«Caravaggio» en la Feria del Libro de Miami

Este año, como todos, ha sido para mí un año muy difícil, porque la vida se construye mediante una calistenia frente a barreras demoledoras que lo mantienen a uno en pie para evitar el nokao. Pero en su ángulo más positivo concluye para mí con la presentación en la feria del libro de Miami de Caravaggio: juego de manos, al que he dedicado todos mis esfuerzos creadores en el transcurso del año en curso para hacer realidad un proyecto que me ha tomado varios años: un recorrido por la vida y obra de Caravaggio que cubre (si cuento bien) setenta y cinco obras de su autoría, una a una dentro del todo, análisis crítico muy personal sobre la vida del pintor italiano, abarcadora de toda una gran pesadilla. Es el tercer año consecutivo que la Feria Internacional del Libro de Miami, acontecimiento cultural de mayor monta, me abre las puertas a partir de un reconocimiento le hizo a mi labor literaria en 2015.

No sé si he logrado lo que quería y si me ha salido bien, si han valido la pena tantas noches de insomnio, pero ha sido un esfuerzo titánico internamente gratificante. Y hasta se me preguntará, ¿por qué Caravaggio? Y mi respuesta es ¿por qué no? Pertenezco a una generación de la vanguardia cubana que, con revolución, contrarrevolución, o sin ellas, se creía con derecho propio a salir de sus fronteras sin mentalidad localista de subdesarrollo. Porque además de los valores de cada cuadro en su galería, uno de los aspectos medulares del resultado de su obra, gran parte de su vigencia, reside en el esfuerzo mismo que representó para él poderla llevar a cabo desde los marginados espacios de Caravaggio hasta imponerse en el marco de la depravación moral de la Roma que le tocó vivir.

Lo cierto es que la permanencia de Caravaggio, más allá de sus logros en sí misma, reside en la violencia del pugilateo que tuvo que sostener dentro del marco del discurso oficial de su lugar y tiempo, que tiene un centenar de caras y caretas, sus estrategias en el ring, por encima de los límites de sus preferencias sexuales, que no dejaban de ser una careta adicional; hasta que dio un fatal traspiés en un duelo en el cual mató a Ranuccio Tomassoni en el Campo Marcio, lo desangró por la ingle, o como decía Baglione, más específico, “lo hirió en el pene” que era donde más le dolía. Esto explica, además, que Caravaggio represente un enfrentamiento a un discurso político y represivo basado en la intolerancia, que sostuvo, realmente, dentro de las entrañas del monstruo y frecuentemente predicando en el desierto, como el San Juan Bautista que pintó una y otra vez hasta que le cortaron la cabeza.

En una batalla permanente y apasionada, Caravaggio logra poner a Caravaggio, el pueblo donde nació y al que le da nombre, en el mapa del quehacer pictórico, haciendo lo que se proponía contra viento y marea. Caro le costó, porque iba por su cuenta y riesgo, oponiendo un discurso transgresor y subversivo que trascendía el mero discurso de género, para extenderse a una médula conceptual que se escurría entre una pincelada y la otra. “Del discurso oficial al discurso transgresor”, entrenado desde su infancia por la plaga que lo persigue por las tinieblas de Milán y la intolerancia eclesiástica de Carlo Borromeo, sin poder escapar de la fuerza opresiva del discurso de poder, arremete “a capa y espada”, en un “revoltillo de huevos”, puro “vértigo” y “pulp fiction”, para vivir el “holocausto” que lo lleva a un “peregrinaje” que lo incluye todo: discurso masculino y femenino, homoerótico, bíblico y evangélico, cristológico, mariano y de Dios, que firma con sangre hasta llegar al “puerto seguro” de su resurrección, como si fuera “levántate y anda”, con algunos de subtítulos entre comillas que discuto en mi libro.

De ahí mi empeño en escribir y dar a conocer Caravaggio: juego de manos, que se presenta en la Feria del Libro, el sábado 18 de noviembre de 2017 a las once de la mañana.

Presentación de la novela Caravaggio: juego de manos. Sábado 18 de noviembre, 11:00 am. Building 8, 5th Floor. Room 8525. 300 Second Ave, Miami Fl 33132.

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