Actualizado: 23/04/2024 20:43
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CON OJOS DE LECTOR

Pase de revista

Bajo el título de Poesía Cubana Actual (1970-2006), la revista 'Renacimiento' recoge en su último número una selección de quince autores de dentro y fuera de la Isla.

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La revista sevillana Renacimiento dedica 86 de las 206 páginas de su última entrega (nos. 51-54) al dossier Poesía Cubana Actual (1970-2006). Aunque no figura ni el índice ni en la portadilla de la muestra, la compilación se debe a José Pérez Olivares (Santiago de Cuba, 1949), a quien además pertenecen los casi cien dibujos que ilustran el número. Pese a ser él mismo poeta (ha publicado siete libros, textos suyos aparecen en varias antologías y ha sido merecedor de los premios David, de la Crítica, Jaime Gil de Biedma, Renacimiento y Rafael Alberti), Pérez Olivares tuvo la modestia de no incluir ningún poema propio, lo cual es de lamentar, pues no desmerecería al lado de los otros seleccionados por él.

La columna vertebral o cuerpo principal del dossier lo constituyen los poemas. Pero a los mismos se han incorporado cinco trabajos críticos y ensayísticos referidos a aspectos y creadores pertenecientes a ese campo. En Presencia de José Mario, Pío E. Serrano hace una justa revalorización de la personalidad y la obra de quien en La Habana convulsa y vibrante de los sesenta, "llegó a convertirse en una suerte de mágica enseña entre los noveles escritores de la ciudad". Víctor Rodríguez Núñez, quien además colabora como creador, revisa y clarifica algunos de las propuestas conceptuales expresadas por él en el prólogo a la antología El pasado del cielo: La nueva y novísima poesía cubana (1994). En La isla de todos, la isla de nadie, Alejandro Luque trata "el sentido de la insularidad, ese inveterado signo distintivo del caribeño". Por su parte, José Antonio Michelena echa una breve mirada a la poesía escrita en Cuba en las últimas tres décadas, "en las que literatura, sociedad, ideología no son exactamente una santísima trinidad, no son un trío siempre bien afinado y armónico". El texto más extenso (19 páginas) lo firma el español Ángel Esteban, profesor de la Universidad de Granada, quien realiza un análisis de Sonetos de Gelsomina, de Raúl Hernández Novás. Para él, es un libro que representa "una constatación de que la madurez intelectual y afectiva del poeta ha llegado a su máxima expresión".

La selección de poemas se abre con Acta, de José Kozer. Elección muy acertada, por las excelencias literarias de su obra, las varias décadas de dedicación a la escritura y el impresionante volumen de sus publicaciones. Siguen después páginas de autores pertenecientes a promociones posteriores a la de ese invitado de honor: Antonio José Ponte, Gleyvis Coro Montanet, Víctor Rodríguez Núñez, Yoel Mesa Falcón, Liudmila Quincoses Clavelo, Francis Sánchez, Odette Alonso, Alberto Lauro, Norberto Codina, Damaris Calderón, Manuel González Busto, Waldo Pérez Cino, Ileana de la Concepción Álvarez González y Alex Fleites.

Una vez que se concluye la lectura de la treintena de textos que conforma ese bloque, lo primero que llama la atención es la ausencia de claves o motivos locales que en un primer acercamiento permitan identificar como cubanos a los creadores que los firman. Prácticamente la única excepción es Benny Moré inventa la bahía de Manzanillo, de Norberto Codina, aunque incluso en su caso se trata más bien de referencias musicales (Barbarito Diez, el Trío Matamoros, Benny Moré) asociadas a la infancia que allí se rememora. Se constata asimismo que es ya un hecho la consolidación de una nueva norma poética, que de acuerdo a un crítico tan autorizado como Jorge Luis Arcos comenzó en la década de los ochenta, con la ruptura con el conversacionalismo como canon estético predominante.


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