Kendry está en su momento

Llegó el momento que todos esperábamos de Kendry Morales. El hombre está teniendo un inicio de campaña mas que aceptable. Nunca he creído que contra Morales ha habido alguna confabulación por ser cubano o por su carácter, si mas bien pienso que hasta este momento ha habido en Los Angeles mejores inicialistas que el, como Casey Kotchman o Mark Teixeira y Kendry además, no había dado mucho la talla en las Grandes Ligas cuando tuvo algunas oportunidades para demostrar su nivel.

Es cierto que en este 2009 desde el principio era el hombre escogido por el manager Mike Scioscia para esa posición y eso le ha dado más confianza, pero esa decisión de darle la inicial al cubano está dada por el progreso que han visto en el, y que siempre pensaron hasta cuando no lo hizo bien, que el ex industrialista tenia material para jugar en las Grandes Ligas.

Hasta el momento está entre los primeros en su equipo en casi todos los departamentos ofensivos. Es segundo en jonrones con ocho, en carreras empujadas con 26, tiene un total de 77 bases recorridas y es segundo en juegos jugados con 38. Es tercero en veces al bate con 142 y en carreras anotadas con 20. Ha disparado 40 hits en 142 veces al bate para un promedio de 282. No olvidemos que Los Angeles de los Angeles es uno de los mejores equipos de las mayores.

En mi opinión hay dos grandes diferencias en el Kendry de esta temporada. Primero la paciencia en el home plate, lo he visto mucho más selectivo que en temporadas pasadas, con más calma y experiencia en el cajón de bateo, eso es algo fundamental en este béisbol. Su swing ha mejorado y la forma física luce mejor también. En otras palabras se ve un Kendry mucho más hecho.

Lo otro es la defensiva, hasta hoy ha cometido dos errores, pero no se puede medir en números su mejoría, este muchacho ha mejorado un mundo en la inicial y eso lo ha dicho su manager que ha estado bien cerca de el, desde sus inicios en esta pelota. El Kendry Morales de hoy es más pelotero que el de hace unos años y ahí veo la diferencia.

Las temporadas que ha jugado en la liga dominicana y en las menores lo han ayudado mucho. En Quisqueya es uno de los ídolos y líder de los Gigantes del Cibao y todo eso parece que lo ha puesto en un nivel superior, ha madurado.

Lo mejor que tiene es que solo tiene 25 años y un mundo por delante, luce mayor pues comenzó a destacarse en Cuba desde muy temprano y llegó acá con bombos y platillos y con la presión de hacerlo bien sin excusas. Pero cualquier organización que tenga a un pelotero de su edad y con la temporada que está teniendo, estaría feliz.

Siempre dije que en mi opinión Morales tiene nivel para ser un pelotero para batear de average 280 con 20 jonrones. Ahora, esa es mi humilde opinión desde aquí, de hecho el paso que lleva es de mejores estadísticas. Solo falta por ver si tiene la consistencia suficiente como para mantenerse por seis meses con ese nivel de béisbol.

Ibáñez y Escobar lo mejor de la semana

Semana del 11 al 17 de mayo

Raúl Ibáñez (Filis de Filadelfia) está teniendo un inicio de temporada espectacular. En la pasada semana disparó de 27-13 para un average de .481,anotó nueve carreras, conectó cuatro jonrones, tres de ellos el mismo día en un doble juego ante los Nacionales de Washington.

Empujó 12 carreras en siete partidos. Gracias a estos números fue escogido como el mejor pelotero latino de la semana. El cubano americano va a un paso arrollador. Está entre los primeros de la Liga Nacional en jonrones e impulsadas y se destaca en una alineación muy ofensiva.

Otro que se destacó en la pasada semana fue el habanero Yunel Escobar (Bravos de Atlanta) Tuvo un promedio de .400 (20-8) con cuatro dobles, dos carreras empujadas, seis anotadas y cuatro bases por bolas recibidas.

