La renovación se llama Alemañy

Jesús Alemañy, ex trompetista del Grupo Sierra Maestra, viene sorprendiendo —desde 1996— con varias grabaciones al frente de ¡Cubanismo!, una orquesta de singularidades que lo mismo suena como un conjunto de los años cincuenta que como una big band a lo Riverside o Moré.

Involucrado en el famoso proyecto Buena Vista Social Club, funda ¡Cubanismo! en 1995 y se frustra la primera idea de Nick Gold de confiarle la grabación de un disco de descargas cubanas. Juan de Marcos González, su compañero del Grupo Sierra Maestra, aprovecha la coyuntura e impone su viejo sueño de formar una agrupación con músicos de distintas generaciones.

El dueño de la disquera londinense World Circuit acepta, bajo la condición de realizar una placa de sones cubanos mezclados con música africana dirigida por Ry Cooder. Los músicos africanos cancelan su viaje a La Habana y el tresero De Marcos se ve obligado a contratar a Compay Segundo, Eliades Ochoa y Ruben González, entre otros, para darle cierto sabor "montunero/guajiro/charanguero" a la producción de los ingleses.

Lo que iba a llamarse Eastern Album se convierte en Buena Vista Social Club, y la big band que ejecutaría descargas cubanas, bajo el mando de Alemañy, es transformada por Juan de Marcos en Afro Cuban All Stars. Mientras sucede todo eso, el joven trompeta afina punterías y da a conocer Jesús Alemañy's, ¡Cubanismo! (1996), con instrumentistas de primera fila (Tata Güines, Angá Díaz, Maraca Valle, Carlitos del Puerto, Rojitas, Yosvany Terry, Carlos Álvarez…) y un invitado especial: el pianista Alfredo Rodríguez, radicado en París.

Con excepción del percusionista Tata Güines, la nómina de ¡Cubanismo! estaba conformada por jóvenes jazzistas de técnica virtuosa y talento a toda prueba. Después vinieron otros trabajos: Malembe (1997) y Reencarnación (1998), donde rescata al sonero Rolo Martínez y al saxofón barítono Javier Zalba, hasta llegar al clásico Cubanismo in New Orleans: Mardi Gras Mambo (2000), creando un sonido donde los ecos africanos de la música cubana y el jazz de Nueva Orleans se fusionan en una atmósfera de gratitudes y sorpresa. Estas placas, de propuestas singulares, situaron a Alemañy como un músico de obligada referencia en el panorama de la música latina actual.

Regreso airoso

Greeting from Havana (Aim Trading Group, Australia, 2007) marca el regreso airoso de ¡Cubanismo! al mercado del disco. Esperado retorno. Luego de vender más de 100.000 copias de su primer disco y colocarse en la lista de éxitos de Billboard, Latin Beat y Afropop Worldwide, muchos melómanos se preguntaban por el paradero de Alemañy y su agrupación.

Con un formato orquestal de dos trompetas, trombón, saxos (alto, barítono y tenor), flauta, percusión (congas, timbales, bongos, cowbell), guitarra tres, bajo, piano, tres vocalistas (el veterano Rolo Martínez, Laíto hijo y Jesús Cantero) y músicos invitados de lujo: Pancho Terry (chekere), Coco Freeman (backing vocals), Pedro Lugo, El Nene (vocalista), y Raúl Verdecia (guitarra), la propuesta actual de ¡Cubanismo! se antoja más tradicional y mucho más apegada a las grandes bandas cubanas de los cincuenta, sesenta y setenta (Armando Romeu, Ernesto Duarte, Riverside, Bebo Valdés, Generoso Jiménez, Benny Moré, Rumbavana…).

"¡Cubanismo! es una culminación de los ritmos tradicionales cubanos con una sonoridad actual…", ha declarado muchas veces su fundador.

Once pistas que van del son montuno al mambo, sin olvidar los sabores de la descarga, el bolero, el danzón, el chachachá, la guaracha, el pilón, el songo y el pregón. La fiesta comienza con Calor en Santiago (P. Gómez), conocida guaracha/son popularizada por Rumbavana en los setenta, que Alemañy actualiza desde atinadas cadencias mamberas; Petit Mambo (Rosales) y Descarga Caliente (R. Pérez) propician el lucimiento del oficio virtuoso de los nuevos integrantes de ¡Cubanismo!

El rubato de los riff de la sección brass en los montunos/mambos conforma una recreación que rinde homenaje a Mario Bauzá y a Chico O'Farrill (los solos del pianista Argudín son claras referencias del estilo de Bebo Valdés).

Estiro bastidores, son pregón que la Riverside impuso en la voz de Tito Gómez en los setenta, es regalado por Alemañy con guajeo de juguetonas frases sucesivas que colorea el saxo barítono de Jorge Maza. El solar (Kemer/Alemañy) es un guaguancó/son que El Nene interpreta con agresividad timbera. Los ataques de las trompetas y las percusiones convierten esta pieza en una invitación que ningún bailador puede soslayar.

Este es un disco de timbre muy actualizado por su escritura orquestal (nominado para el Grammy 2007) y por la visión vanguardista de su director. Mi proposición, Congo real, Celebrando (todas de Alemañy) y Présteme su mujer (Becker) ponen de manifiesto las preocupaciones estilísticas de Alemañy, que abordan diferentes matices: humor, frescura, guiños jazzísticos y recreaciones de algunos ritmos clásicos de la música cubana.

Interesante la inclusión de un pilón de costura en ricercare ( Celebrando) y de un songo formelliano de intenso melisma instrumental ( Mi proposición). Grata la vocalización de Rolo Martínez en la ranchera Paloma sin nido, y reanimada presentación de Idilio (Amadeo), que sonea el dúo de Rolo y Laíto.

Trabajo que confirma a ¡Cubanismo! como una de las bandas más renovadoras de la música cubana contemporánea: "culteranismo", información y buen gusto. El trompetista Alemañy sabe asimilar influencias, conjugar espacios y brindar tonalidades enriquecedoras al entorno de la música afrocaribeña.

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