Pérez Roque: 'Rigondeaux y Lara no enfrentan ningún tipo de penalización legal'

Los boxeadores Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara, que abandonaron la delegación de la Isla en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en julio y fueron deportados, no están siendo procesados pese a que cometieron una falta "grave", dijo el miércoles el canciller Felipe Pérez Roque, reportó AFP.

Rigondeaux y Lara "cometieron una indisciplina grave y al final manifestaron su decisión de regresar a Cuba junto a su familia, llevando una vida normal", declaró Pérez Roque, de visita en Brasilia.

En la Isla "tuvieron acceso a la prensa, hicieron declaraciones" y "no enfrentan, por supuesto, ningún tipo de penalización legal", añadió.

Según el canciller, Rigondeaux y Lara "tendrán la oportunidad de tener un trabajo decoroso de acuerdo a su preparación", pero difícilmente tendrán la posibilidad de volver a representar a Cuba en un competencia deportiva.

"La decisión de quién representa la bandera cubana en los eventos deportivos es tomada por el país", dijo.

Pérez Roque admitió que hubo "contactos" entre autoridades de Brasil y de Cuba para que ambos fueran enviados a La Habana.

"Hubo que contactar para propiciar y organizar el regreso, ya que ambos manifestaron su deseo de regresar a Cuba. Lógicamente, hubo que hacer coordinaciones para que pudieran regresar", dijo.

Rigondeaux y Lara abandonaron la delegación de Cuba el pasado 22 de julio y fueron arrestados un par de semanas más tarde sin documentos en un balneario a 120 kilómetros de Río de Janeiro. Poco después fueron deportados a La Habana.

Según las autoridades brasileñas, los pugilistas, que en principio iban a ser contratados por una empresa alemana para pelear en Europa, se arrepintieron de haber desertado y pidieron volver a la Isla.

La oposición brasileña y grupos de derechos humanos criticaron que los deportistas no hayan hecho público su deseo ante abogados o medios de comunicación.

Gamboa: 'El equipo principal está en crisis'

Los también pugilistas Yuriorquis Gamboa y Yan Barthelemy, quienes abandonaron la selección cubana el año pasado y entrenan por estos días en Miami, confiaban en que para esta fecha estarían al lado de Rigondeaux, según dijeron al diario El Nuevo Herald.

"No tengo dudas de que Rigo quería venir con nosotros, pero las cosas le salieron mal", afirmó Gamboa.

No obstante la situación actual de los boxeadores en la Isla, a partir de las declaraciones de Pérez Roque y los artículos del propio Fidel Castro, Gamboa y Barthelemy creen que las cosas podrían cambiar según se acerque Pekín 2008.

"El equipo principal está en crisis, después de que decidimos escaparnos y ahora con Rigo y Lara sancionados, pues en peor estado", indicó Gamboa al rotativo.

"Ellos (las autoridades) van a sacar su cuenta bien clara y como han visto el arrepentimiento de Rigo y Lara, pues le van a dar una oportunidad, aunque después de las olimpiadas los vuelvan a echar al olvido".

Según Gamboa, ''Rigo no tenía nada, ni la casa es suya''. "Ese es el duro destino de los supuestos héroes del deporte. Dicen que cuando Ariel Hernández (otro campeón olímpico y mundial) supo de nuestra escapada, dijo: 'se miraron en mi espejo'. Y no le faltó razón. No queríamos terminar como esas glorias de las que nadie se acuerda nada más que tiran el último golpe sobre el ring".

''Los golpes de la vida allá pueden ser más duros'', apuntó.

Por otra parte, el boxeador, firmado junto a Barthelemy y Odlanier Solís por la empresa promotora alemana Arena Box, comentó que le "encantaría que el público de Miami" lo viera "encima del cuadrilátero''.

"Sé que se ha hablado mucho de nosotros, pero ha llegado la hora de demostrar lo que uno vale en vivo y en directo", añadió.

''Aquí nos sentimos muy bien entre tantos cubanos'', indicó a El Nuevo Herald Barthelemy, que expresó que "la gente ha sido muy cálida. Allá [en Cuba] dicen muchas cosas que no son. En verdad, nos sentimos en casa''.

© cubaencuentro.com