Alexei Ramírez (Medias Blancas de Chicago) disparó de 18-5 (278) con dos carreras empujadas. Tuvo su gran día el miércoles 13 ante los Indios de Cleveland cuando conectó de 3 x 3.

Kendry Morales cada vez luce mas en su año de consagración, en la semana anterior conectó de 24-6 para .250, con dos anotadas, un jonrón, doble y cinco empujadas. El ex industrialista tuvo dos días en la semana donde bateó de 5-3 y de ahí salieron los seis indiscutibles que disparó en este periplo de siete días.

Yuniesky Betancourt (Marineros de Seattle) no está atravesando por un buen momento, fue sentado por el manager Don Wakamatsu tras embasarse en solo tres ocasiones en 23 turnos al bate, además de cometer varios errores a la defensa. El día que regresó a la alineación disparó un cuadrangular, pero de cualquier manera se fue de 12-3 con un doble, un cuadrangular dos anotadas y la misma cantidad de empujadas.

Mike Lowell (Medias Rojas de Boston) de 24-4 un doble, tres ponches y una base por bolas.

En el área del pitcheo, Livan Hernández (Mets de Nueva York) no tuvo decisión en un partido ante los Gigantes de San Francisco, lanzó cinco entradas permitió ocho hits y cinco carreras limpias.

Bronson Arroyo (Rojos de Cincinnati) tuvo dos aperturas en la semana ante los Cascabeles de Arizona y los Padres de San Diego, con una victoria y una derrota. En total, lanzó 14 entradas, con ocho carreras limpias permitidas, 16 hits, cuatro jonrones permitidos, nueve ponches y caminó a cuatro. El derecho ha tenido decisiones en sus ocho partidos iniciados (5-3).

Danys Báez (Orioles de Baltimore) relevó en tres partidos y se apuntó dos Hold en la semana. En total estuvo en la lomita tres entradas y dos tercios, ponchó a dos, regaló cuatro boletos y le conectaron dos imparables.

El pinareño José Contreras tuvo un paso atrás en su carrera cuando fue bajado al equipo Charlotte Knights sucursal Triple A de los Medias Blancas de Chicago por sus pésimas aperturas en lo que va de temporada. Sin embargo en Charlotte, lleva dos victorias sin derrota y en 15 entradas lanzadas no ha permitido carreras limpias. Le han disparado solo cuatro hits, ha ponchado a 10 y regalado ocho bases por bolas.

En la semana también fue bajado el cubano americano Vinnie Chulk al equipo Columbus Clippers equipo Triple A de los Indios de Cleveland.

El 20 de mayo y la herencia cubana en el béisbol
Por Angel Torres

Siempre que se acerca una fecha patriótica como el 20 de Mayo, pensamos en el aporte que el béisbol cubano hizo con relación a la lucha por la libertad de Cuba. Debido a la guerra por la independencia, no se celebraron varios campeonatos y muchos peloteros cambiaron el bate por un machete para ayudar en la lucha armada. El ex manager y jugador Emilio Sabourín, murió deportado en las misiones españolas de Ceuta y al iniciarse los combates, casi todos los hijos de cubanos que jugaban béisbol en Cayo Hueso, embarcaron rumbo a la isla a pelear, como miembros de la expedición del General Nuñez, quien desembarcó en Palo Alto.

Mucho antes de producirse la libertad de Cuba y cuando aún nadie conocía la existencia del béisbol, Esteban Bellán se convirtió en 1871, en el primer pelotero extranjero, cubano y latinoamericano en jugar en las Grandes Ligas con los Troy Haymakers de la Asociación Nacional, que después cambió su nombre a la Liga Nacional en 1876 y desde ese momento le demostró al mundo quienes fueron los pioneros. Los Haymakers posteriormente se convirtieron en los New York Gothams en 1883, Gigantes de Nueva York (1885-1957) y Gigantes de San Francisco de 1958 a la fecha. A Bellán le siguió Sandy Nava con el Providence de la Liga Nacional en 1882.

