Actualizado: 02/05/2024 23:14
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Sociedad

Ifá pide cambios

Letra del Año: Por primera vez rige Oshosi, el orisha que 've desde lejos, y escucha y actúa con rapidez'.

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Al responder las preguntas, casi todas relacionadas con el futuro inmediato de Cuba, Lázaro Cuesta expresó que el signo regente Ofun Otura, que ya había regido en el año 2005, habla de cordura, de concilio, de diálogo, pero hizo hincapié en la necesidad de hacer las cosas a tiempo. "Cuando uno no se quita del lugar a su debido tiempo —dijo— puede crear problemas". Recomienda que el concilio se debe buscar desde el hogar para evitar males mayores, pues la concordia nace del entendimiento.

También explicó que se reitera la gravedad de los valores morales vaticinada por Ifá para el pasado año, especialmente en la juventud, la cual "debe salir del fango".

Respecto a la salud de las personas actualmente enfermas, dijo enfáticamente que "la fe salva, pero de nada valen los esfuerzos si el necesitado carece de ella, es decir, de la fe".

Por su parte, Víctor Betancourt, interpretando la historia del Orisha Oko, el dios de la agricultura, expresó que se augura una mejoría en la economía, no sólo sobre la base de la producción agrícola, sino también de los recursos minerales. Explicó que es la primera vez que Oshosi resulta ser la divinidad regente —orisha patrón de los cazadores, caracterizado por la capacidad para ver desde lejos, sensibilidad para escuchar y rapidez para actuar, que llegó al mundo para proporcionar alimento a las comunidades humanas.

Terminó diciendo que, de acuerdo con la oración profética: Ire Ashegun Ota lese Oshosi, el año 2007 es propicio para vencer a las dificultades y a los enemigos. Es un año caracterizado por cambios, con independencia de quienes sean las figuras políticas que los impulsen. Los refranes que acompañan al signo coinciden en destacar el valor de la fuerza del pensamiento y de las decisiones sabias y consensuadas, para que el saco vacío, lleno de productos y de esperanzas, pueda pararse.

La paz de Oshosi y Ogún

Las características de Oshosi, acompañadas de Oya —divinidad de los vientos y dueña de las centellas— auguran que las dificultades y los enemigos pueden ser vencidos. A ello se agrega el pronóstico de reconciliación que se infiere del patakín que narra la enemistad entre Oshosi y Ogún, los cuales vencieron sus dificultades y limitaciones al hacer las paces y coparticipar para obtener lo que ninguno por separado podía lograr.

En ese sentido, los métodos obsoletos deben ser desechados de una vez, así como todo lo que separa a los hombres, y en su lugar buscar lo que sea de beneficio común. Se reiteró que la no-correspondencia entre lo que dice Ifá y lo que sucede después depende de los hombres. Hay que interpretar y después hacer todo lo posible para evitar los males.

Finalmente, Lázaro Cuesta, en respuesta a una pregunta sobre la posible unidad con otras fuerzas religiosas de origen africano, explicó las limitaciones que les imponen a la Comisión Organizadora de la Letra del Año, incluyendo las dificultades para viajar y recibir a colegas religiosos de otras naciones, por lo cual se dirigirán a las autoridades del país relacionadas con la esfera religiosa para presentar sus quejas.

La atención que merecen las predicciones de la Letra del Año, de la Comisión Organizadora, tiene su aval en los aciertos de los años precedentes, lo que le brinda un alto grado de credibilidad popular. Por ello, los nuevos augurios constituyen un reto para todos los cubanos, gobernantes y gobernados, creyentes o no.


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