Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Represión

Las Damas de Blanco: Razones para un premio

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Testimonios entre barrotes

La ventaja de ser un periodista encarcelado en Cuba es poder entrevistar in situ a otros presos políticos. En las cárceles de la Isla ningún colega en libertad —ya sea nacional o extranjero— puede entrar para ejercer esta profesión de la veracidad y el riesgo.

En el Hospital Nacional de Reclusos, enclavado en la prisión Combinado del Este, en La Habana, convivo en un cubículo con dos prisioneros de conciencia: el profesor de matemáticas Francisco Chaviano González y el periodista Julio César Gálvez Rodríguez. Las esposas de ambos son Damas de Blanco.

Chaviano González, de 52 años y condenado a 15, refiere: "En 1995, al año de mi arresto, comencé una huelga de hambre para reclamar mis derechos jurídicos. Elizardo Sánchez Santacruz le sugirió a mi esposa, Ana Aguililla Saladriga, que ayunara frente a la iglesia de Santa Rita, relativamente cerca de la casa de él, que participara en la misa y después caminara por la Quinta Avenida, para llamar la atención sobre mi caso. Isabel Ramos, madre de otro prisionero político, se unió a mi esposa. Estuvieron varios días de abstinencia alimentaria. Posteriormente se incorporaron a la caminata Marcela Sánchez Santacruz y Mercedes Núñez, hermana y activista respectivamente de Elizardo. Llegaron a formar un pequeño grupo de mujeres. Al principio vestían de negro; pero como era verano, decidieron usar ropa blanca por ser más fresca, y oscura en el invierno. Pudiera decirse —por la avenida y el templo seleccionados, así como por el propósito— que ellas fueron el embrión de las Damas de Blanco, las que surgieron como tales en la primavera del 2003".

Por su parte, Gálvez Rodríguez, de 61 años, y condenado a 15 en la causa de los 75, relata: "Mi esposa, Beatriz del Carmen Pedroso, diseñó el logotipo de las Damas de Blanco. Montó una hoja de papel en nuestra vieja máquina de escribir. Sobre el pliego puso una flor y tomó la foto. Escaneó ésta y se le montó el texto: Damas de Blanco".

Y también me cuenta Gálvez: "En una ocasión varias de ellas salieron de la casa de Laura Pollán y recorrieron unos tres kilómetros. Repartieron a los transeúntes sendas cartas sobre la situación de sus familiares encarcelados y el reclamo de ellas. Llegaron a la sede de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), donde un funcionario de poca importancia recibió temeroso el documento que antes habían distribuido por las calles. Después se dirigieron al edificio del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), donde no quisieron atenderlas. En ese momento entraba Marta Moreno, periodista del Noticiero Nacional de Televisión, y le entregaron el escrito de marras, diciéndole: ‘Si usted informa sobre los cinco cubanos presos en Estados Unidos acusados de espionaje, también tiene que hablar de nuestros familiares, que son prisioneros de conciencia encarcelados en Cuba’. La reportera quedó atónita. Por supuesto, nunca lo divulgó por el noticiario".

La carta a José Luis Rodríguez Zapatero

Las Damas de Blanco además redactan documentos que envían a foros internacionales, a organizaciones no gubernamentales, a gobiernos y a personalidades de varios países. No descansan. Solicitan apoyo y comprensión para su causa de amor y de justicia.

El 24 de septiembre de 2005 dirigieron una misiva a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español. Entre otros aspectos expresa: "Nuestros familiares no han cometido ningún delito, sino pretendido ejercer su derecho a la libertad de expresión, lograr el respeto a los derechos humanos y la democracia en Cuba".

Y recalca: "Por tanto deben ser liberados inmediata e incondicionalmente".

A continuación actualiza sobre la situación de los prisioneros de la Primavera Negra: "Las duras e inhumanas condiciones de encarcelamiento se han mantenido, y en la mayoría de los casos empeorado, así como permanece la lejanía. Continúan los confinamientos con reos de alta peligrosidad. Gran cantidad de ellos padecen serias enfermedades, incluidos los más jóvenes, que ingresaron a prisión en buen estado de salud. En general la alimentación es muy mala, la humedad y carencia de agua potable en las celdas, el poquísimo sol que se les proporciona, convivir con reos enfermos y otras causas, han resquebrajado su salud. Por muchos de esos motivos juntos, nuestros familiares se han visto obligados a recurrir a medidas extremas de reclamo y protesta, como huelgas de hambre que ponen en peligro sus vidas".

Durante el 2004, las autoridades otorgaron la licencia extrapenal por motivos de salud a 14 de los 75 prisioneros de la Primavera Negra. El gobierno cubano retiene "el permiso de salida definitiva del país" (sic) a la mayoría de ellos. Sólo permitieron partir al exilio a tres junto con sus familiares.