Al más alto nivel

A veces, durante años, uno se pregunta dónde estará éste o aquel deportista que alcanzó una vez excelentes resultados. Pienso en muchos cuyos nombres conocía de memoria por sus actuaciones y que desaparecieron sin dejar rastro. Pues bien, de esos cubanos que están anclados en algún lugar del mundo, y de los que apenas se habla —por lo menos en Miami—, trataré en este y próximos artículos. Hoy toca el turno a un grupo que está jugando al más alto nivel en la Liga de Voleibol de Italia.

Recordarán muchos que la selección nacional de voleibol ocupó los primeros planos de este deporte en la década de los años noventa. De esa generación y de la siguiente, salieron excelentes atletas que se quedaron durante un viaje de la delegación cubana, para jugar en la mejor liga en el mundo: la italiana.

Entre todos los buenos que hay en esta selección, resaltan seis que fueron pieza fundamental en numerosas victorias del elenco cubano. Ahora compiten entre los mejores jugadores del deporte de la malla alta en la primera división. Ese es su trabajo en el país que los acogió como huéspedes de lujo y les brindó hogar como si fuesen hijos suyos. Allí saben muy bien de estos cubanos que son una maravilla a la hora del juego inteligente, el remate preciso o el pase exquisito que ofrece más tarde puntos. Gustan de verlos.

Entre ellos, sobresale Ángel Dennis, del club Lube Banca Marche Macerata, uno de los más destacados. El habanero fue escogido como Jugador Más Valioso de la Supercopa Italiana de 2006 y su equipo ganó también en la temporada pasada el Campeonato, la Copa Cev y la Supercopa de Italia. Credenciales para darse cuenta que está, sino en el mejor, en uno de los buenos equipos italianos.

Maikel Cristóbal Cardona, también de La Habana, juega para el Cimone Modena, tras ser transferido desde el Copra Berni Piacenza, que resultó seleccionado mejor equipo de la Copa de 2006. Por su parte, Leonel Marshall, escogido en el mismo Todos Estrellas que Cardona, defiende los colores del Copra Berni Piacenza.

Yasser Romero y el camagüeyano Osvaldo Hernández juegan para el club M. Roma Volley, de la capital italiana. En tanto, el habanero Ramón Gato está firmado por el Marmi Lanza Verona. Todos conforman un exquisito grupo que en cada salida a la cancha trabaja para dos equipos: el que los acogió por sus calidades, y Cuba, que la llevan en el corazón.

En la segunda división de esta potente liga figuran otros seis voleibolistas de la Isla: Javier González, quien abandonó la selección en 2005 y compite para el Fiorense Spa Bassano; el santiaguero Ángel Beltrán, que lo hace en el Framasil Cucine Pineto; el matancero Hiosvany Salgado, defensor de la causa del Monini Spoleto; Alexei Argilagos, del Petrecca Isernia; el camagüeyano Iván Benito, en el Sparkling Milano, y el bayamés Maikel Salas Moreno, transferido del club de primera división Marmi Lanza Verona, al de división inferior Modugno Noicattaro Volley.

Considerados entonces entre los mejores del orbe, los seis jugadores de la selección nacional que escaparon de la Isla en 2001 y decidieron probar suerte en la poderosa liga italiana, son Romero, Dennis, Gato, Marshall, Ihosvany Hernández y Jorge Luis Hernández. Una verdadera torre de jugadores del más alto nivel.

No son los únicos, otros también están en sitios donde jamás pensaron vivir. Hay cientos que con mucho frío o bajo un sol abrasador salen cada día a entrenar y competir, no sólo para ganar sino para no perder lo conquistado. Lo hacen muchas veces con la nostalgia de la distancia y el sueño de volver algún día a la Isla.

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