Aunque ustedes no lo crean, en el mundo deportivo aún existen cronistas deportivos, que por desconocimiento se mantienen diciendo que el colombiano Luís Castro (quien muchos aseguran era en realidad venezolano), fue el primer latinoamericano en jugar en los circuitos grandes, aunque si lo fue en la era moderna del béisbol.

Entre fines del siglo 19 y principio del 20, los cubanos enseñaron el deporte de las bolas y los strikes en México y en todo el Caribe, incluyendo a Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico, con la excepción de Panamá. Ahora estaremos de capa caída a causa de nuestro problema político, pero lo que nadie nos puede quitar es que fuimos los primeros en casi todos los renglones del juego.

Todo esto sin contar que crearon toda la terminología en el deporte de los guantes y pelotas. El nombre de béisbol es un derivado del baseball, el tubey del two base hit, el tribey del three base hit, las bolas de las balls, el jonrón del home run, jardineros por outfielders etc. Insertamos palabras nuevas como torpedero para el short stop y camarero para el segunda base o intermedista.

Aún se desconocía la existencia del juego de pelota en el mundo, con la excepción de los Estados Unidos y Cuba, cuando ya se usaban esos vocablos para latinizarlos de la fraseología americana relativa al béisbol. Pero no siempre es así, porque un strike sigue siendo un strike y un hit es todavía un hit.

El indio Guanín fue el primer jonronero criollo en la época primitiva de los siboneyes y taínos. El Palmer del Junco en la provincia de Matanzas, fue el primer terreno donde se jugó pelota profesional en Cuba y en Latinoamérica. Adolfo Luque fue el primero en participar y obtener un triunfo en un Clásico Otoñal y reinamos en las Series Mundiales Amateurs y las Series del Caribe, donde ganamos las últimas cinco consecutivamente.

De no ser por el régimen que desgobierna a la isla esclava, estaríamos desde hace años en las Ligas Mayores, pues los Cubanos Reyes del Azúcar (Cubans Sugar Kings) de la Liga Internacional en la Triple A, estaban señalados para integrar las Grandes Ligas antes que Montreal y Toronto, bajo el lema: “UN PASO MAS Y LLEGAMOS”. Han transcurrido 51 años y ningún otro país latinoamericano ha logrado tener un equipo de clasificación Triple A.

Los cubanos que han desfilado por los circuitos mayores a través de la historia, no han sido el producto de ningún sistema político, sino que constituyen la HERENCIA de los peloteros de antaño como Luque, que ganó 27 encuentros en la temporada de 1923 con los Rojos de Cincinnati, la mayor cantidad jamás alcanzada por un serpentinero latinoamericano, además de ser el primer hispano en vestir el uniforme de los Dodgers de Brooklyn. José de la Caridad Méndez, que le colgó 25 ceros a los Rojos de Cincinnati, Eustaquio “Bombín” Pedroso, quien lanzó un juego sin hit de diez entradas contra los Tigres de Detroit en 1909; Juanito Decall y Juan Eckelson, quienes siendo verdaderos amateurs vencieron a los Medias Rojas de Boston y Gigantes de Nueva York respectivamente. Rodolfo Fernández que derrotó a los tres equipos de Grandes Ligas a los que se enfrentó, al igual que hizo el zurdo Agapito Mayor en dos oportunidades. Ramón Bragaña, Basilio “El Brujo” Rosell, Julio “El Jiquí” Moreno, Conrado “El Premier” Marrero, Silvino Ruiz y otros, vencieron a novenas de los circuitos mayores en Cuba.

