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Carrère, Cine, Arte 7

La clase obrera va al paraíso… los intelectuales al infierno

Esta película no intenta dar una lección de la lucha de clases

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Marianne es una mujer desesperada, que anda en busca de un trabajo con salario mínimo. Se presenta ansiosa a las oficinas de empleo en Ouistreham, en la región francesa de Normandía, al noroeste del país. Una de las supervisoras de la empresa la mira con recelo. Le asignan un trabajo de limpieza y por su inexperiencia, termina perdiendo el trabajo.

Su apariencia no es la de una mujer simple y desahuciada, aunque dice haber vivido con un marido que tenía mucho dinero y que la dejó por una mujer más joven, como para justificar sus modales refinados y presencia elegante. En realidad, Marianne es una periodista investigativa, que ya ha escrito un libro y que publica con frecuencia en diarios y revistas. Su interés es infiltrarse entre las trabajadoras de limpieza del ferry que cruza el Canal de la Mancha, pasar como una trabajadora más, para vivir sus experiencias y poder denunciar la explotación a la cual son sometidas.

La supervisora de la empresa de empleo la descubre, pero decide cooperar con ella y le consigue un trabajo en esa línea. Marianne se involucra en las tareas y, como es inevitable, comienza a hacer amistades con otras trabajadoras a las cuales le tiene que ocultar su identidad. Establece una fuerte amistad con Chrystele, una madre soltera con tres hijos, quien a su vez gana un gran interés en ella. Chrystele apenas gana dinero para cubrir sus necesidades y es una persona que ha perdido todas sus ilusiones y esperanzas en la vida. Hay una gran dosis de frustración y amargura en la forma que ve la vida, que es muy probable algo común en quienes se resignan a trabajar en posiciones mal pagadas. A ellas se une Louise, que es una muchacha muy joven y todavía tiene ilusiones de irse del pueblo y viajar.

Marianne se siente tentada varias veces de decirle a Chrystele su verdadera profesión, pues se siente como una traidora, pero nunca llega a hacerlo, supuestamente por razones de profesionalismo. Pero al final publica su libro y todas sus compañeras de trabajo se enteran, y el final que no contaré es interesante por las reacciones que esto provoca.

Por un momento temí que el filme resultara en un panfleto anticapitalista en defensa de los obreros explotados, y aunque sutilmente hay algo de eso, el filme Between Two Worlds, presenta bastantes alternativas. Se cuestiona hasta qué punto el profesionalismo está por encima de la amistad, cuán necesario es ocultar la identidad para poder identificarse con el objeto de investigación, la disyuntiva de anteponer la labor intelectual a las relaciones humanas, así como cuán real es la visión que alguien de afuera, por mucho que penetre el ambiente, puede echar una mirada objetiva a su sujeto. El gran Laurence Olivier se burlaba de los actores que, para adentrarse en sus papeles, vivían por un tiempo entre gente similar a los personajes que iban a interpretar. Decía Olivier: “Yo actúo”.

A la larga, las obreras se presentan como seres genuinos y Marianne como una intelectual paternalista, quien, en definitiva, su objetivo, aparte de la denuncia, era obtener una buena remuneración económica, como nunca pueden soñar las empleadas de limpieza. Cada cual vuelve a lo suyo.

Basándose en la obra The Night Cleaner, de Florence Aubenas, quien realizó un periplo investigativo similar, el director, Emmanuel Carrère, en colaboración con Helene Devynck, una actriz que debuta aquí como guionista, desarrolla una historia muy bien hilvanada, que a ratos tiene ritmo de thriller y que fluye muy bien.

Carrère es mayormente conocido por su extensa obra literaria, principalmente por su novela biográfica Limonov, sobre el escritor y político ruso, que le valiera dos importantes premios literarios en Francia. En cine dirigió la curiosa Le Moustache (2005), así como Regreso a Kotelnich (2003) y algunas de sus obras y artículos han sido llevados al cine por Claude Miller y Nicole García. En Between Two Worlds dirige manteniendo un buen control sobre el argumento, no dejando que la condescendencia política lo domine. Maneja muy bien a los actores, la mayoría de los cuales no tienen experiencia en el cine.

Juliette Binoche es una gran actriz con una larga y exitosa carrera, pero últimamente está repitiendo demasiado el papel de la mujer madura, más bien intelectual, refinada pero muy atormentada. Aquí, como Marianne, enfoca el papel un poco así. Lo hace bien y quizá eso fue lo que exigía Carrère, pero se vuelve un poco predecible y esa presencia a veces, arruina elementos de la trama. Las actrices debutantes o no profesionales, hacen una labor magnífica, lo cual quizá sea un mérito de Carrère, pero Helene Lambert, en su primer filme, asume el rol de Chrystele con una gran fuerza dramática. Tiene, además, una gran presencia escénica y yo diría que le roba el protagonismo a Binoche. Es el personaje más interesante y mejor delineado del filme. El resto del elenco está muy bien en los papeles que se les asignan.

La fotografía de Patrick Blossier (Amen, The Chambermaid of the Titanic), ajusta los cromatismos para sumergirnos en ese mundo infértil y doloroso del trabajo mal remunerado y de gran responsabilidad, pero sin perspectivas. Logra imágenes que acentúan los elementos dramáticos del guion con gran efectividad.

El filme tiene resonancias de las obras de los hermanos Dardennes (Lorna’s Silence, The Kid with a Bike, Two Days, One Night) pero evita ese acento proletarista y tercermundista por el cual se caracterizan los Dardenne. Between Two Worlds tiene su ritmo propio. No conmisera. No intenta dar una lección de la lucha de clases. Mis temores iniciales, de enfrentar a un teque de agitación y propaganda fueron infundados.

Between Two Worlds (Francia, 2021). Dirección: Emmanuel Carrère. Guion: Emmanuel Carrère y Helen Devynck, basado en la obra The Night Cleaner, de Florence Aubenas. Dirección de fotografía: Patrick Blossier. Con: Juliette Binoche, Helene Lambert, Louise Pociecka y Didier Pupin. De estreno limitado en las ciudades más importantes de Estados Unidos.


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