Actualizado: 29/04/2024 7:40
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Venezuela

Socialismo en vena

Hugo Chávez se dispone a tomar por asalto el sistema educativo con imposiciones ideológicas y la marginación de padres y actores sociales.

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La educación ha sido asumida por la actual administración venezolana como una bandera para defender el proyecto socialista que viene promoviendo Hugo Chávez desde que inició su nueva legislatura, en enero de 2007. La designación de su hermano mayor al frente de esa cartera lo comprueba.

Adán Chávez, un ingeniero de 56 años, siempre ha militado en movimientos de izquierda. Además, participó activamente en la organización del golpe de Estado de 1992, liderado por el actual mandatario, contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. En este gobierno ha ocupado la Embajada de Venezuela en Cuba y la Secretaría de la Presidencia.

Al momento de explicar el fondo del proyecto educativo, los representantes del gobierno han dejado claro que se trata de inyectar los "auténticos valores" de una sociedad, inculcar lo que es el socialismo. Según el mayor de los Chávez, estamos frente a una lucha contra los antivalores de la burguesía que "han estado introduciendo en esta sociedad durante muchísimos años, como el egoísmo y el individualismo".

Durante la instalación del Consejo Presidencial Moral y Luces, calificado por el jefe de Estado como el tercer motor revolucionario, el titular de Educación aclaró que "el aprendizaje trascenderá las aulas de clases y los recintos escolares para desarrollar un proceso constante de enseñanza diario y eterno, para lograr ese nuevo ciudadano, que asegure la continuidad de la revolución bolivariana".

Atribuciones absolutas para el Estado

Distintos sectores de la sociedad venezolana se han pronunciado, preocupados por la nueva estructura de pensamiento que intenta promover el ejecutivo. Un proyecto educativo fundamentado en conceptos como el "Estado docente" o la premisa de una educación socialista centralizada, tal y como figura en el proyecto de ley que discute el Parlamento.

En febrero de este año, un grupo de padres y representantes decidieron organizarse para garantizar que sus hijos recibirán una educación fundamentada en la democracia, la libertad, el respeto, la tolerancia y la paz. El objetivo fundamental es articular una red de información para vigilar los cambios y reformas impulsadas por el gobierno nacional.

Tal y como reza el artículo 102 de la Constitución venezolana, "la educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes de pensamiento".

Leonardo Carvajal, miembro de la organización no gubernamental Asamblea de Educación, ha calificado de "totalitario" el proyecto legal que discute el Parlamento.

A manera de ejemplo, Carvajal explica que el artículo 6 de la ley establece atribuciones a los ministerios de Educación y Educación Superior que le dan un poder absoluto.

"Desconoce el derecho a participar de las experiencias educativas de las gobernaciones, de las alcaldías, de la educación privada, de los gremios de magisterio de educadores, de las asociaciones de investigación en educación y culturales, de los rectores de las universidades, de las escuelas de educación y los pedagógicos, estudiantes organizados. Es decir, desconoce a la totalidad de los actores del sistema educativo, y coloca todas las atribuciones en un único actor que es el gobierno nacional", denunció.

Una opinión que coincide con la expresada por la investigadora de la Universidad Central de Venezuela, Nacarid Useche, quien considera inconstitucional desconocer las responsabilidades de otros organismos o entes regionales, incluso de padres y representantes, en el proceso educativo, según lo refleja el referido artículo.

Sobre este tema, la decana de Humanidades de la Universidad Católica Andrés Bello, Maria Elena Febres, aseguró: "Nuestro deber como venezolanos, educadores y padres es no entregar la educación a un modelo que contempla una visión única. Debemos formar seres que comprendan la complejidad del siglo XXI".

Tiembla el sector productivo

"Vayan a los centros de trabajo, fábricas, a los consejos comunales, a las radios comunitarias", pidió el presidente Chávez al primer grupo de brigadistas que juramentó en el Teatro Teresa Carreño, como parte del "tercer motor de la revolución", denominado Moral y Luces (frase de Simón Bolívar).

La iniciativa consistirá en impartir "educación socialista" en todo el país, incluyendo los centros de trabajo.

Según el ministro de Educación Superior, Luis Acuña, el tercer motor "busca que la gente desaprenda los antivalores del sistema capitalista como el individualismo, y cultive la solidaridad y el respeto a la vida humana. Eso es Moral y Luces: una nueva concepción de vida fundamentada en valores".

Esta última iniciativa se suma a las misiones educativas que tiene en marcha el gobierno, dirigidas a personas que no han terminado el bachillerato, no saben leer o escribir, o incluso no han tenido acceso a la universidad, e incluye la promoción de los "ideales socialistas" que defiende el mandatario.

La sociedad venezolana sigue atenta el rumbo de los acontecimientos en materia de educación, tomando en cuenta que se trata de los contenidos y las ideas que recibirán los niños y jóvenes del mañana. La consigna de algunas comunidades consiste en evitar a toda costa el adoctrinamiento y no perder la potestad sobre la educación de los hijos, como lo evidencia la conformación de la Federación de Padres y Representantes de Venezuela, en febrero pasado.

Sólo el texto final que sea aprobado en esta materia en el parlamento podrá disipar o no estas preocupaciones, incluso el futuro de la formación católica y privada en Venezuela.