Miguel Angel González (provisionalmente) y Preston Gómez (oficialmente), fueron los primeros latinoamericanos en dirigir conjuntos de Grandes Ligas; Minnie Miñoso y Marrero, los primeros junto al venezolano Alfonso “Chico” Carrasquel, en participar en un Juego de Estrellas; Sandalio “Potrerillo” Consuegra el primer campeón de los lanzadores en la Liga Americana; tal como lo fue Luque en la Nacional, Camilo Pascual, el primero en ponchar a 15 bateadores en un desafío y ganar 20 partidos en dos años seguidos; Tony Oliva, el primero en conquistar la corona de los bateadores en sus dos primeras campañas; Bert Campaneris el primero en jugar las nueve posiciones en un partido; Zoilo Versalles el primero en ser seleccionado el Jugador Más Valioso de la Liga Americana y además integrar junto a Tony Oliva y otros tres peloteros de los Mellizos de Minnesota, el primer quinteto en anotarse cinco cuadrangulares en una entrada; Luís Tiant el primero en ponchar a 19 bateadores en un choque, además de anotarse la primera blanqueada en un Clásico Otoñal frente a la Gran Máquina Roja del Cincinnati y ganar junto al zurdo Mike Cuéllar, la friolera de 20 encuentros en cuatro oportunidades distintas; Tony Pérez, primero en conectar tres jonrones en una Serie Mundial; Martín Dihigo, único en ser elegido a los Salones de la Fama de tres países: (Cuba, México y Estados Unidos); José Canseco, primero en conectar 40 bambinazos y robarse 40 bases, además de ser el primer extranjero en llegar a las 400 películas de cuatro esquinas. Todo esto por solamente mencionar algunas hazañas.

En 1950 cuando Witto Alomá, Sandalio Consuegra, Conrado Marrero, Limonar Martínez, Julio Moreno y Patato Pascual llegaron al Gran Circo, el núcleo de cubanos desde 1871 hasta esa fecha ascendió a 51, contra solamente 10 peloteros de otros países: combinados, un colombiano (Luís Castro), tres venezolanos (Alejandro “Patón” Carrasquel, Jesús “Chucho” Ramos y Alfonso “Chico” Carrasquel), cuatro mexicanos (Melo Almada, José Luís “Chile” Gómez, Jesse “El Güero” Flores y Beto Avila), dos puertorriqueños (Hiram Bithorn y Luís Rodríguez Olmo). Todo sin contar a las estrellas cubanas negras que no pudieron jugar como José Méndez, Alejandro Oms, Silvio García, Cocaína García y docenas más, que hubieran duplicado o triplicado la cantidad.

Para que se den una idea del dominio criollo, les diré que cuando el primer dominicano, Ozzie Virgil en 1956 (casi un siglo después que Bellán) debutó en la Gran Carpa, ya habían desfilado 71 peloteros cubanos por las Ligas Mayores, cuando era difícil que le dieran oportunidades a jugadores extranjeros, sobre todo porque solamente existían 16 equipos y no 30 como ocurre ahora.

En 1967 se produjo la primera gran invasión de jugadores latinoamericanos en las Grandes Ligas, 37 en la Nacional y 36 en la Americana, debido a que ya no podían salir peloteros de Cuba. A pesar de haber transcurrido ocho años del arribo al poder de la tiranía castrista, los cubanos aún dominaban el panorama con 30, seguidos por Puerto Rico con 11, República Dominicana y Venezuela (9), Panamá (8) y México con 6.

Los cubanos lideran con cuatro de los nueve integrantes del Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown (Martín Dihigo, Tony Pérez, José Méndez, Cristóbal Torriente), a pesar de la injusticia que se ha cometido con Luque, Oliva, Tiant, Miñoso y Silvio García, quien fue escogido antes que Jackie Robinson, para romper la barrera racial con los Dodgers de Brooklyn, pero que fue eliminado por su intolerante temperamento latino.

Si no fuera por el sistema totalitario que ha tiranizado a Cuba durante 50 años, los jugadores cubanos seguirían dominando, como siempre lo hicieron desde 1871. A los daños irreparables que ha sufrido la Isla esclava, hay que sumarle el béisbol.

¿Se imaginan ustedes el talento que se hubiera desarrollado en Cuba desde 1961, de haber contado con academias de béisbol, como la creada por el cubano Rafael Avila en la República Dominicana en vez de su patria?.

