Actualizado: 25/04/2024 19:17
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La lógica torcida de la opresión

Si un opositor es 'mercenario' por recibir 2.600 dólares, ¿cómo definir al gobierno que recibió armamento, asistencia militar y millones de rublos de la URSS?

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"Durante el proceso investigativo se ocupó a los acusados un total de doscientos dólares norteamericanos y una tarjeta Transcard, con un saldo de ciento quince dólares con tres centavos (en total, según la investigación, Arroyo Carmona recibió dos mil sesenta dólares con diez centavos, en el período del 2001 al 2003)".

"Segundo Resultando: Que el tribunal, para formar convicción de los hechos, tomó en cuenta las declaraciones del testigo Juan Padrón Camejo, el que explicó cómo todos los representantes de la Oficina de Intereses de Estados Unidos suministraban periódicamente artículos y bibliografía variada, exponiendo cómo se reúnen para debatir sobre derechos humanos y democracia, y recibieron radiorreceptores para escuchar emisoras foráneas […]".

"Primer Considerando: Que los hechos que se declaran probados, constituyen un delito consumado e intencional de Actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado".

"Segundo Considerando: Que el acusado Víctor Rolando Arroyo Carmona es responsable penalmente en concepto de autor del delito de Actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado, previstos en el código penal…".

"Fallamos: Que debemos sancionar y sancionamos a Víctor Rolando Arroyo Carmona a Veintiséis años de privación de libertad como autor del delito de Actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado".

Violar la constitución

En síntesis, fue así cómo el sistema legal cubano trató el caso de Arroyo Carmona y de las otras 74 personas que fueron víctimas de la ola represiva de abril de 2003, conocida como la Primavera Negra de Cuba, por pensar diferente y actuar en consecuencia con sus ideas.

¡Veintiséis años de cárcel por practicar el periodismo, fundar una biblioteca independiente, repartir radios portátiles para que las personas se enteraran de las noticias que la prensa controlada del gobierno no quiere transmitir, repartir medicinas entre la población necesitada de las mismas, poseer una motocicleta, una computadora, una fotocopiadora, un aparato de fax, libros y cuatro copias del Proyecto Varela! Los anteriores son actos contra la independencia y la integridad territorial del Estado solamente en la sociedad totalitaria que defiende el señor Pérez Roque.

Si estos hombres, por recibir 2.600 dólares en tres años, son considerados "mercenarios de una potencia extranjera", ¿qué podríamos decir del gobierno revolucionario, que durante décadas recibió un subsidio de miles de millones de rublos anuales de la Unión Soviética, además de armamentos de todo tipo y asistencia técnico-militar?

Recordemos al señor Pérez Roque que Fidel Castro, para comprar el yate Granma, tuvo que pedirle $25.000 al ex presidente Carlos Prío Socarrás, una suma mucho mayor que la recibida por Arroyo Carmona para continuar su labor de oposición pacífica. ¿Quiere decir esto que Castro era un "mercenario" de Prío y de los auténticos cuando desembarcó en Las Coloradas?

Recordemos también que el artículo 1 de la constitución socialista de 1976, modificada en 1992, 2002 y 2003, establece que "Cuba es un estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como república unitaria y democrática para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana".

El concepto de libertad política más elemental implica poder escoger el partido, los gobernantes y la forma de gobierno entre un cúmulo de variantes, sin temor a represalias, así como el derecho a la libertad de expresión y asociación, incluyendo la práctica del periodismo, el derecho a fundar bibliotecas independientes, repartir medicinas y emprender cualquier labor de asistencia pública que conlleve el bienestar individual y colectivo, y promueva una mayor justicia social mediante la solidaridad humana.

Si la libertad política abarca los derechos anteriores, y estamos seguros de que así es, entonces la condena contra Arroyo Carmona y sus compañeros es un crimen que desmiente al canciller cubano y viola la propia constitución socialista que éste dice defender.


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