AUTOCRÍTICA
Juan Antonio Blanco | 16/06/2008 20:33
Tags: tolerancia, polémica, diálogo
Hace unos días CNN dio a conocer un estudio que decía que escribir un Blog era, a menudo, perjudicial para la salud del autor. Si la idea inicial era compartir ideas de manera relajada con un grupo de lectores la realidad podía derivar la experiencia en otras direcciones menos agradables. Los lectores demandan cada vez más atención y en los intercambios juzgan al autor –a veces de manera airada- según lo cercano o alejado que se muestre de sus percepciones.
Soy de la opinión de que se escribe por las mismas razones que se tienen relaciones sexuales: por amor, diversión o dinero. Este Blog lo hago por amor. Y el amor es una fuerte vocación, pero no puede disponer del tiempo que ha de dedicarse al trabajo para asegurar el sustento familiar. Esa realidad -y el inevitable hecho de que soy un ser tremendamente imperfecto- determina que no siempre pueda prestar al Blog y las discusiones que se suscitan en él toda la atención y tiempo que merecen y demandan.
Aquí cumplo dos funciones: aportar alimento para la reflexión ( food for thought) y moderar (tomen nota del alcance pleno de esa palabra) el intercambio sobre el tema de la semana.
Como autor no vengo a dictar cátedra y trasmitir ideas propias como “verdades absolutas”. En la vida podemos tener ciertos valores permanentes, pero nuestras percepciones e ideas sobre cómo mejor ponernos a su servicio evolucionan con cada nueva información y experiencia. Vengo al Blog a dar y recibir . Cambio de Época es una avenida de dos vías. Mis comentarios semanales fluctúan entre unos mejor logrados y otros de peor calidad. La vida es así. Es probable que en alguna ocasión alguien se sienta irritado con mis opiniones pero nunca he deseado ofender deliberadamente a nadie con ellas. Si no he tenido siempre éxito en lo segundo lo lamento profundamente y espero que puedan perdonarme.
Como moderador no vengo a manipular un debate a favor de aquellas concepciones más próximas a mi punto de vista, sino a propiciar un clima de diálogo respetuoso antes que de polémica. El diálogo es una búsqueda común de elementos que complementen las creencias que ostentamos como “verdades” al entrar en ese intercambio. En las polémicas se enfrentan dos o más pretendidas “verdades” y se espera que para que unas puedan “ganar” las otras necesariamente tienen que “perder”.
En un diálogo no se viene a ganar o perder, sólo a ganar. Todos ganan al enriquecer su perspectiva y creencias con las de otros. Por eso dije desde un inicio, y ahora reitero, que son bienvenidos por igual comunistas y anticomunistas y que acá se invita a analizar el mensaje no al mensajero.
Todos –me incluyo- estamos parcialmente errados y todos llevamos razón en los temas que abordamos. En este espacio venimos a sacar provecho de la calidad del intercambio aun si no mutamos de parecer como resultado de él. Yo no puedo erigirme en árbitro de quien tiene el mejor argumento porque sólo estaría favoreciendo a aquellos que se aproximen a mi punto de vista aunque sea errado. Mi deber –no siempre bien cumplido- ha de limitarse a facilitar un diálogo de calidad. Si surgen amarguras entre ustedes es porque yo no he sabido servir con eficacia el propósito de este Blog que tiene menos que ver con la promoción de una visión política particular que de una cultura del diálogo de la que todos saquemos provecho.
Espero haber aportado como autor temas e ideas que les hayan resultado de utilidad, pero creo haberlos defraudado como moderador en algunas ocasiones. No siempre he dispuesto del tiempo ni mostrado la habilidad que demanda moderar un intercambio entre personas desconocidas sobre temas tradicionalmente cargados de emociones y suspicacias. A veces he pecado por exceso al editar un mensaje y en otras ocasiones he descuidado la necesidad de dar un seguimiento más cuidadoso y cercano a la discusión. Apremiado por el tiempo se me han escapado expresiones de algunos comentaristas que hubiese preferido no aparecieran en este espacio.
Una autocrítica sincera tiene cuatro componentes: reconocer la falta, explicar por qué se incurrió en ella, expresar el arrepentimiento a los afectados y asumir el compromiso de corregir el daño. A todos los visitantes y comentaristas de este Blog presento mis más sinceras excusas, ante ustedes reconozco mis faltas y me comprometo a hacer todo lo que esté a mi alcance por enmendarlas.
Les pido a todos que perdonen mis imperfecciones y me sigan ayudando a hacer de este espacio un lugar de diálogos fructíferos con todos y para el bien de todos pese a las profundas y emotivas diferencias de experiencias y criterios que podamos tener.
Enlace permanente | Publicado en: Cambio de época | Actualizado 16/06/2008 20:45