El New York Times publicó el 27 de octubre un extenso y documentado artículo[1] de cómo la decisión de vacunarse, o no, se ha tornado fatalmente en un problema ideológico, en lugar de ser, lo que en esencia es: un problema de salud pública.

Los datos de vacunados a nivel nacional son los siguientes[2]:

Cómo se comporta el estado de Florida donde el gobernador ha demostrado continuamente poner en primer término su ideario e intereses políticos en detrimento de la salud de la población, en particular la de los alumnos del sistema de enseñanza del estado.

Para este análisis tomamos los datos de la votación de los 67 condados en las pasadas elecciones de 2020, veamos cómo se comportan estos en relación con los índices de vacunación:

La tabla anterior refleja que en Florida la ideología o partidismo desempeña, al igual que el resto de la nación un papel nefasto, convirtiéndose en un factor, un elemento limitante, para lograr una adecuada inmunización de toda, o la mayor parte, de la población.

El promedio de vacunados en Florida es de 58,68 % y el promedio nacional es de 72 % es decir que está muy por debajo de la media nacional, pero ello no influye en los criterios ‘científicos’ del gobernador y continúa priorizando el tratamiento de los infectados en lugar de promover la vacunación y el uso de la mascarilla para evitar que los ciudadanos de Florida se infecten, quizás para él sea de más importancia el promover medicamentos como el ‘Regeneron’, el cual no remplaza la vacuna y ahora con el apoyo del actual Cirujano General[3] que promueve la utilización del ‘ivermectin’ que se utiliza para curar parásitos y la ‘hydroxychloroquine’ usada para prevenir la malaria, ambas desaprobadas por la FDA por carecer de eficacia para tratamiento de la covid-19 y poseer serios efectos secundarios para la salud del paciente.

Hacemos notar que sospechosamente el último reporte oficial sobre la pandemia fue emitido el 3 de junio 2020[4] y como ya hemos mencionado anteriormente el defenestrado Cirujano General participó en su última conferencia de prensa en abril, y como no resultó su participación ajustada a las conveniencias políticas del gobernador fue pasado al ostracismo sin ninguna explicación, todo esto hace evidente la falta de transparencia con la que se está manipulando el tema de la salud pública en el estado y más allá de eso la impunidad y la falta de rigor científico con la que se está afectando la vida y la salud de los floridanos.

[1]https://www.nytimes.com/2021/09/27/briefing/covid-red-states-vaccinations.html

[2]https://www.kff.org/coronavirus-covid-19/dashboard/kff-covid-19-vaccine-monitor-dashboard/

[3]https://www.cubaencuentro.com/internacional/articulos/un-cirujano-general-ad-hoc-340174

[4]http://ww11.doh.state.fl.us/comm/_partners/covid19_report_archive/vaccine/vaccine_report_latest.pdf

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