Actualizado: 27/03/2024 22:30
cubaencuentro.com cuba encuentro
| Deportes

Río 2007

Rigondeaux noquea a Castro

Las 'desapariciones' de atletas en los Juegos Panamericanos ponen en peligro las aspiraciones de La Habana y enfurecen al convaleciente Comandante.

Enviar Imprimir

Escándalos

Con los acontecimientos de marras, los integrantes de la delegación cubana han visto disminuidas las pocas libertades que se le permitían en el predio que ocupa la Villa Panamericana.

La televisión brasileña ha trasmitido en las últimas horas imágenes realmente vergonzosas, si tenemos en cuenta que muestran a los atletas siendo obligados a ir en equipos al restaurante. En entrevistas con los oficiales de la Guardia Nacional que regulan la entrada y salida de todos los deportistas de la Villa, se ha podido conocer que los mismos han recibido órdenes de prohibir la salida de los deportistas cubanos sin la compañía del entrenador o de un responsable de la delegación.

Estas medidas, según argumentaron, fueron solicitadas por la delegación cubana y aprobadas con prontitud por el Comité Organizador de los Juegos, lo que constituye, sin dudas, un lamentable precedente sobre el que aún la ODEPA no se ha pronunciado.

El temor de que ocurran nuevas deserciones resulta evidente. Para la prensa brasileña en general, un poco obnubilada por la imagen tradicional que la sociedad de Brasil tiene sobre la realidad que se vive en Cuba, los hechos han sido narrados en tono de sorpresa. Sin embargo, han ido conociendo poco a poco las interioridades del sistema deportivo de la Isla, dictatorial como el propio régimen. Lo que podría ocurrir en el futuro deberá entenderse como claros casos de escape.

Se ha comenzado a divulgar, casi en tono de consuelo, que en la edición de Winnipeg 99, el número de desertores cubanos llegó a 15, cifra que es aún hoy un récord y en gran sentido tranquiliza a los expectantes periodistas locales.

No obstante esta situación, un gran escándalo aconteció en la clausura del evento de judo, donde los atletas y el personal cubano que se encontraba en las gradas fueron agredidos por una delirante y en ocasiones fanática afición brasileña.

El Himno Nacional cubano fue interrumpido en la última ceremonia de premiación por el chiflido y el abucheo de la "torcida" carioca, hecho que fue considerado lamentable y pésimo precedente para un país que aspira a una organización de los Juegos Olímpicos.

Lo cierto es que figuras de renombre internacional, como Teófilo Stevenson y Regla Torres, se vieron envueltas en una trifulca que comenzó cuando un aficionado lanzó un objeto de plástico al entrenador cubano, después que una atleta local fuera amonestada en el combate que cerraba las competencias de la disciplina y la cubana Sheila Espinosa se adjudicara la quinta medalla de oro en la especialidad para su delegación.

Pronósticos en temblores

Cuba alcanzó 71 medallas de oro en la cita de Santo Domingo 2003. Cuando falta menos de una semana para el fin de las competiciones, igualar esa cifra resulta imposible. Aunque ya se veía venir, las posibilidades de que la Isla se mantenga en el segundo lugar continental entran en código de dudas.

La delegación brasileña viene demostrando un ascenso innegable y la actual diferencia en el medallero podría ser borrada. Pese a que los deportistas de la Isla aún tendrán que disputar disciplinas generadoras de muchos títulos, como el atletismo, el boxeo y la lucha, los pronósticos tiemblan.

Quizás varios de los títulos dados previamente por seguros entren en la lista de desaparecidos, como los cuatro deportistas que han escapado de la delegación. Pudiera ser, aunque aún el "deporte de Estado" de Cuba tendrá que sufrir muchas más ausencias para romper, de una vez y por todas, la politiquería de comparar las victorias en un simple evento deportivo con la salud general de una dictadura grosera y decadente.


« Anterior12Siguiente »