Recuerden que los cubanos llevamos el béisbol en la sangre, algo que ni el comunismo ateo nos pudo arrebatar y hay que dejar bien claro que en la Cuba de antes siempre se jugó la mejor pelota, como sucede en Brasil con el fútbol, aclarando que el deporte no es un invento del presente. Por el contrario, debido a la falta de competencia y enseñanza, a los actuales jugadores que escapan de la isla, les cuesta trabajo imponerse en el mejor béisbol del mundo, con honorables excepciones como Liván y Orlando “El Duque” Hernández, René Arocha, Rolando Arrojo, Rey Ordoñez, Yuniesky Betancourt y Kendry Morales, que parece estarse consolidando durante la presente temporada 2009.

No contamos a los hijos de cubanos, que por cuestiones políticas nacieron en el exilio, como lo es el caso de Raúl Ibañez, quien al momento está destrozando a los serpentineros de la Liga Nacional y se encuentra luchando por la triple corona de bateo.

Cuando los españoles querían inculcarnos el amor por el balompié, parodiando a las carreras de caballos, decían que era el “deporte de los reyes”, pero los cubanos respondían diciendo que el “béisbol era el rey de los deportes”.

Westchester Optimist Green

Sentados de izquierda a derecha: Coach Alvaro Cañarte, Sebastián Orozco, Alejandro Alonso, Alvaro Cañarte Jr., Austin González, Noel Orozco Jr., Coach David Orozco.

Parados: Brandon González, Jorge Acevedo Jr., Fernando Vilá Jr., Luís Rodríguez, Michael Bonet.

Atrás: Coach Alex González, Fernando Vilá, Arnel Alonso.

Foto:Noel Orozco Sr.

Peloteros del futuro

Hay pocas cosas en la vida que dan más placer que ver a un hijo desenvolverse de una forma positiva en cualquier faceta del quehacer diario, y si estamos hablando de hacerlo bien en un terreno de béisbol pues la pasión aumenta ya que la pelota levanta las pasiones por si misma.

Hoy quiero tomarme un tiempo para hablar del equipo de béisbol de niños del cual soy coach. Da gusto ver y disfrutar como se desarrollan los pequeños dentro de un deporte como el béisbol. La gran atrapada, el gran batazo conectado o el buen corrido alrededor de las bases ponen orgulloso a más de uno y esto, en particular, es lo que he sentido entrenando a estos muchachos en esta temporada.

Algunos de ellos han estado en el equipo por espacio de más de dos años. Otros se unieron en la pasada campaña. Pero todos tienen una compenetración que los hace lucir como si llevaran mucho tiempo jugando juntos. Eso es algo que no tiene precio verlo.

A cualquier edad es importante hacer las cosas bien, pero con muchachitos de entre cinco y siete años la emoción es más grande todavía. Algunos de estos muchachos han tenido un progreso en estos últimos meses que ha sido notable a la vista de todos. Esa es otra de las satisfacciones como coach.

Estos niños sin duda alguna, pueden ser los peloteros del futuro. Cuando tengan la edad suficiente pueden llegar a destacarse en las escuelas, equipos juveniles, universidades y quién sabe si en el sorteo del béisbol colegial y en el profesionalismo. Uno nunca sabe hasta dónde pueden llegar. Todo depende de ellos, del apoyo de los padres y de que la suerte les acompañe.

En el equipo hay talento de sobra, algunos defienden muy bien, otros tienen poder al bate demostrado con varios jonrones en los 25 juegos de la pasada temporada, otros tienen tacto para conectar la pelota lanzada por el coach. En general, el equipo jugó en un excelente nivel prácticamente en la totalidad de los partidos.

Es gratificante ver como a esta temprana edad, adquieren la habilidad necesaria para batear una pelota que se vaya de home run o atrapar un fly de aire.

