Actualizado: 27/03/2024 22:30
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'Encuentro': Una década

«'Encuentro' creó un terremoto en Cuba»

Al habla con Annabelle Rodríguez, presidenta de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana.

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La mesa tuvo una representación de todo el espectro político, Javier Pradera, de El País, y Guillermo Gortázar del Partido Popular, entre otros. En aquel momento hubo hasta artículos insultando a Gortázar, por formar parte de esta mesa.

Había un grupo de personas que pensaba que nosotros le estábamos 'lavando la cara' al gobierno cubano. Otro, que decía que Jesús era un traidor a la revolución. Algunos escritores se pelearon con Jesús, incluso amigos cercanos de él, por enfrentarse al régimen. En aquel momento, eso era una especie de herejía para cierta parte de la izquierda.

La Habana ha argumentado todo este tiempo que EE UU y la CIA financian 'Encuentro'. ¿Cuáles han sido las fuentes de financiación y en qué medida la línea editorial ha respondido a los patrocinadores?

Eso es una falsedad, puesto que el patrocinio inicial de Encuentro fue de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Fue el único patrocinio con el que contamos para poner en marcha el proyecto. A partir de ahí, empezamos a solicitar y recibir subvenciones de la Fundación Pablo Iglesias, el Centro Internacional Olof Palme, la Fundación ICO, The Open Society Institute, la Junta de Andalucía y la National Endowment for Democracy (NED), que es una institución bipartidista que representa a los dos partidos mayoritarios de EE UU. La NED también financió la campaña del 'NO' a Pinochet y sigue financiando a la Fundación de Nuevo Periodismo Latinoamericano de García Márquez.

La NED jamás nos ha preguntado por nuestra línea editorial. Simplemente vio el proyecto, le interesó y a partir de ese momento nos financió. ¿En qué medida damos cuenta de esa financiación? Pasamos anualmente auditorías que demuestran que el dinero ha sido gastado en el pago de aquello para lo que se solicitó: equipos, salarios, actividades, etc. Pero eso ocurre con todos los patrocinadores por igual.

Más tarde entró la Fundación Ford, que también nos ha financiado regularmente. La dirección que lleva el tema de América Latina está basada en México y jamás nos ha puesto ningún tipo de condición. La otra fuente importante ha sido la Comisión Europea, con cuya ayuda llevamos a cabo el proyecto de Internet, conjuntamente con la Fundación Ford. Simplemente nos ajustamos a sus normativas, que tienen que ver con el buen uso de los fondos, pero nunca con una línea política. También nos ha ayudado mucho The Open Society, de George Soros. Las fuentes son tan diversas que incluso algunas están ideológicamente en las antípodas.

Quizás por el apoyo inicial del entonces presidente del gobierno español, Felipe González, algunos todavía vinculan a 'Encuentro' con el PSOE. ¿Cómo ha sido la relación de la Asociación con los partidos políticos españoles?

En el momento en que surge Encuentro, yo tenía una amistad personal con Felipe González, que venía de la amistad que tenía Felipe con mi padre. Pero el proyecto se gestionó en el Ministerio de Asuntos Exteriores, con el apoyo de Javier Solana y los secretarios de Estado Inocencio Arias y José Luis Dicenta. Logramos que la Agencia Española de Cooperación le diera el visto bueno al proyecto, después de ser valorado por un equipo técnico.

Ahora bien, tanto durante los gobiernos del PSOE como los del PP hemos recibido idéntico respaldo. Nosotros nos hemos relacionado, más que con los partidos políticos, con los diplomáticos que han estado en la Secretaría de Estado de Cooperación, la AECI y la Dirección General de Iberoamérica, y siempre hemos recibido su apoyo.

Por otra parte, el proyecto de Encuentro no está encaminado a imponer en Cuba absolutamente ninguna línea política, ninguna idea de cómo gobernar el mundo. Nuestra propuesta está basada en luchar por la libertad de expresión, que es lo único que puede garantizar la libertad del ser humano.

Una vez que lleguemos a tener una sociedad democrática y libre, en la que las ideas se puedan discutir, y las personas no se vean como enemigos, sino como adversarios políticos, lo normal será que cada una de las distintas ideas que hoy prevalecen en la sociedad moderna tengan su espacio y que haya diversos grupos que exhiban un proyecto político. Entonces tocará que decida el voto de los ciudadanos.