En varios correos electrónicos, así como en mi muro de Facebook han sido publicadas varias réplicas a mi artículo “México, de mal para peor”, aparecido en este mismo diario el pasado lunes.

Algunas de las réplicas han sido concebidas con el corazón, no con el intelecto.

En el artículo aludido doy fe de mi opinión acerca de las próximas elecciones presidenciales en México, que se llevarán a cabo el 1 de julio. Por una serie de razones, con las cuales trato de argumentar mi parecer, sostengo que el peor presidente que podría tener el país en los próximos 6 años, sería Andrés Manuel López Obrador (AMLO), candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que el propio AMLO fundara unos pocos años atrás.

Quienes conozcan mi oficio saben que para desarrollarse en este, sería lo ideal contar con días tal vez de 30 horas; y ni así se podría enfrentar la tanta necesidad de tiempo.

Es decir, para meterse en una batalla —que por demás no reditúa créditos de ningún tipo— como la que convoco en el artículo señalado, es necesario amar, más que odiar.

Asimismo, mis condiciones de vida en la actualidad para nada se beneficiarían o perjudicarían con lo que ocurra o no en México. O bueno, se favorecerían o dañarían en igual monto con lo que sucediera en Costa Rica o Luxemburgo.

De modo que en el texto aludido solo debería verse un acto de aprecio. Pues, justamente, uno se preocupa sobre todo por lo que o por quien en alguna medida aprecia.

Pero no ha sido así; algunos de mis replicantes, más que razonar acerca de lo por mí expresado, se han lanzado “al ataque”, como contra un adversario.

Lo que más duele es que varios y varias de los incluidos en el párrafo anterior, son personas a las que uno estima. Y talentosas. Y hasta hace unas horas, amables para conmigo.

Algunos de mis críticos, no me cabe duda, ni siquiera leyeron el artículo completamente: se han limitado a contestar una de las llamadas que sobre este aparecía en la versión de Facebook: “Para México, a partir de las elecciones presidenciales del 1 de julio, podría comenzar una larga noche… una larga noche de 6 años”.

Es lamentable.

Creo saludable aclarar que según mis conocimientos las personas que llevan a cabo estas posturas agresivas, este estilo pendenciero, y en ocasiones ese hacer de barricada, sanguíneo —copia fiel del proceder de AMLO— son ciudadanos de la Ciudad de México; no del interior del país, quiero decir.

Así la situación, no es muy aventurado afirmar que si resulta elegido AMLO, en los días siguientes a las elecciones todo fluiría con normalidad.

Pero si él no es electo, las peleas estarán más allá de a “boca de urna”.

La pregunta: ¿cómo será posible que pensadores que deberían formar parte de la izquierda decente, honorable, estén registrados en la vertiente de lo más corriente, grosero, pedestre y una veintena más de sinónimos?

Para ilustrar lo anterior, cito lo expresado por Yeidckol Polevnsky Gurwitz, presidenta nacional de MORENA, sobre lo que ocurriría en caso de que AMLO no resultara electo el 1 de julio: “Se encontrarán con el diablo si pierde AMLO”.

Terrible.

Resulta curioso que Yeicdkol Polevnsky Gurwitz nació bajo el nombre de Citlali Ibáñez Camacho, pero, según ella ha declarado, situaciones familiares llevaron a su madre a cambiarle el nombre.

Y más curioso aún que, si bien Yeicdkol invoca al diablo, su nombre en hebreo significa “el llamado de Dios”.

Y bien, visto lo dicho por la señora Yeicdkol, el 1 de julio ¿habrá sangre?

Esperemos que no; sea quien fuere electo.

Ya ven. Así van las cosas.

Referencias:

• http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/04/03/1155570
• https://www.elsoldepuebla.com.mx/mexico/politica/se-encontraran-con-el-diablo-si-pierde-amlo-advierte-polevnsky-1792372.html
• https://www.cubaencuentro.com/internacional/articulos/mexico-de-mal-para-peor-333161

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