Alvaro, Sebastián, Fernando, Austin, Alejandro, Brandon, Jorge, Noel, Michael y Luís conforman este equipo que juega su segunda temporada en la categoría de coach pitch en los terrenos del Tropical Park en la ciudad de Miami.

Todo este progreso que tienen los niños se logra gracias al esfuerzo de todos, empezando por los padres, madres y abuelos que se han entregado por completo en estos pasados meses y años y que llevan a los niños a cada práctica y a cada partido prácticamente sin faltar un solo día. Eso no pasa desapercibido y como coach se agradece mucho, sin ese aporte el trabajo fuera cuesta arriba como ha sido en el pasado.

Mención aparte para los entrenadores que invierten tanto tiempo, dedicación y esfuerzo en enseñar a estos pequeñines de una forma totalmente voluntaria. Por supuesto, es más que fundamental que los peloteritos lo disfruten, les guste este deporte y que se sientan parte de formar el equipo y orgullosos de lo que han logrado hasta ahora.

Si todos estos factores se unen, sin duda que lograremos pulir sus talentos y adquirirán habilidades que les servirán en el futuro. Sin contar los campeonatos que se ganarán.

Quiero agradecer a los coaches Alvaro, Arnel, David y Alex quienes práctica tras práctica, juego tras juego ponen todo su interés en transmitirles sus conocimientos a estos niños. A los padres que tanto se han dedicado en esta temporada en beneficio del equipo. Muchas gracias.

Algunos de estos muchachos podrán llegar a ser peloteros a algún nivel de importancia, otros se dedicarán a otras actividades, pero lo fundamental en todo esto, es que lo que aprenden en materia de desenvolvimiento, habilidades, disciplina, entre otras ventajas, le ayudarán en todo lo que les vendrá en su vida futura.

A Dayan Viciedo le falta mucho todavía

Dayan Viciedo está aprendiendo a las malas la diferencia entre el béisbol profesional norteamericano y el de nuestro país. El muchacho tiene problemas tanto a la ofensiva como en la defensa con los Barons Birmingham equipo Doble A de los Medias Blancas de Chicago.

Hasta el día de hoy tiene un average de 236 (123-29) ha disparado tres jonrones, seis dobles, con 13 carreras anotadas y 21 empujadas en 32 partidos. Es preocupante que se ha tomado 30 ponches y solo ha recibido tres bases por bolas y más preocupante es el hecho que ha cometido ocho errores jugando en la tercera base en tan pocos encuentros.

Todavía es muy poco el tiempo que lleva en el béisbol norteamericano como para hacerse una idea del nivel que puede tener. No perdamos de vista que este pelotero hace solo 11 meses cruzó el golfo de México en una embarcación para llegar al país azteca. No todos van a lograr hacer lo que hizo el pinareño Alexei Ramírez en el 2008 de llegar a esta nación y en pocos meses tener la temporada que tuvo. Algunos jugadores necesitan más tiempo para adaptarse.

La barrera del idioma es importante, aunque es una realidad que para batear o fildear no hace falta hablar ingles, pero la adaptación es clave para desenvolverse mejor. Con solo 20 años tiene todo el tiempo del mundo para mejorar.

Por otra parte, aunque el joven antesalista no tenía grandes números en la isla es visible que el pitcheo de la Liga del Sur clasificación Doble A le está siendo más indescifrable que el que enfrentó en la serie nacional cubana.

De hecho Dayan lo reconoció en una reciente entrevista cuando dijo que los lanzadores aquí tenían buenos lanzamientos y que los podían lanzar en cualquier conteo, y afirmó que no era lo mismo que había visto en Cuba.

Según los reportes de los busca talentos Viciedo tiene mucho trabajo por delante en materia de ajuste tanto beisbolero como mental para estar a tono para los Medias Blancas.

En mi opinión, este jugador es uno de los que ha llegado de la Isla con más talento y al llegar con esa edad tiene mucho tiempo para lograr ponerse al nivel de un pelotero Grandes Ligas. Esperemos que así sea.