Todos ganamos en Uruguay y Honduras
Juan Antonio Blanco | 01/12/2009 19:07
Disfrutamos una doble fiesta democrática para la región latinoamericana.
En Honduras se produjeron unas elecciones limpias, con escasos e irrelevantes incidentes y una afluencia considerable de votantes según los parámetros históricos de ese país. Cientos de corresponsales extranjeros y observadores internacionales dan fe de ello por mucho que Zelaya lance inverosímiles mentiras desde su acogedor Bed & Breakfast brasileño en Tegucigalpa. Si los comicios tampoco fueron del agrado de la Sra. Kirchner y Lula lo cierto es que Lobo estará más tiempo como presidente que el que a ellos les queda en esa responsabilidad en sus respectivos países. Estar fuera o dentro de la OEA no le ha de quitar el sueño a los hondureños en la medida en que recuperan sus principales mercados e inversionistas.
En Uruguay fue electo el candidato de la izquierda moderada, el mismo día de las elecciones hondureñas, en un ambiente de tranquilidad y concordia. Los revolucionarios de ayer han entendido el valor transformativo de la política no violenta y ejercen la democracia desde su vocación de izquierda. Es por eso que pueden compartir el mate, vino y churrasco con sus adversarios ideológicos sin considerarlos enemigos a quienes haya que aniquilar.
El conservador Pepe Lobo –que cuando joven estudió un tiempo en la Universidad Patricio Lumumba de la URSS-- viene a dar garantías a los hondureños de que la conspiración del ALBA no tendrá porvenir en tierra catracha. Su tocayo, Pepe Mujica, –que de joven fuera un combativo guerrillero Tupamaro – ofrece a los uruguayos la confianza de que se dará continuidad a la gestión administrativa eficaz y socialmente responsable del presidente Tabaré Vázquez.
Ante esos hechos, todos ganamos.
En Uruguay Pepe Mujica ya ha lanzado un llamado a impulsar un gobierno de unidad nacional. En Honduras se hace imperativo el lanzamiento de iniciativas políticas de reconciliación que aíslen a los que no la desean. Lobo no puede ahora irse a descansar y celebrar. Debería ampliar, insistir y concretar sus inteligentes declaraciones sobre planes de desarrollo con equidad social. Esa es la genuina transición democrática que los hondureños esperan iniciar –no cerrar- con estas elecciones.
Publicado en: Cambio de época | Actualizado 01/12/2009 19:17