Actualizado: 01/05/2024 21:49
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Cuba

Represión

Tras la pesadilla...

El calvario del opositor Alexis Pérez Ricardo, apaleado hasta la saciedad por tres 'cederistas' una noche de carnaval del año 2004.

Comentarios Enviar Imprimir

La frase, que podía explicar al psicólogo y al psiquiatra el origen de los monstruos en las pesadillas de Stephenlee, distanciada de las películas de horror y presente en la cotidianidad del chico, bastó para que la jueza Ivett desestimara al testigo por considerarlo autopreparado.

Sin asidero, Alexis Pérez Ricardo fue sancionado a un año de privación de libertad. El precario estado de salud del convicto haría al tribunal subsidiar la sanción por limitación de libertad.

La ley de Dios

Un represor arrepentido es hoy Rafael Guerrero Cera. Desde la posición de mediar en defensa de un tercero —José Pino Pupo—, y sólo con el empleo de sus manos, Guerrero Cera se responsabilizó de las lesiones sufridas por Pérez Ricardo. La jueza estimó la defensa de un tercero, sustanciada por el fiscal, desestimando la incoación del delito de lesiones graves en la persona de Guerrero Cera, quien hoy está libre de culpa ante las leyes cubanas.

Pero otro ha sido el veredicto de Dios sobre la conciencia de Rafael Guerrero Cera.

Pasadas las seis de la tarde de un día de este noviembre, a casa del opositor Alexis Pérez Ricardo llegó Annier Guerrero, hijo de Rafael: "Nosotros no vivimos tranquilos, yo me arrodillo ante usted, mi papá ha renunciado, mi papá quiere que usted lo perdone; mi abuela, mi mamá, todos estamos sufriendo. Yo quisiera que mi papá viniera a hablar con usted, que haya reconciliación". Annier va y Rafael viene.

Pérez Ricardo lo ha pensado. "Consúltelo con la almohada", le dije. "Está bien, venga", dijo con reticencia. Esta noche desandamos la calle donde hubo gritos y golpes, frenazos de carros patrulleros, botas de policías y la puta madre. No sé cómo, pero en la memoria de la cámara fotográfica están los tres: el represor y los reprimidos.

"¿Qué dice José Pino de esto?"

"Que lo dejé solo".

"¿Y qué le contestó usted?".

"Que no está solo, que puede hacer lo mismo que yo: venir donde Alexis y tratar de reconciliarse".

Y ahora… ¿qué?, parece preguntarse Dayamí. Este 30 de mayo Alexis está tirado en la cama, rabia de cólera y de dolor. Parece una obra de teatro, pero en la cazuela (sic) no hay espectadores.

Temprano en la mañana en casa de Alexis:

Policía: "¿Por dónde se fue su hijo?".

Alexis: "La última noticia es que vino un avión de Estados Unidos y cargó con todo el que alcanzó asiento. Hay una cola esperando por si regresa otro avión".

Policía: "¡Oiga…!".

Alexis: "¡Oiga qué…! ¡Me tienen harto! Pero ya uno de los que me golpeó claudicó y dijo que ustedes lo mandaron". (El de la policía política anota, pero Alexis va para el hospital dejándolo con su cuaderno.)

En el hospital:

Alexis: "Doctor, ya no puedo soportar el dolor" (dice sujetándose la pierna supuestamente sana).

Dr. Soto: "Es una sinovitis. Es el resultado de recargar todo el peso en la pierna sana".

Alexis: "Doctor, creo que me estoy quedando inválido".

Dr. Soto: "No se está quedando inválido. ¡Está inválido!".

Alexis, de regreso en casa:

Profesor Nelson: "Su hijo está entre los siete peores alumnos…".

Alexis: "¡Y a fin de curso es que viene con eso! ¿Quieren hacerle la vida imposible a Stephenlee, igual que se la hicieron al hermano que tuvo que irse? ¡Igual que a mí, sí señor!".

Profesor Nelson: "No, no, usted verá, no habrá problemas, eh… tiene dificultades en lectura y en…".

De noche, en casa de Alexis, 9 de junio de 2008:

Periodista: "Stephenlee… trae tu libro de lectura y léeme algo".

Stephenlee comienza a leer, se equivoca, reinicia y lee, respetuoso de la puntuación. Mientras lo escucha, el periodista imagina escena por escena la odisea, desde el Centro de Detención Michael Rock, donde Dayamí y Alexis concibieron a su hijo, hasta lo qué sucederá con esta familia si una mano piadosa no intercede por ellos.


« Anterior123Siguiente »

Los comentarios son responsabilidad de quienes los envían. Con el fin de garantizar la calidad de los debates, Cubaencuentro se reserva el derecho a rechazar o eliminar la publicación de comentarios:

  • Que contengan llamados a la violencia.
  • Difamatorios, irrespetuosos, insultantes u obscenos.
  • Referentes a la vida privada de las personas.
  • Discriminatorios hacia cualquier creencia religiosa, raza u orientación sexual.
  • Excesivamente largos.
  • Ajenos al tema de discusión.
  • Que impliquen un intento de suplantación de identidad.
  • Que contengan material escrito por terceros sin el consentimiento de éstos.
  • Que contengan publicidad.

Cubaencuentro no puede mantener correspondencia sobre comentarios rechazados o eliminados debido a lo limitado de su personal.

Los comentarios de usuarios que validen su cuenta de Disqus o que usen una cuenta de Facebook, Twitter o Google para autenticarse, no serán pre-moderados.

Aquí (https://help.disqus.com/customer/portal/articles/960202-verifying-your-disqus-account) puede ver instrucciones para validar su cuenta de Disqus y aquí (https://disqus.com/forgot/) puede recuperar su cuenta de un registro anterior.