Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Cine, Arte 7

Lolita en su intimidad

Lo único flojo en este filme es que al final se sale un militantismo feminista que aunque no es rabioso, no encaja con el resto de la película y resulta una nota discordante

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“I had sex today. Holy shit” son las palabras que no creo haga falta traducir y con las que comienza el filme The Diary of a Teenage Girl. Quien habla es Minnie, la protagonista quinceañera que se pavonea por un parque de San Francisco, observando al resto de las parejas y las mujeres que le pasan por al lado o están tirados en la yerba. Celebrando lo que ella piensa es su arribo a la plenitud como mujer, tratando de descubrir quienes, entre los que ve a su paso, han tenido recientemente una experiencia similar.

Transcurre el año 1976, que fue el del juicio a la heredera Patricia Hearst, condenada por su colaboración con sus antiguos captores, el Ejército Simbiótico de Liberación, por asalto armado a un banco. Caso que estremeció al país por sus peculiaridades, entre ellas el hecho de tras ser capturada, la nieta del magnate editorial Randoph Hearst (en quien se basa el personaje de Citizen Kane), se convirtió a la causa de sus captores, se declaró como “guerrillera urbana” y adoptó el nombre de Tania, en homenaje a Tamara Bunker, la asociada del Che Guevara.

Muy al comienzo vemos como Minnie, su madre, su hermana y el novio de su madre, un personaje que actúa a veces como un distante padrastro, miran la transmisión del juicio en televisión y en un momento dado, Minnie se pregunta si el roce del codo de Monroe, el “padrastro”, con sus senos, fue accidental o no. Minnie en realidad desea que haya sido intencional y cuando su madre y su hermana se retiran a dormir, ella se lanza a probarlo. Monroe, sorprendido, se muestra confundido pero finalmente se rinde ante la insistencia de Minnie.

A partir de aquí, el centro argumental de la película es la relación sexual entre Minnie y Monroe. Pero aquí no hay víctima ni victimario. El filme mantiene una distancia ética en la cual no se enjuician a los personajes. Nos limita a ver lo que sucede siempre desde el punto de vista de Minnie, imbuida del descontrol típico de la iniciación sexual y el descubrimiento del empoderamiento que en ella genera como mujer. Monroe no es un inocente, tiene el poder de ponerle fin a la relación, pero es incapaz de ello. Está completamente infatuado por Minnie. Deja que las cosas tomen su curso mientras disfruta del momento. Tiene un sentido de culpabilidad difuso.

Bel Powley tenía 21 años cuando se filmaba esta cinta, pero nunca se ha visto en el cine una quinceañera más auténtica. No solamente porque físicamente lo parece, sino por sus gestos, la expresión de sus ojos y el lenguaje corporal de adolescente precoz en celo. Powley quien hasta ahora había actuado solamente en series televisivas , aprovecha su primer papel estelar y le saca más de lo posible. Tan veraz está, que a veces resulta incómodo ver sus escenas de sexo, algunas bastante explícitas, con el treintón Alexander Skarsgard, veterano de Melancholia y The East, así como de los videos con Lady Gaga, quien también se desempeña a la perfección en su rol de hombre asustado, pero que a la vez se aprovecha de la situación sin importarle que se acuesta con la hija de su mujer. Un personaje que se pasea por el filme con total irresponsabilidad, fingiendo a cada paso.

Kristen Wiig (Bridesmaids y los programas Saturday Night Live y Arrested Development), está muy bien en su papel de Charlotte, la madre de Minnie. Una bibliotecaria que está más preocupada en oler cocaína y tomar vodka que en atender a sus hijas y archivar libros. Aunque no se le presenta necesariamente como un personaje negativo.

El resto de los personajes resultan tangenciales y aparecen para brindar un poco de contexto. Todos están vistos a través del prisma que resulta la mirada de Minnie. Es el mismo prisma que filtra la luz de todo el filme, solo se verá lo que Minnie percibe e imagina. Incluso su amiga imaginaria, Aline Kominsky-Crumb, la artista y dibujante de tiras cómicas underground, esposa de Robert Crumb, quien es la inspiración de Minnie, que quiere también ser dibujante, y que la tranquiliza cuando se angustia, tanto desde las páginas de un comic que cobra vida en la pantalla, o asomada a los cristales de un café de esquina. Minnie crea un personaje basado en Aline, que en las tiras se pasea por San Francisco como Gulliver en Liliput.

Marielle Heller, quien debuta como directora y guionista con este filme, tiene una gran experiencia en teatro, como dramaturga y como actriz. Se obsesionó con la novela gráfica del mismo título de Phoebe Gloeckner, que es autobiográfica y relata muchos más sucesos, y decidió concentrarla en lo que es la esencia del filme. Pero primero la llevó al teatro y solamente tiempo después limó algunas asperezas del argumento y escribió el guión de esta película. Dirige con mano firme, sin entrometerse en la trama, sin juzgar, mostrando situaciones y dejando que cada cual aplique su visión a los hechos, ya tergiversados por la visión de Minnie. La fotografía de Brandon Trost (This is the End) retrata tanto los exteriores como los excelentes escenarios interiores con la luz adecuada, que da muy bien la década de los setenta sin que ese contexto distraiga de lo esencial.

Si en Lolita Humber Humber termina siendo víctima de sus obsesiones y limitaciones psicológicas y de depredador pasa a ser presa de sí mismo y de Lolita, pero nunca sabemos cómo piensa de verdad Lolita, aquí Minnie nos envuelve en su mundo íntimo y en su despertar sexual que como unos tentáculos infinitos, van envolviendo todo lo que le rodea. Lo único flojo en este filme es que al final se sale un militantismo feminista que aunque no es rabioso, no encaja con el resto de la película y resulta una nota discordante. Era suficiente con sumergirnos en lo más hondo de la mente y la voracidad erótica de Minnie.

The Diary of a Teenage Girl (EEUU, 2015). Dirección: Marielle Heller. Guión: Marielle Heller basado en la novella gráfica homónima de Phoebe Gloeckner. Director de Fotografía: Brandon Trost. Con: Bel Powley, Alexnder Skarsgard, Kristen Wiig y Christopher Meloni. De estreno limitado en ciudades selectas de Estados Unidos.


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