Breves del Clásico: Llegó el Clásico a Miami
Miami está de fiesta con la llegada del Clásico Mundial al Dolphin Stadium. La casa de los Marlins de la Florida será la sede del grupo 2 de la segunda ronda que bien se puede llamar el Grupo de la Muerte, si tomamos en cuenta la cantidad de figuras estrellas de Grandes ligas que hay en tres de los cuatro equipos.
Estados Unidos, Venezuela, Puerto Rico y Holanda comienzan este sábado a definir quienes pasaran a las semifinales que se jugarán en Los Angeles.
La extensa comunidad venezolana del Sur de la Florida está de fiesta, su país jugará hoy a la una de la tarde, hora local ante Holanda, en lo que promete ser un encuentro de buen pitcheo.
El derecho Carlos Silva de los Marineros de Seattle será el abridor por los sudamericanos, mientras que por Holanda Sidney Ponson se subirá a la lomita de los sustos. Las dimensiones del estadio y el trabajo de esos dos lanzadores en la primera ronda avizoran un partido cerrado y de pocas carreras.
Ningún equipo de este grupo tendrá el apoyo que tendrán los venezolanos, en los últimos años han llegado muchos a esta región del país y en estos juegos por seguro apoyarán a su selección como si estuviera jugando en Caracas.
Por otra parte, no se deben confiar con Holanda, que no tiene grandes figuras de nombre pero que ya dio la sorpresa en la primera ronda, su pitcheo está en un gran momento y tienen la confianza muy alta, ellos no tienen nada que perder a estas alturas del campeonato y si mucho que ganar.
Sidney Ponson ha tenido muchos problemas en su carrera, pero siempre fue un pitcher de mucho talento y su accionar de hoy bien le puede servir para lograr un contrato con alguno de los 30 equipos, él lo sabe y eso lo puede hacer más peligroso.
Miguel Cabrera retorna al terreno donde debutó en las mayores y donde ganó la Serie Mundial del 2003. El lanzador de Holanda Rick VandenHurk estará como en su misma casa pues pertenece a los Marlins y ha lanzado anteriormente en el Dolphin Stadium.
En esta segunda ronda los lanzadores tendrán un máximo de 85 pitcheos por partido lo que dará más oportunidad para que los abridores sean más determinantes en el resultado del juego.
