Tania León

A los 78 años Tania León alcanzó un galardón que la consagra: el Premio Pulitzer en música. Un breve párrafo nos comunica su triunfo:

“Stride, de Tania León (Peermusic Classical) Estrenado en el David Geffen Hall, Lincoln Center, Nueva York el 13 de febrero de 2020, un viaje musical lleno de sorpresas, con poderosos metales y motivos rítmicos que incorporan las tradiciones de la música negra de Estados Unidos y el Caribe en un tejido orquestal occidental.”[1]

La obra fue un encargo de la Filarmónica de Nueva York para celebrar el centenario del mandato que dio derecho a votar a las mujeres en EEUU. El estreno se produjo poco antes del inicio de la pandemia en el David Geffen Hall, Lincoln Center, New York City, el 13 de febrero de 2020. El Premio Pulitzer en música se otorgó por primera vez en 1943, ese año nació Tania, a William Schuman por Secular Cantata No. 2. A Free Song sobre textos de Walt Whitman con un premio en metálico de $500, alrededor de $6.000 actuales, hoy en día se eleva a $15.000 pero su importancia va mucho más allá del elemento monetario, en general ha sido no solo el reconocimiento a una obra que debe ser estrenada o grabada en EEUU durante el año, sino implica un reconocimiento a la obra de un compositor entre los premiados a lo largo de poco más de 70 años destacamos a músicos de la valía de: Du Yun, Steve Reich, John Corigliano, Wynton Marsalis, Morton Gould, Michael Colgrass, Gian-Carlo Menotti, Elliott Carter, Samuel Barber, Walter Piston, Quincy Porter, Charles Ives, Aaron Copland y Howard Hanson.

Tania nació en La Habana y realizó estudios musicales en el afamado Conservatorio Peireyade continuándolos en el Conservatorio de Marianao Alejandro García Caturla, con Zenaida Manfugás considerada entre las mejores pianistas cubanas. En 1967 se despidió del tóxico ambiente musical cubano[2] y emigró a EEUU en uno de los “Freedom Flights”, tenía la esperanza, que no pudo cumplir, de estudiar en París con Nadia Boulanger. Sus estudios de composición los continuó en New York University bajo la tutela Ursula Mamlok, Tania es considerada su más distinguida alumna.

Tania se consagró a la composición, la dirección orquestal y coral y a la enseñanza, creando un extenso catálogo de obras que incluye operas, ballets, obras orquestales, música de cámara, corales, canciones y música incidental para el teatro, etc.[3] Sin embargo su discografía ha sido limitada: Tania León Indígena [2006] con 5 pieza para diferentes agrupaciones entre ellas Batey para ensemble de vientos que resulta la más poderosa y Tania León In Motion [2011] que presenta dos ballets: Haiku e Inura, ella conduce los grupos orquestales utilizados. Sus obras aparecen en algunas otras compilaciones entre las cuales destacamos la realizada por la afamada pianista Martha Marchena —a la cual le debemos una colección de obras para piano de Aurelio de la Vega— que interpreta la obra Ritual de Tania.

Su música ha sido interpretada en todo el mundo, pero no fue hasta 2010, 43 años después de su partida, que se escuchó la música de Tania en Cuba. Ese año fue invitada oficialmente a viajar a La Habana para escuchar dos de sus composiciones presentadas en el marco del Festival Leo Brouwer de Música de Cámara. En 2016 regresó nuevamente a Cuba, tanto como compositora como directora, dirigiendo la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba en su obra de gran conjunto Indígena, diez años después de su grabación en EEUU.

