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Arte, Poesía

Cultura de resistencia y protesta, 13 Festival Poesía sin Fin

Es la poesía, sin dudas, el instrumento más apreciado por este grupo como punto y puente hacia el intercambio de experiencias, la expansión de la espiritualidad y la reinvención de una realidad alternativa no solo para Alamar sino para toda Cuba

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Los 10 kilómetros que separan a Alamar de La Habana se confunden fácilmente con 100, solo se necesita subir a un ómnibus y ver cómo de manera progresiva se desencajan los rostros de los pasajeros por el cansancio. El Reparto, que debió ser la morada del “hombre nuevo” (¿revolucionario?), se nos muestra como un interminable laberinto de edificios prefabricados de hormigón, monumentos a la monotonía. Alamar colecciona baches, calles obscuras y tuberías rotas. Es una ciudad amenazada por la maleza, tocada por el mar y con una fábrica de chocolate que no prueban casi nunca sus miles de habitantes.

Por estos días Alamar ha comenzado a dar a luz nuevos grafitis, algunos en el inmenso muro de un almacén clausurado, otros en el pavimento de varias calles. Las pintadas anuncian el Festival Mundial Poesía sin Fin, que se desarrollará durante 15 días de este mes. Omni-Zona Franca lanza la invitación a este evento de poesía hecha por todos que comenzará con el Ring Poético y contará con actividades ya habituales como la Peregrinación del Garabato (día 17), que se realiza hasta el Rincón de San Lázaro para pedir por la buena salud de la poesía, y el Cabaret Poético. El evento terminará con la Fiesta Omni la noche del día 30.

Omni-Zona Franca, que para algunos puede que no sean más que un grupo de personas extravagantes capaces de caminar hacia atrás, salir de un latón de basura o pararse inmutables frente al semáforo de una calle ampliamente transitada, nació en el año 1997. Es un colectivo de artistas que cultivan las artes plásticas, el audiovisual, la música (fundamentalmente rap, hip hop y reguee), el performance, la poesía, y que han dejado su sello en trabajos como el CD-libro de experimentación sonora Alamar Spress y el CD de poesía Vegas Town[1].

Omni es también un proyecto artístico que ha logrado salirse de la frontera capitalina e impactar con su propuesta en provincias del país con una deprimida vida cultural; entre ellas Santiago de Cuba, Holguín, Cienfuegos y Sancti Spíritus.[2]

Es la poesía, sin dudas, el instrumento más apreciado por este grupo como punto y puente hacia el intercambio de experiencias, la expansión de la espiritualidad y la reinvención de una realidad alternativa no solo para Alamar sino para toda Cuba. A partir del impulso dado por Juan Carlos Flores (premio David y de La Crítica) a finales de la década de los 90 desde la Galería Fayad Jamís, surge este colectivo capaz de experimentar formas novedosas de literatura [3]. Lo que se constata en la marcada diversidad en la forma de decir y hacer poesía. Tenemos a Amaury que con frases cortadas sabiamente, indica… “El poeta ha perdido el júbilo de raspar oro, se contenta con libar en las alcantarillas”, Luis Eligio prefiere decirnos que… “La vida es estar comiendo algo que no sabemos”, y Nilo nos confiesa: “Llegar a mi casa es como estar muerto” [4].

El proyecto Omni ha debido enfrentar la expulsión de espacios comunitarios como La Casa de la Cultura de Alamar, retención de materiales, detenciones, advertencias y presiones. Ellos también conforman la larga lista de grupos y eventos censurados como Matraka, Puños en Alto, Talento Cubano y más recientemente los Festivales Rotilla y Arteco (Arte Ecología y Comunidad) [5].

El próximo Festival Poesía sin Fin será el número 13 y una vez más pretende unir cuerpo, texto y voz en iniciativas que promuevan la libertad artística, la compenetración con la comunidad, la creación desde espacios pobres y marginados y el llenado de palabras vaciadas de contenido. La promoción nos llega con el mensaje: si dos se miran y se reconocen, el mundo cambia, palabras oportunas en un país donde las órdenes suelen desterrar al diálogo.



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