Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Un receptor y emisor oblicuo

Respuesta al artículo 'Un puente de silencio', publicado en 'Encuentro en la Red' por Antonio José Ponte.

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El maestro José Lezama Lima teorizó en sus floridos años de ejercicio poético sobre lo que llamaba "la vivencia oblicua". Explicaba el procedimiento (que él consideraba esencial en su poesía) con una imagen tan insólita como suya: "consiste en accionar un conmutador en la pared de la habitación, y dejar inaugurada una cascada en el Ontario".

El ensayista Antonio José Ponte —a pesar de sus muchos reparos antiorigenistas— parece ser, a su manera, un continuador de la experiencia lezamiana. Claro que se trata de una "vivencia oblicua" en circunstancia de rebaja, a mitad de precio.

Mi discrepancia con él fue en mi libro Por el camino de la mar, a propósito de un artículo suyo ( El abrigo de aire) y las valoraciones que en él hace de José Martí. Entonces no respondió lo que allí decía yo: sólo me hizo llegar un parco correo electrónico exigiéndome que, en la segunda edición que ya se anunciaba, hiciera corregir una errata del diseñador que, al emplanar una cita del poeta José Kozer, extendía el "sangrado", haciendo parecer el texto mío que seguía, como opinión del citado.

Ponte me urgía a instar a la corrección del error porque, decía él, Kozer nunca ha sido defensor del "Martí dios". Todo ello quería hacer creer —a veces pienso que él se cree sus propias distorsiones— que yo deificaba a Martí, pero si Ponte no hubiera leído oblicuamente o mejor, si no opinara oblicuamente sobre lo que leyó, hubiera reparado en que era Kozer quien desplegaba una imagen en la que instaba a recordar a Martí, en su grandeza, como "un Cristo, un Buda, un Gandhi". Claro que la errata en cuestión estaba corregida para la segunda edición desde mucho antes de su demanda, porque nunca intenté atribuirle al amigo Kozer opiniones que no eran suyas.

Ponte, entonces, no respondió mis ideas, pero ahora salta oblicuamente en Encuentro en la Red ("Un puente de silencio"), para refutar mis criterios sobre el (buen) dossier que La Gaceta de Cuba publicara sobre la editorial El Puente y en los que yo hacía memoria sobre cosas que los contribuyentes a la entrega no revelaban. ¿Será su indirecta, tangencial respuesta a las opiniones de mi libro? ¿O será que se sentía obligado a opinar en un debate sobre las ediciones Il ponte?

O comisario político o gusano

Ponte es uno de esos partidarios del pluralismo que pueden aplastar la posibilidad de opinar del "otro". Tiene muy claras las opciones: o comisario político o gusano. Me imagino que él habrá hecho la opción no oficialista, "independiente", pero permítaseme decir que yo no he sido nunca ninguna de las dos cosas aunque, acaso por ello produzca el rechazo de los fundamentalistas, y así como los comisarios me vieron como gusano, los gusanos me ven como comisario.

Lo que ocurre es que buena parte de los comisarios que conocí y sufrí se han hecho gusanos, como es muy probable que algunos de los gusanos de hoy devengan en marciales comisarios como se les brinde la oportunidad, porque gentes hay que no conocen aquello que los clásicos llamaban la aurea mediocritas. Y claro que existen los que desdeñan la oficialidad de los pobres pero se apuntan enseguida a la de los poderosos.


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