Actualizado: 18/04/2024 23:36
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CON OJOS DE LECTOR

La mujer de la cual Martí debió haberse enamorado (II)

A través de María de las Nieves, Francisco Goldman recrea en su novela la figura de María García Granados.

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Acerca de la estancia de Martí en Guatemala, Rafael Spínola escribió: "Aquí, en Guatemala, le tuvimos por el año de 1877; vino, subió a la cátedra, y desde allí se puso a derramar luz; pero como esa luz venía de un apóstol de la libertad, no faltaron labios conservadores que trataron de satirizar al maestro ilustre, buscando un apodo en lo que precisamente constituía uno de los méritos de su elocuencia. Y lo bautizaron en su pila de malos nombres con el de Doctor Torrente".

Por otro lado, el escritor y diplomático guatemalteco Máximo Soto-Hall dejó este testimonio que tiene mucho que ver con los hechos ficcionalizados en The Divine Husband: "En uno de los bailes de fantasía que se daba en la casa de Miguel García Granados, Martí conoció a María. El viajero cubano que acababa de llegar a la capital se presentó en la fiesta acompañado de los hermanos Izaguirre, don José María y don José Manuel, que a su vez lo iban de sus sobrinas Clemencia y Catalina. Esta última con su irreprochable perfil clásico, con su blancura alabastrina, con su porte severo y altivo, iluminada por la estrella solitaria, representaba a Cuba. Martí al ver a María, que iba trajeada de egipcia tuvo un estremecimiento de extraña sorpresa; ella experimentó el placer que produce la cristalización de un sueño".

Una aclaración pertinente. El José María Izaguirre que se menciona era cubano y dirigía la Escuela Normal, a cuyo claustro se incorporó Martí. Y tras este paréntesis, retomo el diálogo con Francisco Goldman.

Has comentado que más que una novela histórica, 'The Divine Husband' es tu interpretación poética de Martí.

Exactamente. Yo juego en la novela con esta concepción apostólica de Martí. No se puede escribir un libro sobre un santo y tratarlo como tal. ¿Qué quería buscar yo? Obviamente, necesitaba entender quién fue el Martí público, el Martí político, el Martí escritor, pero más misteriosa me pareció su vida sentimental. Y ese aspecto fue mucho más difícil de investigar, pues casi no hay nada sobre ello. Todos los libros que existen sobre Martí son hagiografías. Se puede aprender mucho en los cuadernos de apuntes, pero tienes que saber cómo leerlos, conocer en qué contexto fueron escritos para ser capaz de descifrarlos. Igual ocurre con su poesía más autobiográfica.

Hablando concretamente sobre la etapa de Martí en Guatemala, me pregunté qué pasó realmente. Pero, ¿cómo puedes encontrar la verdad? Y en definitiva, ¿qué importa la verdad? Decidí entonces buscar la verdad, pero una verdad novelística, que tiene que ver con una realidad abierta, enigmática, que busca un autor de obras de ficción. Lo que más me conmovió después de años y años de investigación fue cómo las mujeres de Martí se fueron a sus tumbas guardando sus secretos. Me impresionó esa obligación que sentían de no dañar su imagen, de protegerla. Eso, me dije, es la verdad, eso es lo que hay que recrear. De ahí nace María de las Nieves, pues en verdad la novela no es sobre Martí. Martí es la figura que inspira el libro, el sol alrededor del cual giran como planetas los otros personajes.

Tu novela pudo haberse titulado entonces 'The Divine Wife'.

Así es. María García Granados era la esposa perfecta para Martí. Hija de un revolucionario que llevó a cabo la revolución liberal en Guatemala, una revolución que después Rufino Barrios se borró, como siempre pasa, para convertirla en una tiranía total. Su tía fue la poetisa más famosa de Centroamérica. Era además hermosa, educada, con una extraordinaria sensibilidad, y había crecido en el que posiblemente era el ambiente familiar más literario de la ciudad en esa época. Era la mujer ideal para él, y Martí lo sabía. Cuando tú aprendes a leer en sus textos, puedes darte cuenta de la manera codificada en que esa obsesión que tuvo por María García Granados va apareciendo una y otra vez.

Básicamente, Martí se enamoró de ella porque nunca había encontrado una mujer de su nivel. El problema para él fue, por supuesto, que se hallaba comprometido para casarse con Carmen Zayas Bazán, que lo esperaba en México. Una mujer con quien, en el fondo, no quería casarse, y que nunca lo iba a comprender bien. En María de las Nieves, la protagonista de The Divine Husband, yo traté de imaginar una mujer al nivel de Martí, una mujer de la cual él debía haberse enamorado.

A propósito, recuerdo este apunte suyo: "Y pensar que sacrifiqué a la pobrecita de María, por Carmen, que ha subido las escaleras del consulado español para pedir protección contra mí". ¿Se recuerda hoy a Martí en Guatemala?

Años después de haber hecho mi investigación en la biblioteca de Guatemala, descubrí que Martí sigue muy vivo en las leyendas domésticas. Allá conocí a una cubana experta en fotografía del siglo XIX, a quien el gobierno de su país había enviado a colaborar en la organización de un archivo de fotos. Me contó que había conocido a una mujer guatemalteca que le dijo que era hija ilegítima de la niña de Guatemala. Yo no me lo creí ni por un segundo, pues en estos casos tú necesitas saber intuir qué es cuento y qué es verdad. Pero me fascinó que la gente siga inventando cosas como ésa.

En una ocasión escuché hablar a Mario Monteforte Toledo, uno de los escritores más importantes de Guatemala. Alguien me comentó que le había oído contar en una cena que su abuela conoció a Martí. Mario tenía entonces unos noventa y tres años, así que era muy posible que su abuela hubiera conocido a Martí. Logré ir a su casa y hablamos por varias horas. Para mí aquél fue el acercamiento más real que tuve con Martí. En todos los años que duró mi investigación, fue la única vez que encontré a alguien que podía contar esas historias que provenían de su abuela.


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