Observando con ironía la hipocresía cotidiana
En este filme todo estaría bien si no fuera por el final feliz, en el cual la realizadora le perdona la vida a todos los personajes y la película pierde toda su ironía
Beth y Don son una pareja neoyorquina. Él es psicólogo y ella publicó un libro de memorias relativamente exitoso y da seminarios de escritura creativa para grupos de adultos. Parece que hacen muy buen dinero con sus trabajos. Tienen un hijo, Eliot, de unos veintidós o veintitrés años que está tratando de buscar su lugar en el mundo, quiere ser novelista, y mientras tanto trabaja en una tienda que vende marihuana.
Beth y Don proyectan seguridad y energía positiva. Su contrapartida es Sarah, la hermana de Beth, que es decoradora interior para los ricos arrogantes y con poco gusto. Su esposo, Mark, es un actor frustrado que apenas ha trabajado, se siente inseguro y es incapaz de mantener un rol en el teatro. Sin embargo, todos se estimulan entre sí y se apoyan en sus respectivos trabajos, utilizan indiscriminadamente ese baluarte de la psicología pop que es el “reforzamiento positivo”. Viven sus vidas como una frase hecha, similar a los clichés que se repiten entre sí.
En You Hurt My Feelings, vemos a Don en sus sesiones de terapia, parece distraído, insatisfecho, se cuestiona su eficiencia. Beth encuentra perfectos todas las tramas y los fragmentos que le leen sus estudiantes, los estimula, finge asombro, ya que en realidad son todos muy malos. A Beth también le preocupa que su agente literario le rechaza el libro en el cual trabaja y le sugiere que lo elabore más. Como todos se repiten lo maravillosos que son como profesionales, ella decide cambiar de agente.
Todo marcha bien hasta que un día, Beth y Sarah se acercan a Don y Mark, en una tienda, y como ellos están de espaldas, no se dan cuenta que las mujeres se aproximan y Beth escucha a Don diciendo que en realidad no le gusta la novela que ella escribe y que no sabe cómo decírselo, a pesar de que hasta ese momento siempre le había dicho que le gustaba mucho. Beth entra en crisis y a partir de ahí el filme desvela la hipocresía de su relación y todo parece caer en un caos emocional.
El filme relata la vida de los hipersensibles con sarcasmo verbal y todo estaría bien si no fuera por el final feliz (que no contaré), en el cual les perdona la vida a todos los personajes y pierde toda su garra irónica.
Desde su debut con Walking and Talking (1996), Lovely and Amazing (2001) y Friends with Money (2006), continuando con episodios de las series televisivas The Gilmore Girls, Parks and Recreations y Orange is the New Black, Nicole Holofcener ha hecho una carrera tratando personajes superfluos y con atrofia emocional. Su estilo, sobre todo en el cine, es verboso, descansa en el poder de los diálogos, usualmente de fina ironía, pero con poca imaginación visual. Sus imágenes dicen poco. Toca temas interesantes, pero al igual que sus personajes, le teme a ir más allá de la epidermis. Es un cine al estilo de Woody Allen, solo que sin su trascendencia. Todo queda en unas cuantas sonrisas.
Aunque You Hurt My Feelings es muy superior a las anteriormente mencionadas, posee los mismos defectos y limitaciones. Su cine sigue patrones convencionales de cine no comercial, sin arriesgar mucho en cuanto a composición artística. Los personajes de este filme forman parte de los neoyorquinos de buena posición económica, que pueden darse el lujo de concentrarse en sus problemas existenciales, pero los enfrentan con lo que Sartre llamó “mala fe” (cosa que ya realizó magistralmente Woody Allen en Annie Hall).
En definitiva, el guion, escrito por la propia Holofcener, es peculiar, pero no original. Tiene momentos de muy buen humor y otros en los cuales parece alargarse sin sentido. Quizá hubiera funcionado mejor como un episodio corto de televisión, al estilo de Seinfeld.
Holofcener es muy buena directora de actores, pero siempre ha contado con excelentes actores. En este caso, el elenco encabezado por Julia Louis-Dreyfus en el papel de Beth, y el extraordinario actor inglés Tobias Menzies como Don, es muy eficiente y sus cualidades para la comedia son excelentes. Michaela Watkins y Arian Moayed, como Sarah y Mark respectivamente, asumen sus roles secundarios con gran eficiencia.
La fotografía del experimentado Jeffrey Waldon se ajusta bien a las pocas necesidades visuales de Holofcener y no aporta ni resta mucho a la realización.
You Hurt My Feelings es una comedia ligera, con ciertas pretensiones temáticas, pero que no se adentra mucho en lo que toca, que tiene la virtud de durar solamente 90 minutos y cuyo humor verboso se puede disfrutar.
You Hurt My Feelings (Estados Unidos, 2023). Guion y dirección: Nicole Holofcener. Dirección de fotografía: Jeffrey Waldron. Con: Julia Louis-Dreyfus, Tobias Menzies, Michaela Watkins, Arian Moayed y Owen Teague. De estreno limitado en todas las ciudades de Estados Unidos.
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