Un vacío insuperable
A diez años de la desaparición física de Belkis Ayón, una muestra antológica de su obra le rinde homenaje.
La partida de Belkis Ayón Manso (1967-1999) el 11 de septiembre de 1999 fue provocada por propio designio. Su muerte dejó incógnitas y la terrible sensación que acompaña ciertos gestos incomprendidos, amargos. Belkis fue una mujer excepcional, poseedora de una energía y un talento que no conocía derroteros. Junto a los artistas Sandra Ramos y Abel Barroso, logró poner en marcha La Huella múltiple (1996), un proyecto que cambiaría para siempre la apreciación del grabado cubano, disciplina que tras conocer su esplendor en el siglo XIX, gracias al auge del comercio del azúcar y el tabaco, había caído prácticamente en el olvido en el panorama del arte cubano después de la eclosión del modernismo en Cuba (siglo XX).
En algunas conferencias y comunicaciones sobre la obra de Ayón, no he dudado en calificar sus grabados de palimpsestos. Gracias a la técnica de la colografía, la artista superponía capas de diferentes texturas hasta crear relieves que representaban, mediante una iconografía de sello muy personal inspirada en manifestaciones del patrimonio inmaterial de los abakuás, distintos momentos del ritual iniciático de esta religión o los personajes de su mito fundacional.
Se trata de una reescritura que ya había asimilado la tradición oral gracias al acercamiento intelectual de corte histórico y antropológico que permiten libros como El Monte y La sociedad secreta Abakuá, de Lydia Cabrera; “La tragedia” de los ñáñigos, de Fernando Ortiz; o Los ñáñigos, de Enrique Sosa. A partir de la interpretación de estas obras, que reproducen mediante la escritura una tradición de oralidad, Ayón creó su propio imaginario gráfico. Un mundo que es plasmado de manera finísima en las imágenes de sus grabados.
Aunque el tema de la representación de la herencia afrocubana en la plástica insular es una constante desde la época de la colonia, la obra de Belkis Ayón puede considerarse una rareza desde múltiples puntos de vista. La creadora rescató el grabado en medio del "Período Especial", pues esta disciplina le permitía, entre otras cosas, producir más con menos y hacer gala de un minimalismo cromático rayano en la exquisitez.
En la última etapa de su vida, Ayón combinaba su labor de artista con la docencia en el Instituto Superior de Arte (ISA) y su puesto de vicepresidenta en la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba). Siempre que le fue posible se encargó de difundir el trabajo de sus alumnos y colegas junto a su obra. De este modo, se convirtió en una promotora de la cultura cubana a escala nacional e internacional.
Sin embargo, los elementos que la hicieron merecedora del reconocimiento de su obra, más allá de los círculos intelectuales cubanos, son el tema abakuá, alrededor del cual se articula su poética y la fineza de la ejecución en sus colografías. Según comenta Alex Rosenberg, prestigioso especialista en arte gráfico internacional y coleccionista de renombre, en su artículo Belkis Ayón en la memoria, el resultado alcanzado por esta artista con la técnica de la colografía no tiene su igual en el mundo del arte hasta la fecha. Esto hace que su pérdida adquiera otra dimensión.
Así pues, se puede aseverar que a Belkis Ayón le corresponde el mérito de haber llevado la cultura abakuá a la más alta forma de reconocimiento en el mundo de las artes visuales, al introducirla en los recintos museales. No deja de resultar paradójico que haya sido una mujer quien universalizara esta cultura secular y excluyente en el mundo del arte internacional a finales del siglo XX.
Actualmente, su obra forma parte de catorce colecciones de museos y centros culturales entre los que se encuentran el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, el Van Reekum Museum (Apeldoor, Holanda), el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Fort Lauderdale (Florida, Estados Unidos), el Museo de Arte Latinoamericano de California (Estados Unidos), el Ludwing Forum Fur Internationale Kunst (Aachen, Alemania) y The State Russian Museum (San Petersburgo, Rusia). Su obra también engrosa numerosas colecciones privadas en diferentes países.
