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Iván Pedroso, excluido de participar en el Mundial de Osaka

'Con Iván y otros grandes atletas tenemos otros planes, pues no están en condiciones de hacer un buen papel en Osaka', dijo el funcionario Esteban Brice.

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AFP/ La Habana. Iván Pedroso tendrá que conformarse con ver por televisión a partir de este sábado el Mundial de Atletismo de Osaka: la leyenda del salto de longitud no fue invitada a la fiesta por vez primera, lo que para muchos marca el final de su carrera.

"Se encuentra abatido y molesto, él considera que debió recibir una oportunidad para ir a su octavo Mundial seguido", dijo a la AFP un amigo cercano de Pedroso.

Pedroso, quien cumplirá 35 años el 17 de diciembre, pasa por estos días largas horas con su hijo de siete años, y "no quiere saber ni de estadios, ni entrenamiento", agregó.

Después de ser el rey del salto de longitud en el mundo durante casi una década (1993-2001), las lesiones y el almanaque bajaron definitivamente del trono a este superatleta, que nunca impresionó por su físico (1,76 m y 70 kg), pero sí por su maestría y coraje.

Este año las autoridades del atletismo decidieron dejarlo en casa, tras otra temporada para el olvido.

Un salto de 8,15 m lo incluyó a última hora en el equipo a los Panamericanos de Río de Janeiro en julio pasado, pero en la ciudad carioca decepcionó con un cuarto lugar y unos discretísimos 7,86 m, que, al parecer, determinaron su exclusión del Mundial.

La marca dista mucho de su récord personal (8,71 m), logrado en Salamanca, España, en 1995.

"Con Iván y otros grandes atletas tenemos otros planes, pues no están en condiciones de hacer un buen papel en Osaka", dijo el comisionado nacional de atletismo, Esteban Brice, al anunciar la lista de 32 figuras cubanas al Mundial, que arranca este sábado.

"Dejarlo fuera de la selección fue una decisión difícil, por lo que él representa para el atletismo cubano", subrayó Brice.

Y es que Pedroso es una de las leyendas de los mundiales. Sus cuatro títulos al hilo (1995, 1997, 1999 y 2001) lo hacen un grande de la historia y, por mucho, el latinoamericano más laureado.

Ello sin contar sus cinco coronas bajo techo (de 1993 a 2001), el título olímpico (Sydney-2000), su inédita cadena de 18 años saltando más allá de los 8,00 m (de 1990 a 2007) y su salto de 8,96 m hace 12 años en Italia, que le hubiera dado el récord mundial de no haber existido irregularidades en la medición del viento.

Sin embargo, su último título importante data de los Panamericanos de Santo Domingo 2003.

En la Isla casi nadie duda de que Pedroso debe decir adiós, aunque algunos creen que podrían haberle dado su última oportunidad en Osaka.

Ana Fidelia Quirot lamentó que Pedroso esté dejando una mala imagen al resistirse al retiro luego de tan brillante carrera, mientras que el diario oficialista Juventud Rebelde dijo en mayo pasado que "duele verlo aferrado a un casi imposible retorno a la cima".

Ni el mismísimo Milán Matos, quien lo guió desde su primer salto sobre los ocho metros (8,06 en 1990) hasta Río 2007, parece apostar hoy por su alumno.

"Ya no es el mismo, el tiempo no pasa en vano", reconoció.

Pedroso, muy poco dado a hablar con la prensa, ha guardado hasta el momento silencio.