Actualizado: 02/05/2024 23:14
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Guillermo Rigondeaux, Erislandy Lara

Erislandy Lara: La policía brasileña 'nos decía que nos quedáramos'

El empresario alemán Ahmet Oner asegura que los boxeadores no aguantaron las amenazas del régimen sobre sus familias.

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Los dos boxeadores deportados a Cuba tras escapar en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro afirmaron en La Habana que agentes de la Policía Federal y fiscales brasileños los incitaron a que se quedaran en Brasil, donde tendrían mejor suerte, informó la AFP.

"La Policía Federal nos decía que nos quedáramos en Brasil, que en Brasil íbamos a tener mucho más dinero que en Cuba, que íbamos a ser una personalidad en Brasil y que nos iban a hacer los pasaportes para que ya fuéramos oficialmente brasileños", dijo el welter Erislandy Lara, en una entrevista publicada este jueves.

La Policía preguntaba "si nosotros queríamos regresar a Cuba, que si estábamos seguros de regresar a Cuba, y nosotros les decíamos que sí", dijo Lara, campeón mundial y, hasta los Panamericanos, capitán del equipo de boxeo de la Isla.

En las oficinas de la Policía Federal "todos los delegados, todo el mundo nos decía: 'miren, quédense aquí, no vayan para Cuba, que allá en Cuba los está esperando una gran sanción'", dijo por su parte el peso gallo Guillermo Rigondeaux, bicampeón olímpico y mundial.

"Se reunieron varios fiscales (brasileños), todos nos decían lo mismo: 'no se vayan para Cuba, que mira, que en Cuba les esperan grandes sanciones'", añadió.

A solicitud de Fidel Castro, el diario oficialista Granma publicó en dos de sus ocho páginas una transcripción de la entrevista que la Televisión Cubana hizo a Lara y Rigondeaux, tras su llegada a la Isla.

Según las autoridades cubanas, ambos púgiles se fugaron atraídos por una oferta de la compañía alemana Arena Box Promotions, para la que ya pelean profesionalmente otros tres campeones olímpicos cubanos.

Tras casi dos semanas sin noticias, los boxeadores fueron localizados por la policía brasileña y deportados a la Isla.

En Cuba, fueron llevados a una casa del gobierno, se reunieron con sus familiares y, tras un chequeo médico, regresaron a sus hogares.

"Llegaron a un punto sin retorno como parte de una delegación cubana en ese deporte", dijo Castro, lo que se ha interpretado como el fin de la carrera deportiva de ambos boxeadores.

Según los púgiles, tras salir de la Villa Panamericana un cubano emigrado y un alemán los interceptaron, invitaron a bebidas, comidas, prostitutas y conminaron a escapar. Lara apuntó que ambos "tenían credenciales" de "periodistas".

Ahmet Oner: Ringondeaux y Lara no aguantaron la presión del régimen sobre sus familias

Entre tanto, el empresario turco alemán Ahmet Oner, dueño de Arena Box Promotion, dijo al diario brasileño Folha de Sao Paulo que Rigondeaux y Lara fueron presionados para regresar a Cuba.

En entrevista publicada este jueves, Oner admitió haber organizado la fuga de los dos pugilistas y dijo que los deportista prefirieron regresar debido a las presiones del gobierno cubano sobre sus familiares, informó EFE.

"Ahora dicen que están arrepentidos y que no hicieron nada. Es puro bla bla bla. Ellos querían ir a Alemania para profesionalizarse, por dinero. Apenas cambiaron el discurso porque no aguantaron la presión", afirmó el empresario en entrevista telefónica con el diario brasileño.

"Les dijeron a Ringondeaux y Lara que, como consecuencia de su intento de deserción, harían esto y aquello con sus familiares. Son bastante jóvenes y no soportaron", agregó.

Tras ser detenidos por la policía brasileña, el pasado 2 de agosto, los boxeadores dijeron que habían sido dopados y engañados por dos empresarios que les ofrecieron un contrato en Alemania.

"Nunca. Ni yo ni las personas que fueron a encontrarlos (en Río de Janeiro) haríamos eso (doparlos). No somos ese tipo de personas", afirmó Oner al respecto.

"Ellos bebieron y estaban con unas bailarinas porque quisieron, por voluntad propia", agregó al referirse a los 12 días que los boxeadores estuvieron "desaparecidos" y que, según la prensa brasileña, pasaron en balnearios, con bebidas alcohólicas y prostitutas.

"Soy el representante de tres cubanos amigos de ellos, ¿por qué haría una cosa de esas? (engañarlos). No necesito. Mi tarjeta de presentación son mis cubanos", agregó.

"Dos días antes, los cubanos no hablaban en volver", dijo en tanto el diario O Globo, en una nota donde describió detalladamente la velada con mujeres que los boxeadores y los empresarios mantuvieron en Río de Janeiro, la noche antes de ser encontrados por la policía.

Oner contrató en diciembre de 2006 a los boxeadores cubanos Yan Barthelemi, Yuriolkis Gamboa y Odlanier Solís, quienes escaparon durante un entrenamiento en Venezuela.