Actualizado: 09/05/2024 0:28
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Economía

Una solución equivocada

El problema en el sector agropecuario continuará mientras exista el monopolio estatal y los productores no tengan libertades.

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El monopolio de Acopio

La Unión Nacional de Acopio, el monopolio encargado de la compra, transportación y venta de los productos agropecuarios en la Isla, ha sido "incapaz" de lograr una diversificada oferta a precios asequibles para el pueblo. Su principal deficiencia radica precisamente en su principal función: el acopio de los productos del campo. Por ejemplo, el pasado mes de febrero en la provincia de Cienfuegos permanecían en poder de los campesinos más de 50.000 quintales de arroz.

Las razones, según funcionarios estatales, radican en que —además de no disponer de capacidad de almacenaje ni de mercado dispuesto para venderlo— el transporte es insuficiente y los equipos con que cuentan (muchos de ellos paralizados por falta de piezas y con 20 o más años de explotación), lo que se refleja en la recogida tardía y en el deterioro de los alimentos, que muchas veces van a parar al consumo animal. Y es que Acopio, aunque es un monopolio, carece de autonomía para destinar una pequeña parte de sus ganancias a la adquisición de neumáticos y otros agregados necesarios para mantener en buen estado su parque automotriz.

Resulta que en la Ciudad de La Habana hay 139 MAE agrupados en nueve empresas que radican en otro territorio, por lo cual las responsabilidades se diluyen. Mientras Acopio sólo controla 27 de ellos. Como el olmo no ha producido peras, parece haberse arribado a la conclusión de hacer desaparecer Acopio y trasladar las funciones de control y fiscalización a otras instituciones, en vez de atacar las verdaderas causas de las ineficiencias, en un nuevo intento de solucionar la crisis de la agricultura por donde no es.

A esa deficiencia de Acopio se agregan otras dos. La primera es la demora en los pagos a los sectores cooperativo y campesino; atrasos que generan desinterés en los productores. En Cienfuegos, la deuda por tal concepto en el mes de febrero ascendía a la cifra de 1.250.000 pesos, y en el municipio de Aguada, por concepto de arroz, se debían más de 900.000 pesos.

En ese mismo mes, en la provincia de Ciego de Ávila, además de una alta suma en pesos, se debía a los productores una cifra ascendente a 57.369, 98 CUC (pesos convertibles). La segunda es que los insumos que Acopio entrega a los productores son insuficientes. Ambas deficiencias explican el porqué los productores venden y compran a los intermediarios alternativos —fuera de la ley— que pagan y surten lo necesario de forma inmediata.

Falta de autonomía

El único problema del monopolio no es Acopio. La insistencia en regular el precio de las mercancías de espaldas al que se establece libremente entre oferta y demanda es otra dificultad insoluble. Cada mes los Consejos de la Administración Provincial, de acuerdo con una resolución del Ministerio de Finanzas y Precios, implantan un precio único para los productos del agro.

La inflexibilidad que introduce dicha regulación artificial se expresa en disímiles anomalías, pues la lentitud de la información emanada no se corresponde con la velocidad de los procesos de maduración y deterioro de los productos del agro, por lo cual en un período de 30 días se comercializa un mismo producto con dos y hasta más gravámenes diferentes, o —por otra parte— productos que se deterioran permanecen con el mismo precio.