La obra premiada (podemos oír un fragmento del ensayo en YouTube[4]) es una obra madura, profunda para gran orquesta sinfónica pero personalmente me resulta particularmente atractiva una obra anterior: Rítmicas estrenada en diciembre 2019 en el Chicago Center For Contemporary Composition con el Grossman Ensemble bajo la dirección de Michael Lewanski[5] y publicada en agosto 2020. En las notas introductoria a la partitura Tania apunta[6]:

“Rítmicas se inspiró en el legado y el título de una obra del compositor, violinista cubano y director Amadeo Roldan, quien en 1930 escribió las primeras piezas sinfónicas para incorporar instrumentos de percusión afrocubana. La quinta y sexta de las Rítmicas de Roldan, compuestas casi al mismo tiempo que Ionisation (1929-1931) de Edgard Varèse[7], estuvieron entre las primeras obras en la tradición de la música clásica de Occidente únicamente para el conjunto de percusión recién concebido: un conjunto compuesto exclusivamente por todo tipo de instrumentos de percusión.”

La obra es para un pequeño conjunto que incluye un cuarteto de cuerdas, flauta, oboe, clarinete en

Si bemol, saxofón alto, trompa, arpa, piano y dos percusionistas. Está integrada por cinco movimientos con la presencia de los instrumentos de percusión; en el caso de Roldan los instrumentos de percusión aparecen en las Rítmicas V y VI, las anteriores son para cinco instrumentos de vientos, flauta, oboe, clarinete, fagot, trompa y piano.[8]

No creo que resulte una herejía decir que la Rítmicas de Tania sobrepasan a las de Roldán en complejidad, el desarrollo musical es un proceso histórico y lógico y los casi un siglo desde que Roldán inició el uso de los instrumentos de percusión en las obras de cámara y sinfónicas no ha pasado en vano, nuevas técnicas, sonoridades, y maneras de instrumentación e inclusos escalas y normas de escritura se han impulsados y aceptado por el oído de los oyentes en las salas de concierto, la adición de pulsos regulares repetidos como una estructura persistente —ostinato— a lo largo de la pieza, establece una unidad que no podemos decir que esté presente en la obra de Roldan, aunque él como ella partan de las células rítmica del son y el guaguancó.

Invito a los lectores a rendir el merecido tributo a esta cubana oyendo alguna de sus partituras la mayor parte de ellas en extremo vinculada a nuestra nacionalidad.

[1]https://www.pulitzer.org/prize-winners-by-year/2021

[2] Ese ambiente tóxico en el que la orientación sexual, por ejemplo, de Emma Norka Ruiz, graduada con honores en el Conservatorio de París, especialista en la música para piano de los compositores impresionistas o Clara (Cuqui) Nicola una excepcional guitarrista y pedagoga procedente de la connotada familia de guitarristas encabezada por su madre, fundadora de la moderna Escuela Cubana de Guitarra, fuesen relegadas a planos secundarios. Ambas ya han fallecido.

[3]https://www.tanialeon.com/catalogue

[4]https://www.youtube.com/watch?v=yfuMbD_A6bg&t=8s

[5]https://www.youtube.com/watch?v=JaJCi3SE0Cc

[6]https://issuu.com/peermusicclassical/docs/le_n_ritmicas_full_score

[7] Me permito discrepar de Tania, la primera obra para conjunto de percusión fue la de Amadeo Roldan lo cual dejé establecido en: https://www.cubaencuentro.com/cultura/articulos/y-lo-demas-es-ruido-334162

[8] Escuché por primera vez la Rítmica I a inicio de los 60 en la excelente discoteca que existió en la Biblioteca Nacional, era un LP Angel que recogía la Suite cubana No. 1 de Alejandro García Caturla, completa, el Cuarteto para cuerdas #6 de Quincy Porter, también premiado con el Pulitzer, y la Rítmica I de Roldán; era una grabación realizada en 1956 en el Théatre des Champs-Elysée. En Cuba no pude encontrar esa grabación y en Estados Unidos después de largas búsqueda la pude conseguir y escucharla nuevamente después de más de medio siglo. No conozco de ninguna otra grabación de la Rítmicas I al IV sola la del I que hemos mencionado.

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