Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Libros

Jugadas posibles

Eugenio Yáñez y Juan Benemelis publican 'Jaque al Rey', en pleno debate sobre la sucesión castrista.

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Muy lejos están Eugenio Yáñez y Juan Benemelis de escribir sobre ajedrez, como pudiera inferirse del título del último de sus libros: Jaque al Rey: La muerte de Fidel Castro (con carácter provisional), que vuelve sobre el tema de su texto anterior, Secreto de Estado: las primeras doce horas tras la muerte de Fidel Castro.

Este último fue colocado en las librerías en marzo de 2005, cuando no se podía imaginar el frenesí noticioso de estos últimos meses. Por su parte, Jaque al Rey (Benya Publishers) acaba de publicarse en Miami, en pleno apogeo del debate sobre las consecuencias para Cuba de la Proclama del 31 de julio que estableció la cesión "provisional" del poder de Castro a un grupo de sus incondicionales, encabezados por su hermano Raúl.

Hay que señalar no obstante, que tanto Yáñez —economista, politólogo, docente— como Benemelis —historiador, diplomático, ensayista— son analistas expertos con una obra que los califica para el estudio de las jugadas posibles en el tablero político cubano.

No se puede hablar entonces de novelas, o de ficción política, sino de escenarios novelados, como plantean los propios autores en el marco de variantes imaginarias, de las muchas que se pueden presentar en el momento de la desaparición o de la incapacidad física de Fidel Castro.

El título del primer libro es un elemento premonitorio de la situación de misterio que se vive hoy en relación con la salud del gobernante. Las semejanzas de lenguaje e intención entre el "Comunicado" que aparece en el texto y la Proclama escrita un año y medio después por Castro, enfatizan en lo transitorio de la sustitución, apelan "al pueblo", al "gobierno y el Partido", a la unidad, al trabajo y la disciplina, y alertan a la "defensa de la Revolución" ante cualquier "amenaza imperialista". En el mensaje del 1 de agosto aparecía la declaración de que el estado de salud de Fidel Castro se convertía en "secreto de Estado".

Oficio de periodista e historiador

En un artículo reciente de la revista Newsweek, David Gates analiza la última novela de Norman Mailer, El Castillo en el Bosque, que está respaldada por una impresionante bibliografía sobre Hitler y su régimen. Dice Gates al respecto, que "separar los hechos de la ficción es deber del periodista o del historiador, pero es locura en un novelista". Yáñez y Benemelis no incluyen sus fuentes, pero el contenido de sus obras los acerca más al oficio de periodista e historiador que al de novelista.

Los autores se ven obligados a "inventar", en el sentido de "encontrar". Hallan lo esencial en esta complejísima interacción de los personajes que se mueven en un momento tan crítico para el régimen, como la "complicada operación quirúrgica" que aleja a Fidel Castro de sus responsabilidades y cargos, o su muerte repentina.

El incidente desencadenante es la prematura asignación a Raúl del cargo de Comandante en Jefe y sus consecuencias para otros líderes históricos del castrismo, lo que lleva a la intervención de los tres comandantes de la Revolución para impedirlo . En la realidad de la sucesión, esa cuestión está pendiente de resolverse definitivamente. Ambos textos también destacan la ignorancia por el pueblo de lo que sucede en las altas esferas, la inoperancia de las instituciones, y los rumores de pugna y luego de pacto entre esos viejos guerrilleros que cuentan con distintos grados de respaldo o respeto por parte de los jefes militares. Según los autores, estos son escenarios posibles, no necesariamente probables, y menos aún deseables para Cuba.

El destacado intelectual y político venezolano Américo Martín, en su obra La Pesada Planta del Paquidermo, cuando introduce la tercera generación de caudillos en Latinoamérica, señala a Fidel Castro como la más elevada expresión de ese fenómeno. Pero esa ecuación cambia con su desaparición objetiva de la escena política cubana y el establecimiento del poder de los sucesores.

Cuestión de géneros y otros problemas formales

No es lo mismo el tratamiento literario de un régimen unipersonal en países y épocas pasadas que poner el dedo en una llaga aún sangrante. La novela histórica es diferente de la novela política, especialmente cuando es contemporánea. Eso lo saben autores como Orhan Pamuk, Nobel de Literatura en 2006, cuya última novela, Nieve, que aborda el tema de la intolerancia religiosa en su Turquía natal, le ha traído más problemas que sus declaraciones en torno al asesinato de armenios y kurdos por sus compatriotas en 1917.

Si el primer libro de Eugenio Yáñez y Juan Benemelis podía considerarse un escenario novelado, la segunda es una novela política de absoluta actualidad y se hubiera podido escribir en Cuba pero nunca publicarla allí. Siempre amordazada, la población cubana ahora está sometida a un decreto excepcional de secreto, por lo que no queda más remedio que rumiar ideas con gente de mucha confianza, y luego echar mano a una mascara de ocasión. Por eso son tan valiosos los esfuerzos por romper el secretismo oficial y el bloqueo a la información, e intentar sustituir la papilla propagandística con un verdadero debate.