Los tanques de Raúl
Juan Antonio Blanco | 27/11/2009 0:16
Desde el 1 de agosto del 2006 los servicios de inteligencia y propaganda cubanos lanzaron el marketing del “nuevo” Raúl Castro. La imagen de un hombre pragmático, familiar, creyente en las instituciones y la dirección colectiva, reformista, abierto a negociar el fin de la confrontación con Estados Unidos y decidido a dar un vuelco a la eficiencia del régimen fue propagada dentro y fuera del país. Nos recordaban cada día una frase del jefe militar en medio de la crisis de 1994: “No me obliguen a sacar los tanques a la calle”. Pues bien, el General se ha quitado ese antifaz. Este fin de semana va a ensayar el modo de masacrar al pueblo con sus tanques y el conjunto de las fuerzas militares y represivas.
Según reporta el periódico mexicano de izquierda La Jornada, el Segundo Jefe del Estado Mayor de las FAR, General de División Leonardo Andollo, acaba de anunciar en la televisión cubana los ejercicios militares de mayor envergadura de este medio siglo: Bastión 2009. Con una peculiaridad. Los cuatro "Bastiones" anteriores (1980, 1983, 1986, 2004) respondían a la hipótesis de que la isla enfrentaba una invasión estadounidense. En esta ocasión la maniobra da respuesta a la tesis de una sublevación interna antigubernamental que luego de producirse es apoyada desde fuera por la fuerza aérea de EEUU. En otras palabras: este es un ensayo de aplastamiento y contención de una protesta popular por medio de las FAR. Y lo anuncian con toda claridad porque quieren que el pueblo metabolice la idea de que protestar sólo conducirá a una masacre como sucedió a Hungría en 1956.
En el escenario descrito por el General Andollo se prevé “el aumento de la actividad subversiva del enemigo, encaminada a provocar desorden social e ingobernabilidad, aprovechando para ello la situación que se ha creado (…) como consecuencia de la crisis financiera y económica de carácter mundial (…) los efectos del bloqueo y las serias afectaciones” por el paso de los huracanes de hace un año. Andollo no entró en detalles, pero sus palabras dieron las claves sobre la situación que el gobierno está previendo tener que enfrentar.
Curiosa formulación. “Aprovechando la situación que se ha creado”, dice Andollo donde debiera decir “la situación que hemos creado con nuestra desidia. inmovilismo e incapacidad”. El Estado “paternalista” abandona a su hambriento pichón sin haberle permitido volar y ahora lo amenaza con los tanques por protestar. Así termina el contrato social del régimen cubano.
Desde el 30 de julio del 2006 hasta hoy el General Raúl Castro –retórica aparte- se ha mostrado renuente a reformar el país abriéndolo al mundo y a la modernidad. Ha lanzado un portazo a las declaraciones conciliadoras de Obama con estas maniobras. Retira subsidios y aplasta la economía informal sin haber suplido sus ofertas con otras provenientes de las estructuras económicas oficiales. Insiste en rechazar ayudas internacionales a los damnificados por huracanes basándose en fobias ideológicas. No ha accedido a ninguna de las demandas básicas planteadas por la población a la que antes convocó a expresarlas sin miedo. No ha emprendido ninguna reforma estructural de calado y sistémica que permita prever una mejoría al mediano o largo plazo de la crítica situación económica y financiera que atraviesa el país. ¿Y ahora dicen que pueden producirse protestas inducidas “por el aumento de la actividad subversiva del enemigo”? Patético.
La elite de poder se muestra inquieta. ¿Qué saben? ¿Qué temen? ¿Por qué los visita Chávez coincidiendo con el arribo del dictador iraní a Caracas? Fidel Castro actúa con la misma lógica de los faraones egipcios. Considera a la isla y los cubanos su propiedad personal y quiere asegurarse que sean enterrados junto a él. Está empujando a la nación entera -con la tolerancia o complicidad de su hermano- a un estúpido e innecesario Apocalipsis.
Publicado en: Cambio de época | Actualizado 27/11/2009 1:14