Actualizado: 06/05/2024 0:13
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Radiografía de una cumbre

A pesar de todo, la finalizada cita de los No Alineados se mantuvo lejos de los objetivos del eje La Habana-Caracas-Teherán.

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Fidel Castro le confiesa a Bonasso: "Quería terminarlo, porque no sabía de qué tiempo dispondría". Otro detalle esclarecedor acerca de su estado de salud y que convierte este libro en una especie de testamento político del Comandante.

Todos los jefes de las delegaciones que asistieron a la Cumbre recibieron un "ejemplar de lujo" de este libro, que ahora lleva como título Cien horas con Fidel. Conversaciones con Ignacio Ramonet. Segunda edición. Revisada y enriquecida con nuevos datos.

En la segunda visita, poco antes de que finalizara la Cumbre, Bonasso relata así su encuentro con Fidel Castro: "'Hoy vamos a caminar' —dice Fidel Castro a modo de bienvenida. Y caminamos por la habitación frente a la lente de la cámara de Richard, uno de sus jóvenes colaboradores. El Comandante explica: 'Hay que desentumecerse'. Volvemos a sentarnos y me confiesa con los ojos brillantes de alegría: 'Estos días tengo un hambre terrible. Como de todo'. Me doy cuenta de que me he convertido sin proponérmelo en una suerte de portavoz de sus avances en la recuperación. Hablamos como siempre de todo lo divino y lo humano", escribió Bonasso en Página 12.

Sin embargo, esta no fue la única razón de las deferencias que recibió el escritor y diputado argentino. Castro ha tratado de recomponer las relaciones con el presidente Néstor Kirchner. Durante su viaje a Córdoba, para la Cumbre del Mercosur, el caso de la doctora Hilda Molina y el empecinamiento del régimen cubano para no dejarla visitar a sus hijos y nietos se convirtió en un incidente diplomático.

El protagonismo de Chávez

A pesar de que su mentor lo enaltece y trata de elevarlo a figura internacional, el protagonismo de Chávez en las reuniones de la Cumbre de La Habana estuvo matizado por su personalidad histriónica.

El mandatario venezolano intervino primero en la reunión del denominado Grupo de los 15 (G-15, aunque en realidad lo forman actualmente 19 países). Una agencia internacional de noticias describió así el ambiente en el Palacio de las Convenciones de La Habana: "Ante las risas de algunos asistentes a la reunión del G-15 —y bajo la atenta mirada del presidente en funciones cubano, Raúl Castro, y del líder iraní Mahmud Ahmadineyad—, Chávez se hizo con el protagonismo en su primera intervención pública en la XIV Cumbre de Países No Alineados que se celebra en La Habana".

"Hay planes para invadir Irán. Ojalá no ocurra eso. Si llegara a ocurrir, ya saben que estamos con ustedes. En cualquier escenario estaremos con Irán. Como estaremos con Cuba. Lo he dicho. Si EE UU llegase a invadir Cuba, aquí correría sangre venezolana también", afirmó el líder bolivariano.

Las ínfulas de Chávez tienen que haber sorprendido a los representantes de México, Colombia, Perú y Argelia, por sólo mencionar algunos de los países allí representados, cuando lanzó una sugerencia que puede ser interpretada como el germen de un pacto militar del G-15.

"Hace falta incrementar esa firmeza entre nosotros y ese apoyo mutuo. Que el imperialismo sepa que si viene contra uno, tendrá que venir contra todos. No vayamos a tener mañana o pasado una agresión contra alguno de nosotros y algún hermano, entre comillas, nos meta la puñalada en el costado", afirmó Chávez.