La cima persigue a El Duque

Con ese talento inigualable, Frank Sinatra cantó New York, New York, al punto de convertirla en el himno de la Gran Manzana.

Pero es como si se la hubiera dedicado a Orlando El Duque Hernández, quien ha regresado a la ciudad que nunca duerme para traerle un poco de paz a los Mets en su búsqueda de una Serie Mundial.

No pudieron haber acudido a nadie mejor.

Si la historia sirve de algo, los Mets acaban de sumar a sus filas un talismán humano de la buena suerte, porque Hernández ha servido como catapulta para alcanzar el éxito a todos los equipos con los cuales ha vestido uniforme.

Sus cuatro anillos de campeón del Clásico de Octubre así lo atestiguan.

"Estoy muy feliz de volver a Nueva York; debe ser algo del destino que me obliga a regresar allí", comentó Hernández. "Pero también debo reconocer que dejé en Arizona muy buenos amigos, gente especial que soñaba con algo positivo".

En honor a la verdad, los Diamondbacks igualmente soñaban con darle un vuelco a una situación crítica durante los últimos años, para ser exactos, desde que ganaron la Serie Mundial de 2001.

Acaso no sea casualidad que Hernández dejara a Arizona en el primer puesto del Oeste en la Liga Nacional y haya llegado al Shea Stadium a otra organización que batalla por no caer de la azotea.

La cima, sea donde sea, persigue a El Duque.

"Ha sido mucha suerte en mi carrera, de estar en el momento justo y en el lugar exacto", comentó Hernández, quien pudiera ayudar mucho al desarrollo del novato cubano Alay Soler, quien ascendió a las Mayores hace apenas una semana. "Yo sólo me preocupo de trabajar fuerte, dar el máximo y ayudar al equipo que me quiera''.

'Mi corazón también cuenta'

Por lo sucedido durante su estancia en los Yankees y con los Medias Blancas de Chicago, los Mets confían en que Hernández les sirva de mucha ayuda no sólo en la temporada regular, sino mucho más en los play-offs.

Todavía se recuerdan en Nueva York sus grandes actuaciones con los Bombarderos del Bronx en postemporada al lograr foja de 9-3, pero aún no se ha apagado el eco de su tremendo relevo en la Serie de Campeonato de 2005 en el joven circuito.

En el tercer choque contra Boston, con las bases llenas sin outs en el sexto episodio y la carrera del empate en la antesala, el cubano se convirtió en el primer lanzador de todos los tiempos en play-offs en dominar a tres bateadores de manera consecutiva en una situación similar.

Todo eso puso en la balanza el gerente general de los Mets, Omar Minaya, cuando decidió traer de vuelta a Hernández.

"Lo que más me gusta de él es que ha lanzado mucho en Nueva York", indicó Minaya. "Es un lugar que él conoce bien y una ciudad que también lo conoce bien a él. Es una situación perfecta".

¿Se repetirá la historia?

"No puedo predecir nada, mi única garantía es mi esfuerzo completo", recalcó el cubano. "Los Mets saben que cada vez que salgo a trabajar pongo mucho más que mi brazo. Mi corazón también cuenta".

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