Regresan las palabras

Es su derecho. Es su trabajo aparecido en dos contextos diferentes, podrán aducir algunos. Lo que resulta difícil de entender es por qué suprime el adjetivo "repugnante" de las páginas de una publicación aparecida en la Isla, si en la "Carta a Encuentro de la Cultura Cubana", publicada en el número 20 de esta revista, entre otras cosas proclama:

"Ha habido endurecimiento, extremismo en la política cultural cubana en varios momentos de nuestra historia revolucionaria. Cuando polemicé con Jesús en torno al fin de la primera etapa del Caimán Barbudo y los lamentables años setenta de nuestra vida literaria, creo que no obvié lo que pensaba. Podría abundarse sobre ello, tanto en la esfera de la cultura como en las de la política y la economía. Pero en lo que corresponde a los años actuales, pienso que vivimos una de las etapas de mayor amplitud y coherencia de nuestra cultura, aunque algunos no lo quieran reconocer y 'se descoloquen' por ello".

¿Cuándo fue más amplio y coherente Guillermo Rodríguez Rivera? ¿Cuándo calificó el ostracismo o cuándo eliminó un simple adjetivo desde nuestro querido suelo patrio?

Deficiencias

Si bien Hay muchas formas de jugar permite releer la poesía de Nogueras y asistir a su evolución, así como comparar algunos poemarios con otros y volver una y otra vez a los textos que nos agradan, hay que decir que este tomo presenta deficiencias: no ofrece ninguna información sobre los años en que fueron publicados los diferentes cuadernos, el papel es de pésima calidad y la realización es descuidada. Tal vez pesó más la prisa por presentar el título en la Feria, que el gusto en la edición.

Así pues, Cabeza de zanahoria (1967), cuaderno con el que obtuvo el premio David que compartió con Lina de Feria ( Casa que no existía); Las quince mil vidas del caminante (1977). En 1981 obtuvo el premio Casa de las Américas con Imitación de la vida; El último caso del inspector (1983). Desaparecido prematuramente en 1985, después se sucedieron Nada del otro mundo (1988), La forma de las cosas que vendrán (1989), Hay muchos modos de jugar (1990) y Las palabras vuelven (1994).

Muchos lectores rinden culto a la poesía de Wichy, ese escritor ingenioso, provocador, sensual; deseoso de integrarse a la tradición poética cubana y universal, como él mismo lo dejó dicho: "Lo que he escrito / tiene a veces el aspecto gastado de algo escrito ya por otros / pero también mucho de lo que han escrito otros / lleva mi firma / en la eterna espiral yo / soy igualmente una consecuencia / y una referencia / las palabras vuelven siempre / las oscuras palabras cada cierto tiempo / toda palabra tiene pasado / toda palabra hizo ya el amor / pero no hay palabras de uso / cada palabra tiembla de nuevo / entre las manos del escritor. ( Poética 1)

Con todo, es un buen suceso que las palabras de Luis Rogelio Nogueras regresen desde el pasado para revivir la emoción de su poesía.

© cubaencuentro.com