, ojo por ojo y diente por diente, quiere ejercer su Blutrache, se despierta su espíritu nibelungo, se vuelve una Krimilda contemporánea. Esta parte está narrada como un thriller y aunque está hecho de forma eficiente, el entarimado pierde solidez hacia el final y los últimos quince minutos resultan poco convincentes.

Diane Kruger (Disorder, Inglorious Basterds), una excelente actriz alemana de alcance y notoriedad internacional, se ganó el premio a la mejor actuación en el festival de Cannes de 2017. Se lo merece. Se lanza en un personaje complejo que además tiene que mostrar diferentes estados emotivos con histrionismo mesurado y preciso. Y lo logra. Se desempeña con transparencia. El resto de los actores la sigue y la apoya sin que nadie tenga necesidad de destacarse. El protagonismo está escrito para Katja. Entre los actores secundarios, se destaca la eficiencia de Johannes Krisch (Revanche, Labyrinth of Lies) que con su excelente actuación le da vida al personaje probablemente más estereotipado del filme.

Fatih Akin (Hamburgo, 1973), es un director alemán de origen turco de quien anteriormente había visto dos excelentes largometrajes, Head On (2004) y The Edge of Heaven (2007), que entre otras cosas tratan la experiencia del inmigrante y de los alemanes de primera generación descendientes de turcos. Observa y analiza la visión que tiene cada grupo del otro, cómo se ven las cosas de cada lado, los prejuicios y las visiones erróneas. Hay mucha sobriedad y mucho insight en el tratamiento que hace de estos temas. No hay folclorismos y sus anotaciones alcanzan niveles universales, que van mucho mas allá de las poblaciones de las cuales parte.

Este es su octavo largometraje y aunque no creo que alcanza el nivel de los dos arriba mencionados, es un filme muy bien hecho. Los elementos convencionales son usados sin efectismo. La trama es lineal, lo cual requiere mucho cuidado en los detalles narrativos y lo logra. Lástima que al final pierde su compostura y la película, como su personaje, no sabe a dónde va.

Akin trabaja sus propios guiones. Se mantiene en control casi total de la obra. Lo ayuda el excelente trabajo fotográfico de Rainer Klaussman (Suiza, 1949), con quien ha trabajado en todos sus filmes y que no tiene problemas en traducir al tono y al cromatismo necesario, la visión de Akin. In the Fade es un filme ágil, bien estructurado, de duración adecuada que se sostiene casi todo el tiempo.

In the Fade (Alemania/Francia, 2017). Dirección: Fatih Akin. Guion: Fatih Akin y Hark Bohm. Director de fotografía: Rainer Klaussman. Con: Diane Kruger, Johannes Krisch, Denis Moschitto y Numan Acar. De estreno limitado en varias ciudades de Estados Unidos y disponible On Demand y Netflix.


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