Nadie ha logrado explicar las razones de tan abrupta muerte en un momento en que su carrera se encontraba en pleno crecimiento y contaba con la aceptación de críticos y otros profesionales del medio. Su desaparición física dejó un vacío insuperable en el mundo del arte cubano. Muchos de sus colegas coinciden en señalar que rara vez la calidad humana y la artística se han combinado de forma tan especial en una misma persona.
Quizás sea ese abandono el único reproche que se le pueda hacer a esta artista. No obstante, en su gesto subyace cierta coherencia con el mito que le fascinó. Esto permite trazar un paralelo con la filosofía de los poetas románticos u otras artistas suicidas. De esta forma, la figura de Ayón se fusiona con el mito de Sikán, creando un círculo de significados con cierto halo de misterio, cosa que ofrece mucho material de investigación a profesionales humanistas.
El Estate Belkis Ayón
Después de su muerte, su legado pasó a ser protegido por el Estate de Belkis Ayón, institución que dirige su hermana, la doctora Katia Ayón, y que recibe la asesoría de prestigiosos especialistas del arte cubano. Esta institución, en la que coexisten de forma singular el patrimonio familiar y la herencia cultural de la nación, ha implantado un modelo de gestión que constituye una rareza en el contexto socioeconómico actual de la isla. De este modo, gracias a la autogestión, desde hace diez años, la hermana de la artista ha venido realizando un magnífico trabajo que incluye la conservación material de la obra de Belkis Ayón y la difusión de su legado mediante la organización de exposiciones, publicaciones y otras actividades de carácter cultural.
El Estate Belkis Ayón inauguró por estos días Nkame, la primera exposición antológica de la artista con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento, en el Convento de San Francisco de Asís, en el Centro Histórico la Habana Vieja. Según el programa de la muestra, esta exhibición incluye unas 83 obras ejecutadas en las técnicas de la colografía, litografía y calcografía realizadas desde 1984 hasta 1999. Además, se presentan documentos gráficos de eventos donde participara Belkis, así como textos y fotografías de la artista impresos en gigantografías sobre lona.
Organizada por Katia Ayón y con curaduría de Cristina Vives, Nkame permanecerá abierta al público hasta el próximo 28 de noviembre. Durante estos dos meses, como parte del programa cultural que acompaña la muestra, en las salas del Convento se organizarán conferencias sobre la obra de Ayón, el lanzamiento de la revista La Gaceta de Cuba y la presentación de proyectos de seis jóvenes grabadores, algunos de ellos antiguos alumnos de la artista.
A diez años de su desaparición física, Nkame es un merecido homenaje y reconocimiento a una artista mayor de la historia del arte cubano.
© cubaencuentro.com
Los comentarios son responsabilidad de quienes los envían. Con el fin de garantizar la calidad de los debates, Cubaencuentro se reserva el derecho a rechazar o eliminar la publicación de comentarios:
- Que contengan llamados a la violencia.
- Difamatorios, irrespetuosos, insultantes u obscenos.
- Referentes a la vida privada de las personas.
- Discriminatorios hacia cualquier creencia religiosa, raza u orientación sexual.
- Excesivamente largos.
- Ajenos al tema de discusión.
- Que impliquen un intento de suplantación de identidad.
- Que contengan material escrito por terceros sin el consentimiento de éstos.
- Que contengan publicidad.
Cubaencuentro no puede mantener correspondencia sobre comentarios rechazados o eliminados debido a lo limitado de su personal.
Los comentarios de usuarios que validen su cuenta de Disqus o que usen una cuenta de Facebook, Twitter o Google para autenticarse, no serán pre-moderados.
Aquí (https://help.disqus.com/customer/portal/articles/960202-verifying-your-disqus-account) puede ver instrucciones para validar su cuenta de Disqus y aquí (https://disqus.com/forgot/) puede recuperar su cuenta de un registro anterior.