Balonmanista cubano relata su fuga durante los Panamericanos de Brasil
Rafael DaCosta Capote dijo que la noche de su huída llovía mucho. 'Aproveché y escapé por debajo de una cerca' de la Villa Panamericana. 'Y corrí, corrí mucho'.
AFP/ Sao Paulo. El deportista cubano Rafael DaCosta Capote, de 19 años, que escapó de la selección de balonmano de la Isla durante los recién finalizados Juegos Panamericanos de Río de Janeiro-2007, contó al diario Folha de Sao Paulo sus peripecias para huir de la concentración y refugiarse en Brasil.
El deportista recordó que la noche del 11 de julio llovía mucho en la Villa Panamericana de Río de Janeiro.
"Aproveché y huí por debajo de una cerca. Y corrí, corrí mucho", declaró.
Después viajó en taxi de Río a Sao Bernardo do Campo (región metropolitana de Sao Paulo), un trayecto que le costó 300 dólares, para encontrarse con Michel, otro cubano que escapó de la Isla y juega balonmano en Brasil desde 2005, con quien había planificado su fuga por internet.
"Sé que tengo talento para jugar aquí o en Europa. Puedo mejorar mi vida en otro país", afirmó DaCosta Capote.
"Eso no le gusta mucho a nuestro gobierno, y nos llaman traidores", comentó.
El jugador inició el miércoles los trámites para obtener la residencia ante la Policía Federal de Sao Paulo y anunció que pedirá refugio político al gobierno de Brasil.
"Hacía tiempo que pensaba en venir a Brasil. Conversaba con Michel por internet sobre la posibilidad de jugar aquí. Él me dijo que no había problema y que me ayudaría", detalló.
El balonmanista fue incorporado al equipo Imes Santa María-Sao Bernardo, donde juega Michel, pero solamente podrá disputar amistosos porque el club tiene completo su cupo de extranjeros.
"Él es muy competente, está en busca de su legalización y trabajará con nosotros", dijo el entrenador Washinton Nunes a Folha.
La directiva del club decidió ayudarlo: "Tendrá una casa para vivir y entrenará aquí", explicó Nunes.
DaCosta Capote avisó a la familia en Cuba de su fuga cuando ya estaba lejos de Río. "Mis parientes no sabían nada. Quedaron un poco tristes cuando les conté lo que pasó, pero entendieron", aseguró el jugador.
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